Transfer Summit 2025 marcó pauta en la transferencia sostenible del salmón
Expertos de Noruega y Chile compartieron avances en fisiología, nutrición, bienestar y logística para fortalecer la eficiencia y sostenibilidad del proceso de esmoltificación.
Con el propósito de generar un espacio técnico especializado que reuniera a expertos nacionales e internacionales en torno a uno de los procesos más decisivos del ciclo productivo del salmón, Salmofood, marca de Vitapro, realizó el Transfer Summit 2025, encuentro que se llevó a cabo en el Centro de Vinculación Ciudad Puerto de Empormontt.
La instancia, inédita en su tipo, buscó profundizar en la esmoltificación y transferencia de salmónidos desde agua dulce hacia el mar, abordando cada etapa —desde la preparación fisiológica y nutricional de los peces hasta el transporte y la recepción en centros de engorda—, con el objetivo de fortalecer la eficiencia productiva, el bienestar animal y la sostenibilidad del proceso.
Durante la inauguración, el gerente comercial de Vitapro Chile, Francisco Valdés, destacó la importancia de crear un espacio técnico enfocado exclusivamente en la transferencia y esmoltificación, consideradas por la compañía como fases críticas dentro del ciclo productivo. En sus palabras, el evento representa “un sueño muy bien materializado gracias al interés y convocatoria”, subrayando que la meta de esta instancia es posicionar a Chile y a la Patagonia “como referentes globales de conocimiento, innovación y transferencia tecnológica en materia de esmoltificación, con el propósito de avanzar hacia una salmonicultura más eficiente y sostenible”.
Asimismo, Valdés explicó que esta iniciativa surge como una extensión del lanzamiento de la línea Agua Dulce, realizada a comienzos del año, con el fin de vincular los aprendizajes entre los ambientes de agua dulce y de mar, fortaleciendo el trabajo colaborativo entre productores, proveedores, instituciones y medios especializados. “Más allá de vender alimento, buscamos agregar valor a nuestros clientes y a la comunidad, integrando investigación, desarrollo y conocimiento técnico que muchas veces no sale a la luz”, afirmó, enfatizando el compromiso de Salmofood con la generación de conocimiento que impulse la evolución integral de la salmonicultura.
Salud y diagnóstico en agua dulce
En la charla “CO₂ and Nephrocalcinosis – Including diagnostic methods”, Kirsti Hjelde, médica veterinaria del del Instituto Noruego de Investigación Alimentaria, Pesquera y Acuícola (Nofima), abordó el impacto del dióxido de carbono en la aparición de la nefrocalcinosis, una de las patologías más graves en la fase de agua dulce. Explicó que esta condición, caracterizada por calcificaciones renales que alteran la función osmótica y la respuesta inmunológica de los peces, no es una enfermedad única, sino un síntoma multifactorial asociado a distintos factores ambientales y fisiológicos. “El daño renal no sólo compromete la excreción, sino también la producción de células sanguíneas y la inmunocompetencia, generando peces que parecen sanos, pero que son extremadamente vulnerables al ingresar al mar”, indicó, resaltando que los altos niveles de CO₂ en el agua son una de las principales causas detectadas en estudios recientes.
Hjelde también profundizó en los métodos diagnósticos más efectivos para detectar la nefrocalcinosis, como la radiografía, la histología y el ultrasonido, enfatizando que “ningún método es perfecto, pero su uso combinado permite comprender mejor la extensión del daño y prevenir pérdidas significativas”. Proyectos como Control-Aqua y NephroReduce han demostrado una correlación directa entre el aumento del CO₂ y la severidad de los casos, además de evidenciar que, aunque las calcificaciones pueden desaparecer, las cicatrices internas persisten y reducen la funcionalidad renal. La investigadora subrayó el potencial del uso de sistemas de aprendizaje automático aplicados al ultrasonido para detectar peces con daños renales antes de la transferencia al mar, una innovación que podría mejorar la supervivencia y el bienestar de los salmones.
