Blumar producirá 56 mil toneladas de salmón en 2020 con plan Magallanes
Chile: El gerente general de la empresa, Gerardo Balbontín, cuenta a Salmonexpert cómo ha mejorado su productividad, aspirando a costos ex jaula bajo US$3 por kilo WFE.
Gerardo Balbontín, gerente general de Blumar, afirma en entrevista con Salmonexpert que está entusiasmado, “porque nuestros costos en salmónidos han bajado progresivamente. Si se comparan con los de 2 años atrás, la diferencia es de US$2 por kilo WFE, pues en un momento estuvimos en US$5 por kilo WFE, y ahora nos ubicamos en poco más de US$3 por kilo WFE gracias a que la productividad ha mejorado fuertemente”.
Índices en terreno positivo
De hecho, la mejor productividad ha sido clave en la baja del costo de venta de salmón de la empresa desde US$4,2 por tonelada WFE en el primer trimestre de 2018 (ex jaula US$3,3 por kilo WFE) a US$3,9 por tonelada WFE en el segundo trimestre de este año (ex jaula US$3,1 por kilo WFE).
¿Y cómo se desglosa esta mejor productividad? Tomando en cuenta ciclos cerrados a junio, la mortalidad de peces de Blumar bajó de 10% en el 2017 a 7,5% en el 2018, el peso de cosecha creció de 4,81 kilos por unidad a 5,41 kilos por unidad y el factor de conversión disminuyó de 1,37 a 1,32, tras relevantes inversiones en los sistemas de alimentación y de monitoreo.
En esa línea, Balbontín asegura que es posible perforar la barrera de US$3 por kilo WFE en costos ex jaula, “pero es una meta más difícil. En este negocio es complejo hacer proyecciones, depende mucho de las condiciones sanitarias del sector lo que pasará. Este año lo terminaremos rozando los US$3 por kilo WFE, lo que es más bajo que lo presupuestado”.
Y el avance no sólo ha sido de Blumar, sino que de todo el sector salmonicultor local. “Noruega ha tendido a subir sus costos, por el combate contra el Cáligus principalmente, y Chile los baja. Yo diría que nos acercamos bastante a los niveles de la industria nórdica”, señala el ejecutivo, a lo que se suma que en el segundo trimestre la compañía terminó con altos precios promedio de US$6,2 FOB.
Planes en detalle
Y a causa de esta mejor productividad, Blumar terminará este año con una producción de 54.300 toneladas de salmónidos. Luego, en el 2019, generará 29.800 toneladas, volviendo a los niveles de 30 mil toneladas anotados en el 2017, y computará 56.700 toneladas en el 2020, de las que 17.600 toneladas corresponderán a la región de Magallanes.
Las primeras siembras para la región de Magallanes se efectuarán este año, con 3,6 millones de smolts, y éstas ya partieron el 7 de agosto pasado en el centro de cultivo Mina Elena. Las cosechas comenzarán en el 2020, con una producción esperada de 20 mil toneladas anuales. En esta zona austral, la empresa cuenta con 14 concesiones otorgadas y 8 solicitudes en trámite.
Asimismo, la compañía proyecta invertir US$145 millones en su plan Magallanes al 2020, lo que incluye una planta de proceso propia que implicará desembolsar US$32 millones. Considerando la piscicultura a construir, actualmente se está en etapa de prospección de aguas.
Regulación requiere ajustes
En otro tema, el gerente general de Blumar admite que la nueva regulación ha dado positivos resultados a la fecha, pero está mostrando que requiere ajustes. Por lo mismo, Subpesca propuso a la industria del salmón la creación de un nuevo nivel de bioseguridad deficiente, lo que corresponde a bioseguridad Baja 4, asociado a una disminución en la densidad de cultivo de un 75%. Al igual que la modificación del puntaje considerado para el elemento productivo, en el sentido de asignar puntajes negativos cuando se proyecten crecimientos de siembras, diferenciando aquellos que aumenten hasta un 3% respecto de expansiones por sobre el 3%.
La preocupación de Subpesca frente a este escenario de crecimiento, según la última presentación a los inversionistas de la empresa, está dada en base a la experiencia pasada, en el sentido de que aumentos drásticos en la producción ponen en riesgo sanitaria y ambientalmente la actividad, debido al incremento en el número de centros de cultivo que operan simultáneamente con la consecuente alza de la biomasa en el agua.
La autoridad “quiere desincentivar que las compañías opten por crecer descontroladamente a densidad baja, ya que el sistema nunca se pensó para ese tipo de avances explosivos. Es una lástima que estemos nuevamente conversando de quién se expande más en el sector, pues acá se requieren esfuerzos conjuntos”, argumenta Balbontín.