Plantean hoja de ruta energética y ambiental para la salmonicultura en InnAqua 2025

La salmonicultura chilena enfrenta el desafío de reducir emisiones y optimizar energía, según coincidieron expertos, destacando avances en hidrógeno, mareomotriz y oxigenación.
La segunda jornada de InnAqua 2025 reunió a destacados expertos y ejecutivos de la industria en Puerto Varas, con un fuerte énfasis en cómo la salmonicultura chilena debe enfrentar los desafíos energéticos y ambientales de la próxima década. Durante las sesiones de Energías Renovables y Eficiencia Energética y Reducción de la Huella de Carbono y Descarbonización, se presentaron propuestas tecnológicas, modelos de gestión y nuevas fuentes de energía para reducir costos, avanzar en sostenibilidad y cumplir con los compromisos de mitigación del cambio climático. Con cifras concretas, experiencias piloto y llamados a la acción, la jornada dejó en claro que la transición energética y la descarbonización ya no son opciones futuras, sino exigencias presentes para mantener la competitividad global del sector.
Innovaciones para una energía más eficiente
El Regional Sales Manager de ABB para Latinoamérica, Gastón Herrera, explicó que uno de los mayores desafíos de la industria salmonicultora está en la refrigeración, particularmente en el uso de compresores, que pueden representar “alrededor del 50-60% del total de la cuenta de energía eléctrica en una compañía y hasta el 90-95% de los costos energéticos totales en un frigorífico”. Subrayó que, en la mayoría de los casos, los equipos no operan al 100% de capacidad, lo que genera un enorme desperdicio de energía. En este sentido, destacó que el control de velocidad de los motores mediante variadores de frecuencia permite reducir el desgaste mecánico y los picos de consumo, optimizando el funcionamiento de la cadena de frío.




Herrera enfatizó que la aplicación de estos sistemas eléctricos en lugar de métodos mecánicos abre la posibilidad de alcanzar ahorros de hasta un 20% en el consumo de energía de los compresores. “El variador de velocidad proporciona un control preciso del nivel de oxígeno, mayor estabilidad del proceso, eficacia y facilidad de conexión a los sistemas de control”, puntualizó. Asimismo, destacó que ABB ha logrado récords mundiales en eficiencia energética con motores de hasta 99,3% de eficiencia, lo que se traduce en menos pérdidas y en un impacto directo en la sostenibilidad de las operaciones acuícolas.
Por su parte, el fundador y director de Voltify, Nelson Stevens, recalcó que “todos los proyectos tienen que partir con eficiencia energética”, recordando que los costos de la energía convencional han aumentado en un 45% en tan solo 18 meses, lo que representa una presión significativa para las industrias intensivas en consumo eléctrico, como la salmonicultura. “Este escenario se convierte en una oportunidad para avanzar hacia renovables, ya que el costo solar ha bajado de US$4 mil por panel a apenas US$60 dólares, y la eficiencia sigue aumentando”.
Stevens también compartió ejemplos concretos de aplicación de tecnologías híbridas y de monitoreo inteligente en centros de cultivo, destacando que actualmente existen sistemas capaces de reducir “en un 70% el uso de diésel y en un 75% las horas de operación de generadores”. Para él, el futuro pasa por integrar fotovoltaica, eólica y almacenamiento, apoyados en plataformas de IoT y sensores de última generación que permitan medir, controlar y documentar el consumo energético. “Ahora se exige medir, documentar y generar un plan de eficiencia. Este es el momento de aprovechar la baja en los costos renovables y la necesidad urgente de reducir emisiones”, aseguró.
Nuevas fuentes energéticas para la salmonicultura
El gerente general de DVS Chile, Daniel Vega, se enfocó en el potencial de la energía mareomotriz en la salmonicultura, especialmente en zonas como Puerto Aguirre, Melinka o Caleta Andrade. Explicó que, a diferencia de lo que ocurre en Magallanes, donde las condiciones climáticas son adversas, en Aysén se encuentran mejores oportunidades para aprovechar el recurso. “Prácticamente el 50% de las concesiones acuícolas están en esta región, y la generación mareomotriz puede ubicarse en los estrechos y canales donde hay obstrucciones naturales que incrementan la velocidad de las corrientes”, detalló.
