El llamado a la salmonicultura a liderar innovación tecnológica con protección del ecosistema

En Blue Week Los Lagos 2025, Corfo y el Centro de Innovación UC destacaron el potencial transformador de la industria salmonicultora, para impulsar soluciones tecnológicas sostenibles desde el sur de Chile.
En la segunda jornada de Blue Week Los Lagos 2025, realizada en Puerto Montt, se vivió un intenso intercambio de ideas entre organismos públicos, representantes internacionales y centros de innovación nacionales. Desde diversas perspectivas, se abordó el desafío de impulsar una economía azul que combine sostenibilidad, crecimiento regional y desarrollo científico.
Durante su intervención en Blue Week, el vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, destacó que la economía azul representa una oportunidad concreta para transformar los desafíos ambientales y sociales en vectores de innovación. “En una región como Los Lagos, donde la salmonicultura tiene un peso específico dentro de la matriz productiva, creemos que los grandes desafíos de sustentabilidad pueden abordarse desde la economía circular y con soluciones tecnológicas de alto valor agregado. Es ahí donde Corfo tiene un rol clave en articular capacidades”.
Benavente recalcó que desde Corfo se han impulsado diversos programas que tienen como foco la acuicultura sustentable, como el Programa Territorial Integrado (PTI) Industria Sostenible del Salmón y los proyectos tecnológicos en torno al manejo de residuos. “Lo que buscamos hoy es que el desarrollo no sea sólo económico. Queremos industrias viables, resilientes y responsables. La salmonicultura tiene un potencial enorme para liderar en circularidad, trazabilidad y bioinnovación, pero eso requiere fortalecer el ecosistema completo”, explicó, añadiendo que “es fundamental que la propia industria identifique los problemas que enfrenta, para que desde ahí surjan soluciones pertinentes desde universidades, startups o centros tecnológicos. Ese enfoque, que parece evidente, no siempre se da”.




El vicepresidente ejecutivo de Corfo valoró que el ecosistema local haya ido madurando. “Tenemos capital humano técnico desde los CFT e institutos, tenemos investigación universitaria, tenemos empresas privadas que conocen el rubro y que están empezando a demandar soluciones más complejas. El desafío ahora es pasar de una lógica de proyectos individuales a una lógica de ecosistema integrado, donde cada actor aporte con lo que sabe. Sólo así podremos hablar de un desarrollo azul real y sostenible”.
Desafíos reales
Uno de los ejemplos más concretos de esta articulación fue presentado por Alex Parnás, director de Emprendimiento del Centro de Innovación UC. A través de la iniciativa UC Venture Studio, se busca conectar directamente con los desafíos reales de industrias estratégicas como la salmonicultura, para luego co-crear soluciones tecnológicas de base científica. “Nos dimos cuenta de que no se trata sólo de empujar la tecnología que ya existe desde la universidad al mercado, sino más bien de sentarse con la industria, generar confianza, conversar profundamente y entender cuál es el problema que realmente los aqueja. Recién ahí podemos hablar de innovación”, comentó a Salmonexpert.
Parnás subrayó que el modelo del Venture Studio considera etapas bien definidas, donde el foco inicial está puesto en el diálogo con los actores productivos. “Nos tomamos el tiempo de conversar, de tomarnos un café con las empresas, entender sus dolores, sus necesidades reales. Sólo después de eso, vemos si existen tecnologías que ya puedan solucionar ese problema, o si es necesario buscar nuevos emprendimientos, incluso internacionales, que hagan ese match. No es innovación abierta como tal, es más bien un acompañamiento profundo y sostenido para crear empresas desde cero que respondan a esos desafíos”.
Además, relató cómo este enfoque se ha materializado en la Región de Los Lagos a través de la colaboración con Këtrawa y el programa Volcanes. “Tenemos 20 emprendedores de base científica-tecnológica que estamos apoyando. Muchos de ellos están vinculados a la salmonicultura, a la industria lechera y al turismo. Queremos conectarlos con mentores, con investigadores, con expertos de la industria y con el capital necesario para escalar sus soluciones. Porque acá hay masa crítica, hay conocimiento, hay ganas. Lo que falta es conectar esos puntos y transformar ese talento en impacto”.
