Afirman que la salmonicultura debe crecer hasta el 70% de la economía en Magallanes
El senador Alejandro Kusanovic alertó que, si no se potencia la industria acuícola, puede pasar lo mismo que ocurrió en Chile con el salitre, que pasó de brillar a desaparecer.
Hace algunos días, representantes del Centro Incar, entre otros, fueron hasta la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura del Senado, para dar a conocer la realidad noruega, escocesa y canadiense sobre planificación territorial del sector salmonicultor comparada a la operación chilena.
Tras estas exposiciones, el senador Alejandro Kusanovic manifestó que la principal industria en Magallanes es el salmón, con el 23% del PIB regional, le sigue el turismo con el 15%, y la ganadería hoy no es más del 3%.
Además, el parlamentario señaló que el sector salmonicultor ocupa sólo 2.000 hectáreas en concesiones marítimas, 0,043% de la superficie total. “Debería ser 70% del PIB en Magallanes, es la tercera oportunidad de desarrollo, después de la industria de la oveja y del petróleo, pero la tenemos limitada y no la queremos usar”.
De acuerdo con Kusanovic, la Universidad de Magallanes no hace absolutamente nada, por ejemplo, analizar qué es lo que cae de un centro de salmones, si son alimentos o desechos y ayudar a solucionarlo transformándolo en abono para praderas, “pero la casa de estudios brilla por su ausencia y anda investigando el aleteo de las moscas en la Antártica, no lo importante”.
El senador, en tanto, acusó que la Universidad de Magallanes se ha dedicado “a contratar y a contratar y estar endeudada en más de $30.000 millones. El Estado además debe apoyar más a la industria. Se está evaluando sembrar salmones en mar abierto y tenemos los fiordos y canales para lograrlo. Nos pasará lo mismo que con el salitre si no tomamos acciones”.
Por su parte, el senador Carlos Kuschel indicó que “nosotros tenemos condiciones naturales lejos mejores que las de Noruega para crecer, somos tres veces ellos en cuanto a espacio, eso es clave en salmonicultura”.
Sin embargo, en Noruega, “han identificado obstáculos regulatorios, removiéndolos para quintuplicar su producción, y en Chile estamos en la etapa de sumar trabas. También tienen una planificación vinculada a los municipios a diferencia de nuestro país”, dijo Kuschel.