Vega relató que tras 15 años de trabajo se ha demostrado que es factible generar energía con hélices submarinas, logrando resultados que pueden llegar a los 50 megawatts con sistemas de mayor escala. “Con este prototipo podemos censar si realmente logramos generar los 10 megas al mes que tenemos definido con hélices de 6,5 metros de diámetro. Si pasamos a una de 15 metros, la capacidad se acerca a los 50 megas”, afirmó. Además, planteó que el desarrollo de esta fuente permitiría reducir la dependencia del diésel en pontones y centros de cultivo remotos, favoreciendo la sostenibilidad del sector.




Desde la mirada de la gran minería y su reconversión energética, Marcos Harismendy, jefe de asuntos ambientales de Minera Isla Riesco, presentó el potencial del hidrógeno verde para diversificar el suministro energético de la acuicultura. Explicó que en Magallanes se están reutilizando instalaciones mineras en desuso para generar proyectos basados en electrólisis del agua, lo que permitirá producir amoníaco verde como vector energético. “El hidrógeno es el elemento más abundante del universo, pero no en su forma pura. Para obtenerlo de manera limpia necesitamos electrólisis con energía renovable, que en Magallanes puede provenir de la eólica”, indicó.
El ejecutivo destacó que Chile es competitivo a nivel mundial en este ámbito, con costos proyectados de producción de hidrógeno verde en torno a US$1,5 por kilo, lo que lo posiciona entre los más bajos del mundo. Además, planteó que existen sinergias evidentes con la salmonicultura. “Todo lo que tenga demanda energética se podría cambiar a amoníaco. También la flota marítima, incluidas las embarcaciones de apoyo de la industria, podría adaptarse a este combustible limpio”, expresó, haciendo hincapié que el oxígeno generado como subproducto del proceso de electrólisis abre una oportunidad para su uso en la acuicultura.
En tanto, el subgerente de sustentabilidad de Mowi Chile, Nicolás Eymin, recordó que la salmonicultura debe liderar la llamada “revolución azul”, con procesos que permitan reducir de forma significativa las emisiones y avanzar hacia un modelo de gestión energética robusto. “En 2030 tenemos que reducir el 50,6% de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero en alcance 1 y 2. Es una meta exigente, pero vamos en camino a cumplirla”, sostuvo. Para ello, la compañía se ha enfocado en democratizar el lenguaje energético al interior de la organización, sensibilizando a todos los trabajadores sobre la importancia del recurso.
Eymin también destacó medidas concretas que ya se están aplicando, como la separación de frigoríficos en la planta Chacabuco para adecuar el consumo a la estacionalidad productiva, o la instalación de hidroturbinas en la piscicultura del Fiordo Aysén, que permiten generar hasta 2 MWh sin depender de diésel. Además, subrayó la relevancia de la jaula solar desarrollada por Mowi en el centro de cultivo Huar Norte, que constituye la primera de su tipo a nivel nacional y busca reducir de manera significativa el uso de combustibles fósiles en los centros de cultivo. “Con la jaula solar apuntamos a generar energía limpia directamente en el lugar de operación, disminuyendo las emisiones y avanzando en un modelo de producción más sostenible. No sólo basta con traer innovación o nuevas tecnologías. Necesitamos un sistema de gestión que respalde y que permita identificar dónde están los usos significativos de energía, generar indicadores de desempeño y capacitar a las personas en todos los niveles”, explicó.
Para finalizar la sesión de Energías Renovables y Eficiencia Energética, Rodrigo Barahona, jefe de negocios industriales de Saesa Innova, abordó el potencial de integrar diversas fuentes renovables en un modelo híbrido adaptado a la salmonicultura, combinando mareomotriz, eólica y solar. Planteó que el gran desafío no está solo en la generación, sino en la gestión eficiente del almacenamiento y el suministro continuo en zonas aisladas. “La industria necesita soluciones que aseguren energía 24/7, porque no se puede interrumpir la operación de un centro de cultivo sin poner en riesgo la vida de los peces”, señaló.
