Imagen referencial de piojo de mar.

Piojos más resistentes en la región de Los Lagos

Chile: En un reciente estudio publicado en la revista Aquaculture, se analizó la sensibilidad de Caligus rogercresseyi a los antiparasitarios de mayor uso en Chile, correlacionando resultados obtenidos de bioensayos con la eficacia de los tratamientos aplicados en condiciones de campo.

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Investigadores de la Universidad Austral de Chile, en conjunto con investigadores de las universidades de Concepción y San Sebastián, así como del Centro de investigación Sea Lice, de la Escuela de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Ciencias para la Vida de Noruega, analizaron la sensibilidad de C. rogercresseyi a los antiparasitarios deltametrina, cipermetrina, azametifos y benzoato de emamectina, correlacionando los resultados obtenidos, a través del uso de bioensayos, con la eficacia de los tratamientos aplicados en cuatro centros de cultivos, dos emplazados en las regiones de Los Lagos y dos en la de Aysén.

La abundancia de piojos se controló semanalmente y se calculó la eficacia del tratamiento y la tasa de re-infestación. Además, se exploró la correlación para los piojos adultos, entre el nivel de sensibilidad que se encuentra en bioensayos y la eficacia del tratamiento.

Además, se realizaron 20 bioensayos de exposición, por cuatro horas, con el objetivo de explorar el nivel de sensibilidad de machos y hembras adultos de C. rogercresseyi a los tres principales productos químicos actualmente en uso.

Los resultados obtenidos para el periodo de estudio (febrero 2013-mayo 2014), arrojaron que los mejores resultados de eficacia, tanto para azametifos como para los piretroides cipermetrina y deltametrina, fueron logrados en los dos centros de la región de Aysén, mientras que los valores más bajos fueron registrados para los piretroides en la región de Los Lagos.

“Esto está relacionado con los tiempos de operación de los centros analizados”, aseguró la co autora del trabajo e investigadora del Instituto de Acuicultura de la Universidad Austral de Chile sede Puerto Montt, Dra. Sandra Bravo, explicando que este resultado estaría relacionado con que los centros de la región de Aysén comenzaron a operar masivamente después de los eventos de la crisis del virus de la Anemia Infecciosa del Salmón (ISA) en el año 2007, ya que anterior a esta fecha, la industria salmonicultora estaba concentrada principalmente en la región de Los Lagos.

Asimismo, los valores de EC 50 mostraron una mayor pérdida de sensibilidad para deltametrina que para azametifos, lo que, a juicio de Bravo, refuerza los resultados obtenidos en estudios previos, en los cuales se evidencia desarrollo de resistencia de C. rogercresseyi a los piretroides, siendo mayor la resistencia en los dos centros de la región de Los Lagos en comparación con los resultados obtenidos en la región de Aysén.

“De hecho, los valores más altos de resistencia fueron observados en el centro que tuvo mayor número de tratamientos, lo que muestra una relación entre la pérdida de eficacia de los tratamientos, baja sensibilidad del parásito y mayor número de tratamientos aplicados para lograr su control”, advirtió la investigadora.

“Esta relación es obvia, ya que, frente a piojos resistentes, se requiere de una mayor frecuencia de tratamientos para reducir la carga parasitaria y cumplir así con la normativa del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), pero esto provoca que los tratamientos sólo maten a los piojos sensibles, sobreviviendo los resistentes que transmiten los genes de resistencia a la progenie, situación que ha sido altamente documentada en el mundo entero”, complementó Bravo.

Si bien este estudio demostró que bajos valores en eficacia de los tratamientos aplicados podrían estar indicando pérdida de sensibilidad del piojo al producto empleado, Bravo agregó que también hay que prestar atención al método de tratamiento aplicado. “Tanto los resultados de los tratamientos como de los bioensayos podrían estar entregando resultados erróneos si estos no son aplicados correctamente”, aseguró la especialista.

Hembras más resistentes que los machos

En el artículo científico, se exploraron también las diferencias de sensibilidad entre el sexo de los piojos, observándose que las hembras tienden a ser menos sensibles que los machos a azametifos, más resistentes que los machos a la deltametrina y los machos tienden a ser menos susceptibles que las hembras al benzoato de emamectina.

A juicio de la investigadora de la Universidad Austral, esto tiene que ver con la evolución de las especies. “Las hembras son las encargadas de la reproducción, por lo tanto, son las que presentan los mecanismos para lograr una mayor supervivencia frente a eventos adversos, como es en este caso, cuando son expuestas a pesticidas. De hecho, después de la aplicación de un tratamiento, la proporción de machos en los peces es alrededor de 30% versus 70% de hembras (con saco y sin saco)”, explicó Bravo.

“El que las hembras sean más resistentes, significa que esta resistencia es transmitida a la progenie, y éste es un tema relevante, ya que cada hembra de C. rogercresseyi genera alrededor de 100 huevos (50 huevos por saco ovígero, en promedio) y, además, puede tener hasta 11 camadas de huevos con sólo la copula de un macho, lo que indica que las hembras son las responsables de las altas tasas de infección. Además de la mayor supervivencia respecto a los machos, frente a condiciones adversas en las cuales su supervivencia se ve comprometida, son capaces de expulsar los sacos para que los huevos alojados en su interior puedan seguir su desarrollo”, advirtió la especialista.

Finalmente, Bravo dijo que para aumentar la eficacia de los tratamientos y disminuir la resistencia a los antiparasitarios, lo ideal sería contar con una batería de métodos alternativos para el control del piojo de mar, en los cuales se combinen productos quimioterapéuticos con otras estrategias de control. “Lamentablemente, hasta ahora, no se ha logrado la ecuación perfecta, es así como en Noruega, país que ha destinado muchos recursos para el estudio de estos parásitos, los medicamentos siguen siendo la alternativa más usada, aun cuando se ha reportado resistencia para todos los productos hoy disponibles”, reveló Bravo.

En cuanto a las recomendaciones que se desprenden de los resultados de esta investigación Bravo señaló que, por ahora, el monitoreo de eficacia, la alternación de medicamentos con distinta composición molecular y el monitoreo de la sensibilidad, en caso de observar reducción de la eficacia, son las estrategias disponibles. “Por supuesto, que todo enmarcado en un Manejo Integrado, compartido con centros influenciados por una misma masa de agua”, finalizó Bravo.

Puede revisar el abstract del artículo aquí