Por su parte, Trine Ytrestøyl, investigadora senior de Nofima, expuso la charla “Timing of Seawater Transfer – Does size matter?”, en la que analizó la relación entre el tamaño del smolt, las condiciones de fotoperiodo y salinidad en sistemas RAS, y su desempeño posterior en el mar. A partir de ensayos realizados durante ocho años en el centro de innovación Kulturakva, explicó que el tamaño del pez al momento de la transferencia influye significativamente en su crecimiento, supervivencia y maduración. “Los smolts más grandes, de 600 gramos, presentaron un crecimiento inicial más lento y una mayor mortalidad, mientras que los de 100 y 250 gramos mostraron un desempeño más equilibrado y rentable”, indicó, haciendo hincapié en que los peces de mayor tamaño tienden a sufrir más durante los meses cálidos, lo que afecta su eficiencia alimenticia.
Ytrestøyl advirtió que no existe un protocolo único aplicable a todos los tamaños o estaciones del año, ya que factores como la temperatura, la duración del fotoperiodo y el uso de agua salobre influyen de manera decisiva en la maduración temprana de los machos. “El manejo del fotoperiodo es una herramienta poderosa, pero debe aplicarse con conocimiento biológico, porque un error puede duplicar la tasa de maduración y reducir drásticamente el rendimiento en el mar”, detalló, proponiendo adaptar los protocolos a las condiciones ambientales y fisiológicas específicas de cada sistema.
En tanto, Claudio Arcos, Project Manager Customer Support de Pharmaq Analytics Chile, presentó la ponencia “Smoltvision y la adaptación del salmón: un enfoque molecular para mejorar el rendimiento en mar”, destacando cómo las herramientas moleculares están transformando la evaluación de la capacidad de adaptación de los peces. Explicó que Smoltvision representa una evolución frente a los tradicionales ensayos salinos, al detectar mediante marcadores genéticos el grado real de esmoltificación. “Actualmente podemos observar directamente la expresión de genes específicos —como las isoformas NDKA-A1A y NDKA-A1B— que indican si el pez está preparado para el mar o si requiere más tiempo de acondicionamiento”, indicó, destacando que esta información permite optimizar la planificación productiva y reducir riesgos sanitarios durante la transferencia.
El especialista subrayó que la información obtenida mediante Smoltvision también mide el estado de salud y bienestar de los peces, ya que los cambios genéticos pueden revelar alteraciones branquiales o cuadros de patología de esmoltificación. “Cuando detectamos una reversión en la expresión de los genes marinos, sabemos que los peces no están listos para ser trasladados; insistir en ello implicaría pérdidas productivas importantes”, advirtió. Esta metodología, adoptada en Chile desde 2020, ofrece resultados más rápidos y precisos, con procedimientos de muestreo más simples, lo que permite garantizar smolts de alta calidad y mejor desempeño en mar.
Temperatura, salinidad y bienestar
En la exposición “From smolt to slaughter: effects of smolt rearing temperature and salinity”, Anja Striberny, investigadora de Nofima, presentó los resultados del proyecto Temp-Intense, un estudio de largo plazo que analizó cómo las condiciones de temperatura y salinidad durante la fase de agua dulce influyen en el crecimiento, la salud y la calidad final del salmón del Atlántico. Explicó que la temperatura actúa como un “regulador maestro” de la fisiología del pez, afectando su ritmo de crecimiento, capacidad de osmorregulación y rendimiento posterior en el mar. “Los peces criados a 12 o 14 grados alcanzaron un mayor peso y mostraron mejor crecimiento a lo largo del ciclo productivo, sin evidencias de efectos negativos sobre su salud”, afirmó.
Striberny señaló que la aclimatación gradual a la salinidad antes del traslado al mar se asoció con una leve mejora en la supervivencia y el bienestar, especialmente en peces criados a menor temperatura. Si bien no se observaron diferencias significativas en lesiones o parámetros morfológicos, se detectó una tendencia a la aparición de cataratas leves y corazones más pequeños en peces criados a altas temperaturas, sin perjuicio sanitario evidente. “El uso de temperaturas de hasta 14 °C en la fase de agua dulce es seguro, siempre que se mantenga una buena calidad del agua y densidades adecuadas”, puntualizó, destacando que estos peces presentaron una mayor proporción de filetes de calidad superior al momento de la cosecha.
