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Christian Pérez En la ocasión, la investigadora de Biomar, Thea Morken, relató su experiencia con diferentes niveles de inclusión de harina de pescado (HP) y aceite de pescado (AP), demostrando que los salmones dependen de una correcta entrega de nutrientes, no de ingredientes específicos. Durante las pruebas que realizó, utilizó tres porcentajes de inclusión de AP (70%, 50% y 30%), usando vacuum coating despues de la extrusion de las dietas, y seis distintos niveles de reemplazo proteico, incorporando entre 35% y 10% de HP.
El AP fue parcialmente reemplazado con aceite de colza (rapeseed), mientras que el HP fue en parte sustituido con concentrado de proteína de soya, gluten de maíz, concentrado de proteína de guisante y gluten de trigo. Después de muestrear las heces para determinar la digestibilidad del alimento, observaron que los peces alimentados con una dieta baja en AP y HP, alcanzaron el mayor FCR (P<0,01). En tanto, no hubo mayores diferencias en la retención de proteínas consumidas y digeridas en las distintas variedades de alimento. Tampoco registraron diferencias en SGR (P=0,7). La digestibilidad aparente de proteína y aceite fue mayor (P<0,05) al reducir los niveles de AP y HP en la dieta. Finalmente, el crecimiento de los peces no se vio afectado por la diferencia en la inclusión de AP y HP. Orujo de uva como antiinflamatorio Susanne Kirwan, investigadora de Dr. Eckel creative solutions, centró su presentación en el uso de antiinflamatorios para reducir la respuesta frente a los antinutrientes presentes en ingredientes vegetales.
En particular, analizó la incorporación de orujo de uva (hollejo) en la formulación del alimento para lechones, en virtud de sus propiedades antiinflamatorias, relacionadas con la presencia de polifenoles en su contenido. Se realizó un análisis post-mortem a los lechones y se concluyó que el uso de polifenoles detendría muy rápidamente el inicio de ciertos procesos inflamatorios (NF-kB y Nrf2 en células epiteliales intestinales de animales de cultivo monogástricos. Expresión génica y sistema digestivo En tanto, Trond M. Kortner, de la Escuela Noruega de Ciencias Veterinarias, contrastó dietas con dos tipos principales de ingredientes proteicos: harina de pescado y harina de soya. Según sus resultados, no hubo grandes diferencias entre ambas dietas, tanto en términos de crecimiento como respecto de digestibilidad en alevines.
Asimismo, tras analizar la expresión génica en conexión con la formación de diversas estructuras del sistema digestivo (cavidad bucofaríngea, estómago, intestino y órganos accesorios, como páncreas e hígado), descubrió que los alevines estaría capacitados para digerir y absorber alimento bastante antes de que se acabe el contenido de saco vitelino. Finalmente, el investigador también concluyó que los juveniles de salmón pueden tolerar hasta un 17% de extracto de harina de soya en sus dietas, durante los tres meses posteriores a primera alimentación.