Barahona enfatizó que el camino hacia la eficiencia energética requiere de proyectos piloto en colaboración con la industria, que permitan validar tecnologías en condiciones reales. Según dijo, los avances en baterías de litio y sistemas de hidrógeno de pequeña escala abren nuevas posibilidades para los centros más remotos. “Tenemos que pasar del concepto a la aplicación concreta, demostrando que estas soluciones son viables técnica y económicamente para la salmonicultura”, concluyó, resaltando la necesidad de financiamiento público-privado para acelerar la transición.
Estrategias de descarbonización y huella de carbono




En la sesión de Reducción de la Huella de Carbono y Descarbonización, la gerente de ventas de Siemens Chile, Zuleyma López, señaló que la transformación digital es una necesidad urgente para la industria acuícola, pues permite optimizar procesos y reducir consumos energéticos. “La transformación digital no es una tendencia, ya se ha convertido en una necesidad. Si no nos subimos a ese tren de alta velocidad, nos vamos a quedar atrás”, advirtió. Explicó que herramientas como los gemelos digitales y la inteligencia artificial permiten simular procesos antes de llevarlos al mundo real, logrando “ahorros energéticos y reducción de desperdicios, con lo cual nos volvemos cada vez más sostenibles”.
López presentó casos concretos aplicados a la acuicultura, destacando que “más del 90% de nuestro portafolio permite a los usuarios lograr un impacto positivo en materia de sostenibilidad”, dando como ejemplo que en Ecuador, el uso de sensorización y radiación controlada en el cultivo de camarones permitió optimizar el oxígeno y alcanzar un 30% más de producción. Además, destacó que tecnologías como el control automatizado de alimentación y luz pueden mejorar tanto la eficiencia energética como el bienestar animal.
El socio fundador de Greenticket, Cristián Andler, expuso que la salmonicultura chilena ha avanzado a pasos agigantados en sostenibilidad durante la última década. “De los clientes que hemos visto, el sector salmonicultor es de los que más ha avanzado en sostenibilidad comparado con marcas muy grandes y conocidas”, aseguró. Igualmente recordó que la proteína del salmón tiene una huella de carbono promedio de 4,3 kg de CO₂ por kilo producido, lo que representa reducciones de hasta un 84% en potencial de cambio climático y un 95% en uso de suelo respecto a la carne bovina.
Andler precisó que el principal desafío está en el alcance 3 de la huella de carbono, correspondiente a la cadena de suministro, donde la alimentación concentra el 65% de las emisiones. “El talón de Aquiles es el alimento y el flete aéreo de pescado fresco, que incrementa la huella. Ahí debemos enfocar los esfuerzos”, planteó. Aun así, destacó que el sector ya utiliza casi un 50% de energía renovable certificada y ha avanzado notablemente en valorización de residuos, lo que antes era nulo y hoy es una práctica generalizada.
El director ejecutivo de Los Lagos Digital, Álvaro Rosselló, advirtió que el costo de no actuar frente al cambio climático asciende a US$16 millones por hora a nivel global, lo que demuestra que la descarbonización es también un desafío económico. “No hablamos de reputación o marketing, hablamos de economía pura y dura”, recalcó. Recordó que en 2016 hubo la mayor mortalidad de peces de cultivo registrada en el mundo, con pérdidas cercanas a US$800 millones y efectos sociales profundos en Chiloé; por ello, pidió acelerar la adopción de tecnologías que permitan anticipar riesgos y sostener la productividad.
Rosselló planteó que la industria debe abrazar los principios de la Industria 5.0, poniendo a las personas y la sostenibilidad en el centro y, sobre todo, gestionando con datos de calidad. “Intentar descarbonizar sin datos es como querer bajar de peso sin mirar nunca la balanza”, dijo, enfatizando que apenas una fracción de la data corporativa sirve actualmente para decisiones críticas. A su juicio, la digitalización —incluidos gemelos digitales, IoT y analítica— puede traducirse en reducciones de hasta 25% en huella de carbono, 20% en consumo de energía, 15% en uso de recursos, además de 50% menos tiempos de inactividad y 12% menos costos de mantenimiento, cuando se implementa con propósito y gobernanza.