Sostenibilidad
Desde la Cancillería, el jefe de Asuntos Oceánicos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Salvador Vega, resaltó que la proyección internacional de la salmonicultura chilena debe ir acompañada de una narrativa basada en sostenibilidad. “Tenemos claro que la proteína del futuro vendrá del océano, y en ese sentido, la acuicultura va a jugar un rol fundamental. Por eso siempre estamos posicionando a nivel internacional —como en la FAO o el Comité de Pesca— que Chile está trabajando seriamente en el desarrollo sostenible de este sector. No negamos los desafíos, pero estamos dando pasos firmes”.
Vega agregó que el equilibrio entre conservación y desarrollo debe ser un principio guía. “Nuestra economía está íntimamente ligada al mar, y por eso debemos empujar políticas que combinen innovación tecnológica con protección del ecosistema. La salmonicultura no es ajena a esto. Al contrario, tiene la responsabilidad de liderar el cambio, mostrando que es posible producir proteína de forma responsable, cuidando la biodiversidad y contribuyendo al bienestar de las comunidades costeras”.
Por su parte, la embajadora de la Unión Europea en Chile y representante ante la Cepal, Claudia Gintersdorfer, expresó una visión integral sobre el desarrollo económico sostenible y el papel que debe cumplir la salmonicultura en ese contexto. Reconoció que esta industria “es uno de los pilares económicos de la Región de Los Lagos y un producto altamente cotizado a nivel internacional, pero su crecimiento debe ir acompañado de una gestión responsable de los impactos ambientales y sanitarios. En la acuicultura, incluyendo la salmonicultura, es esencial avanzar hacia una producción sostenible que resguarde el bienestar animal, los ecosistemas y la seguridad alimentaria”.
Gintersdorfer destacó que el nuevo acuerdo comercial interino entre la Unión Europea y Chile, vigente desde el 1 de febrero, abre un abanico de oportunidades en esta materia, al incorporar un capítulo específico sobre desarrollo sostenible y reconocer productos chilenos con indicación geográfica, lo que refuerza el valor del origen y la identidad territorial.
“El acuerdo no sólo fomenta el comercio, también promueve un equilibrio entre crecimiento económico y cuidado del entorno. En cuanto al vínculo con la economía azul, valoramos la experiencia europea y la cooperación con América Latina como clave para avanzar en tecnologías limpias, soluciones biotecnológicas y regulación ambiental. “El océano es un bien común y protegerlo debe ser una tarea colectiva”, concluyó la profesional.
Desde la mirada de la UNESCO, la economía azul no puede entenderse sin una base científica sólida y sin una ciudadanía educada sobre la importancia del océano. Así lo expresó Esther Kuisch, directora de la oficina regional para América Latina y el Caribe, quien recalcó que uno de los mayores desafíos actuales es la desconexión entre la población y el conocimiento marino.
“Aunque dependemos del océano para nuestra alimentación y nuestro bienestar, todavía sabemos muy poco de él. Por eso desde la UNESCO trabajamos fuertemente en promover la cultura oceánica, especialmente en países como Chile que, siendo eminentemente marítimos, muchas veces no incluyen contenidos sobre el océano en la educación escolar”, afirmó la especialista.
Kuisch valoró el esfuerzo que realiza Chile en posicionarse como actor clave en la protección del océano a nivel internacional, y destacó el trabajo colaborativo con instituciones como la Armada y el SHOA, así como las iniciativas de investigación impulsadas desde el sur. “Si queremos que las industrias del mar, como la salmonicultura, tengan un futuro sostenible, debemos invertir también en educación, en ciencia y en sensibilización. Sólo así podremos encontrar el equilibrio real entre conservación y producción”.
Blue Week continúa mañana con el día del “Océano, ciencia e innovación”, mientras que el jueves 15 se abordarán “Soluciones climáticas desde el océano”. El encuentro concluirá el viernes 16 de mayo con una programación enfocada principalmente en la comunidad, centrada en el “Arte y cultura en océanos”, además de realizarse el Summit Acuícola 2025, organizado por los Programas y Consorcios Tecnológicos Acuícolas y la Gerencia de Capacidades Tecnológicas de Corfo.