Investigadora Siri Storteig Horn. Foto: Nofima.

Establecen heredabilidad de salmones para acumular ácidos grasos Omega-3

Noruega: El descubrimiento de la tesis doctoral muestra que es posible cambiar la composición de ácidos grasos en el músculo del salmón Atlántico mediante la crianza selectiva.

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La investigadora Siri Storteig Horn defendió recientemente su tesis doctoral en la Universidad of Life Sciences (NMBU), sobre la crianza selectiva de salmón Atlántico para conseguir que tenga una mayor composición de Omega-3.

La investigadora tuvo como objetivo general la identificación de la base genética y los mecanismos biológicos subyacentes asociados con el contenido de Omega-3 en los filetes de salmón Atlántico. En su trabajo, la investigadora incluyó varias familias de salmón de cultivo bajo las mismas condiciones de cultivo con objeto de reducir los aspectos ambientales al mínimo.

Según informa el sitio web Mispeces.com, este trabajo forma parte del proyecto “Genomics of omega-3 in Atlantic salmon”, un proyecto de cuatro años financiado por el Consejo de Investigación de Noruega. En el estudio colabora Nofima, NMBU, la Universidad de Southampton y SalmoBreed.

En el estudio se comprobó que hay una gran variabilidad individual en el contenido de ácidos grasos Omega 3 (EPA y DHA) en el tejido muscular de los peces, por lo que se considera probado que existen propiedades hereditarias para acumular estos ácidos grasos. Este descubrimiento, añade Storteig Horn, “puede ayudarnos a entender por qué algunos salmones tienen más Omega-3 que otros, y también, puede ser útil en el cultivo”.

Esta heredabilidad se fijó entre un 9% y 26% respectivamente, “por lo que es posible cambiar la composición de ácidos grasos en el músculo del salmón mediante la crianza selectiva”, indicó al respecto la investigadora.

Otro aporte de la tesis de Siri Storteig, es el que relaciona los niveles de Omega-3 en los músculos con la deposición de grasas y procesos metabólicos como el metabolismo de los carbohidratos, y los genes relacionados con el crecimiento muscular.

Además, se ha identificado una región del genoma del salmón Atlántico que se asocia con la variación del nivel de Omega-3.