Agricultura, insumos y proteína vegetal




El gerente del PTEC Inva, Daniel Nieto, destacó que Chile depende en un 85% de insumos vegetales importados para la alimentación de salmones, lo que aumenta costos e impacto ambiental. “Eventos como el Covid o la guerra en Ucrania han mostrado lo frágil que es esta dependencia”, señaló. Explicó que el programa busca reemplazar harina y aceites de pescado por proteínas y aceites vegetales locales, con cultivos como lupino, trigo, canola y camelina, reduciendo la huella de carbono hasta en un 60% al evitar deforestación y transporte internacional. En ese sentido, puntualizó que la magnitud del desafío es enorme, ya que para abastecer las necesidades de trigo como aglomerante se requieren unas 40 mil hectáreas adicionales, mientras que en el caso del aceite serían necesarias cerca de 150 mil hectáreas más de raps o camelina.
Nieto recalcó que “las dietas de salmón pueden reemplazar el 100% de la harina de pescado con fuentes vegetales, suplementando los aminoácidos faltantes”. En cuanto a la proteína, subrayó que el lupino se perfila como el cultivo más prometedor, aunque hoy existen menos de 20 mil hectáreas sembradas y la industria requeriría más de 400 mil. “Meter la dieta a partir de insumos vegetales convenientemente, respetando la necesidad nutricional y el bienestar de los peces, es una de las cosas más importantes que hemos hecho en los últimos años”, afirmó, agregando que el desafío pasa también por la biotecnología, la concentración de proteínas y la producción local de omega-3 a partir de algas y aceites especiales.
En tanto, el fundador de Minverso, Nicolás Beghelli, presentó el potencial de las tecnologías disruptivas para anticipar fallas y reducir emisiones. Señaló que la inteligencia artificial permite pasar de la recolección de datos históricos a la predictibilidad, integrando variables como clima y experiencia de los trabajadores. “La IA está 24/7 analizando información y nos puede decir con antelación cuándo se va a echar a perder una máquina o cuándo debemos planificar un mantenimiento”, explicó, lo que permite evitar pérdidas y optimizar recursos.
Beghelli sostuvo que la aplicación de estas tecnologías al cultivo de salmón permitirá reducir consumos energéticos y emisiones asociadas. “La inteligencia artificial tiene la capacidad de escucharnos y tomar razonamiento sobre eso. Toda la experiencia blanda, el clima, el historial, entre otros, se integran para hacer más eficientes las operaciones”, afirmó, remarcando que la industria debe construir un relato basado en datos predictivos, que movilice a la acción en descarbonización y competitividad.
Para finalizar la sesión, el gerente general de Imenco Aqua Chile, David Ulloa, explicó que uno de los aspectos más críticos en la salmonicultura es la oxigenación, ya que representa un alto consumo energético en los centros de cultivo. Subrayó que los sistemas tradicionales, que dependen en gran medida de generadores diésel, no solo elevan los costos, sino que también generan emisiones que la industria busca reducir. “El oxígeno es fundamental para el bienestar de los peces y la eficiencia productiva, por lo que necesitamos avanzar hacia tecnologías que entreguen la misma seguridad operativa, pero con menor consumo de energía”, indicó.
Ulloa destacó que actualmente existen soluciones tecnológicas que permiten optimizar la inyección de oxígeno en el agua, utilizando sistemas más inteligentes y menos demandantes en términos energéticos. “La clave está en lograr una oxigenación más estable y eficiente, que reduzca la necesidad de combustibles fósiles y entregue a la vez mejores condiciones de cultivo”, señaló. Según comentó, estas innovaciones no solo apuntan a la descarbonización, sino también a una operación más resiliente y competitiva para la salmonicultura chilena, especialmente en escenarios de alta demanda metabólica de los peces.