En tanto, Trine Ytrestøyl volvió a participar con la ponencia “Seawater performance of large smolts – Lessons from the Industry”, donde presentó un análisis comparativo entre Noruega y las Islas Feroe sobre el desempeño en mar de los smolts de gran tamaño. Explicó que el interés en producir smolts mayores a 250 gramos responde a la necesidad de reducir el tiempo en el mar y los tratamientos antiparasitarios, pero advirtió que el éxito de esta estrategia depende de la calidad fisiológica y del manejo previo. “En Noruega, cerca del 24% de los smolts ya superan los 250 gramos, pero los resultados son variables ya que algunos productores reportan buen crecimiento, mientras otros registran peces exhaustos con menor ingesta de alimento”.
La investigadora sostuvo que las Islas Feroe, con más de veinte años de experiencia en smolts grandes, presentan una menor mortalidad y mejor desempeño, aunque un crecimiento acelerado en agua dulce se asocia a una mayor mortalidad posterior. Recomendó limitar la temperatura en sistemas RAS a entre 10 y 12 °C, mantener densidades inferiores a 65 kg/m³ y evitar transferencias en invierno para reducir el contraste ambiental. “La clave está en equilibrar biología y tecnología. Temperaturas moderadas, buena calidad del agua y una transición gradual aseguran mejores resultados en mar”.
En la exposición “Nutrición funcional pre y post transferencia”, Paulo Alarcón, gerente de Feed Technology de Salmofood, abordó el rol decisivo que cumple la alimentación en los periodos críticos de la esmoltificación y adaptación al agua de mar, destacando cómo el diseño de dietas funcionales puede mejorar la supervivencia, el crecimiento y el bienestar del salmón. “No se trata solo de hacer crecer al pez, sino de preparar su organismo para resistir el estrés que implica el cambio de ambiente”, señaló, destacando que el enfoque actual combina precisión nutricional, caracterización avanzada de materias primas y tecnologías —como la transcriptómica y la nutrigenómica— para formular dietas que integren eficiencia productiva, sostenibilidad y bienestar animal.
El especialista detalló los componentes clave de las dietas funcionales, como la betaína, las vitaminas del complejo B y los aminoácidos funcionales —metionina, histidina y taurina—, fundamentales para la protección del cristalino y la prevención de cataratas. “Las dietas de transferencia deben formularse no solo para el crecimiento, sino para la salud ocular, la integridad branquial y la capacidad de osmorregulación”, puntualizó, agregando que la incorporación de micronutrientes esenciales como fósforo, zinc y vitamina C mejora la mineralización y la respuesta antioxidante, reduciendo el estrés osmótico y oxidativo.
En la última presentación, titulada “Indicadores productivos y puntos críticos en el transporte de smolt”, José Zeballos, líder del área de Auditorías Técnicas de Acuicultura en Aquabench, entregó un análisis sobre la mortalidad asociada al transporte de smolts en Chile, destacando la necesidad de fortalecer el control operativo y estructural en esta etapa crítica. Entre 2024 y 2025, la empresa realizó más de 1.300 auditorías técnicas en pisciculturas y sistemas de traslado de peces, identificando que, pese a una tendencia general a la baja en la mortalidad total —cercana al 1%—, persiste una alta variabilidad entre regiones y especies, especialmente en Magallanes, donde algunos eventos superan el 2,5%. “Estamos frente a un proceso con incertidumbre y con claros espacios de mejora; reducir la mortalidad asociada al transporte implica revisar toda la cadena logística, desde la planificación hasta la descarga”.
El especialista subrayó que los mayores riesgos estructurales y mecánicos se concentran en el transporte marítimo, donde el cumplimiento de estándares apenas alcanza un 4%, mientras que en el transporte terrestre los puntajes de riesgo también son altos. Detalló que los factores críticos incluyen el tiempo de carga, la densidad de transporte, la verificación de sensores, el estado de ductos y mecanismos de descarga, y la calidad del agua durante los recorridos largos. “Las empresas que implementan controles preventivos y revisiones estructurales han logrado disminuir sus tasas de mortalidad”, precisó, destacando que la digitalización de auditorías permitió desarrollar un score de riesgo operativo y bioseguridad que facilita priorizar acciones correctivas. Zeballos subrayó que reducir los tiempos de traslado y mantener indicadores estables de bienestar animal son claves para un proceso logístico más eficiente y sustentable.
Mañana, Salmonexpert publicará una nota sobre el módulo de indicadores, mercados y panel de conversación.