La visión del cuestionado subsecretario de Pesca y Acuicultura sobre la salmonicultura

Julio Salas Gutiérrez.

Julio Salas entregó cifras erróneas sobre la merluza, en la Ley de Fraccionamiento, y en materia acuícola no se consiguen avances normativos. Se está pidiendo su renuncia.

Published

El subsecretario de Pesca y Acuicultura, Julio Salas, negó que las cifras erróneas entregadas por el Gobierno a la Comisión Mixta, que revisa la Ley de Fraccionamiento, hayan derivado en la votación que finalmente rebajó la cuota de la merluza para los industriales de 60% a 48% y dejó la de artesanales en 52%, generando el anuncio de cierra de plantas como PacificBlu.

Salas se refirió también a la posibilidad de su salida, como lo han solicitado parlamentarios tanto de la oposición como del oficialismo, y los trabadores tanto de la salmonicultura como de la pesca. "Eso es siempre una decisión que le corresponde a mis autoridades. No está en juego ni deja de estar en juego".

Pero, ¿quién es el titular de Subpesca? Es Abogado de la Pontificia Universidad Católica de Chile con un Magíster en Gestión y Política Públicas en la Universidad de Chile.

Posee una trayectoria de más de 17 años como Directivo del Sector Público en las carteras de Trabajo y Previsión Social, de Desarrollo Social, de la Secretaría General de la Presidencia y en el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo.

Se ha desempeñado además como Director y Subdirector Nacional de Servicios, Jefe de División y de Programas, además de Representante Ministerial en diversos Directorios, Consejos, Comités y Foros Internacionales. Cuenta también con experiencia de trabajo en ONGs y en docencia. Es Independiente en términos políticos, afirman.

Salas Gutiérrez, en tanto, fue candidato a Diputado por el Distrito 8, que incluye a las comunas de Estación Central, Lampa, Cerrillos, Colina, Pudahuel, Maipú, Tiltil y Quilicura, por la Lista Apruebo Dignidad, siendo Independiente pro Revolución Democrática en este caso.

Considerando su visión de la industria salmonicultora, ha dicho que está claro que el sector es fundamental para muchas Pymes y la economía regional. “Todos sabemos lo que significa para Chile, en empleos, en el emprendimiento, en desarrollo”, pero “no se ha alcanzado una misma dirección entre sector público y privado, en los últimos 15 años, acuerdos perdurables para la sostenibilidad. No es falta de voluntad sino que es una difícil tarea”.

De acuerdo con lo manifestado por la autoridad, la industria tiene un menor número de externalidades que otras proteínas, y para reforzar esto en la nueva Ley Acuícola -que por ahora está descartada-, es relevante establecer con mayor claridad cómo debe ser compatible con el medio ambiente y la comunidad. “Por eso es necesario un acuerdo público y privado y un nivel de transparencia incuestionable”.

Asimismo, ha recordado que en Chile, el 43% el mar cuenta con algún tipo de protección, diciendo que “necesitamos visualizar la protección como ventaja competitiva y no como una debilidad, ya que puede permitir llegar mejor a los mercados internacionales, no nos jactamos en ser líderes de protección de recursos marinos y eso está incorrecto”.

Pese a que existe diálogo permanente, a su juicio, entre la autoridad y el sector privado de la salmonicultura -a veces tenso pero buscando avances-, “la conversación para la Ley Acuícola no será posible sin sentidos comunes de qué queremos que pase con la salmonicultura a largo plazo, los problemas deben ser abordados ahora”.

De hecho, se están perfilando las vías en que se abordará la Ley de Acuicultura que ya estaría descartada, y ante la Comisión Nacional de Acuicultura se planteó la posibilidad abierta, dijo Subpesca, “de avanzar en uno o varios cambios normativos para la acuicultura. Se están evaluando distintas alternativas, y no nos cerramos a ninguna posibilidad de desarrollo legislativo. En estos momentos aún estamos en proceso de sistematización de los antecedentes recolectados en los procesos de diálogo para la acuicultura y es a partir de ello que se definirá cómo avanzar en términos legislativos”.

Con todo, señalaron, “estimamos que el impacto de un cambio normativo no lo define qué tan extenso sea un proyecto, sino qué materias podemos abordar, de modo que sean significativas para la diversidad del sector. De hecho, en materia de pesca también resolvimos avanzar en aquellas materias que se consideran más urgentes desagregándolas de un cuerpo normativo mayor, surgiendo así el proyecto de Ley de Fraccionamiento”.

Por lo mismo, el Gobierno está trabajando con la salmonicultura en una agenda corta, para que se concreten modificaciones normativas que no requieren de cambios legales, con el fin de agilizar la actividad y quitar algunas trabas de desarrollo… está por verse qué ocurrirá.