
Innovaciones en la cuna de la salmonicultura: Lo más reciente en Noruega
La Nor-Fishing Foundation, organizadora de la feria Aquanor, ha premiado durante bastantes años a las más notables novedades tecnológicas acuícolas. Como en anteriores ocasiones, los nominados de este año podrían revolucionar el futuro del sector.Christian Pérez Mallea | christian@salmonexpert.cl
Aquella noche del martes 18 de agosto, no sólo se trató de una excelente degustación de productos del mar. Había bastante más en juego. De hecho, ya no era un coctel ligero con personas vestidas de manera informal, como en versiones anteriores. Era una cena de gala con invitados de lujo. ¿El motivo? Cada vez es mayor el reconocimiento que otorga obtener el Premio a la Innovación otorgado por la Nor-Fishing Foundation en el marco de la feria Aquanor, en Trondheim, Noruega.
En su versión 2015, para la que Salmonexpert era el único medio chileno acreditado, los finalistas eran tres empresas noruegas: Protex, con indumentaria de trabajo especialmente diseñada para el trabajo en centros de cultivo; Storvik Aqua, con su moderno estimador 3D de biomasa; y Stranda Prolog, quienes desarrollaron una barcaza ideada para realizar tratamientos médicos en peces y, especialmente, baños antiparasitarios.
A pesar de ser una reñida competencia, esta última tecnología fue la vencedora aquella jornada. Un equipo para el que sus creadores pensaron particularmente en la industria chilena durante su diseño. A continuación, una descripción de los progresos y contribuciones que podrían aportar los desarrollos generados por los tres finalistas:
Barcaza Helixir
La primera cifra que contrasta en esta innovación, frente a sus alternativas convencionales, es la baja cantidad de agua utilizada en un tratamiento antiparasitario: 133 m3. Como comparación, en un wellboat están involucrados generalmente cerca de 7.000 m3 de agua, mientras que en una balsa-jaula la cifra se eleva hasta unos 22.0001 m3.
De acuerdo con el CEO de Stranda Prolog, Klaus Hoseth, los mayores beneficios de su tecnología son reducir el uso de productos químicos y agua, así como el impacto ambiental. Sin embargo, añadió que el propósito de esta embarcación no es sólo realizar baños antiparasitarios, sino ser una “clínica para los peces, donde se les pueda tratar, realizar observaciones de todo tipo e, incluso, mediciones de diferentes aspectos”.
Una de las características que primero destacó el directivo, fue la gentil manera en que son ingresados los peces a la unidad. “Para ello, estamos utilizando una nueva bomba que funciona a sólo 0,15 bar de presión, frente a los 0,50 bar que generalmente se ocupan, reduciendo el estrés, ya que al tratarse de una clínica, se necesita que este pez vaya de nuevo al mar, para continuar creciendo,” afirmó Hoseth.
Tras ser ingresados en la barcaza, los peces son transportados hasta un estanque con agua y una gran hélice con forma de tornillo sinfín en su interior, similar a la que tiene un chiller en su centro. De ese modo, los ejemplares son desplazados por este volumen de agua, que puede contener tanto un baño antiparasitario, como una solución anestésica. Posteriormente, son llevados hasta una cinta transportadora que los comunica con tuberías que los llevan de vuelta a las jaulas.
De esta manera, según Hoseth, al realizar tratamientos contra piojos se reduce la utilización de fármacos en un 95% en comparación con wellboats y en 98% frente al uso convencional en jaulas con lona cerrada.
Otro aspecto destacado por el CEO de Stranda Prolog, se refiere a un menor riesgo asociado con la operación, debido a que al tratarse de salmónidos de 3,5 kg, habrá 24 toneladas de peces en el interior, mientras que una jaula contendría cerca de 700 toneladas. “Si algo va mal, aquí sólo tenemos 24 toneladas en el estanque. No tenemos problemas en detener todo el ciclo. Además, todo está a la vista y se puede ver lo que está sucediendo allí. En tanto, si se utiliza un proceso que dure 15 minutos, se pueden tratar casi 100 toneladas de peces por hora”, añadió el directivo.
Además de poder aplicarse con todos los fármacos utilizados por baño, de acuerdo con sus creadores, esta barcaza mantiene control total sobre la oxigenación, a la vez que un aireador remueve del proceso constantemente gases como CO2 y nitrógeno. “De esta manera, podemos recircular hasta el punto en que estamos tocamos techo con el amoníaco. En ese momento, debemos añadir una cantidad suficiente de agua para poder controlar el nivel de amoniaco”, advirtió.
El volumen total de agua recorre todo el circuito al interior del estanque cada 11 minutos. Después de ello, pasa por un filtro que retiene los piojos, escamas, y toda partícula desde el agua. Tras ello, va a una bomba de calor, donde existe la posibilidad de ajustar la temperatura, añadiendo o reduciendo hasta 6 °C. “Estamos utilizando tan pocos metros cúbicos que podemos trabajar con ellos. Es fácil invertir en equipos para hacer frente a tan pequeña cantidad de agua”, puntualizó Hoseth.
En su forma de ver las infestaciones por piojos, considera que primero se debe utilizar controles biológicos (peces limpiadores, por ejemplo), limpieza con productos no farmacológicos después y, finalmente, cuando ya es demasiado difícil, ocupar la clínica de peces para desparasitar de una forma respetuosa con el bienestar animal y el medio ambiente.
Un par de aplicaciones adicionales en Chile
Además de poder llevar a cabo tratamientos antiparasitarios, Klaus Hoseth explicó que en nuestro país se podría utilizar este tipo de embarcación durante el proceso de cosecha también, aprovechando su mesa de calibración para separar los peces más aptos para cosecha, según tamaño, de aquellos de menores dimensiones.
Considera que otra alternativa que podría ser interesante en Chile, sería usar el estanque central con anestésico en vez de antiparasitarios, para luego inocularles antibiótico en caso de ser necesario. “Dado que la cantidad de antibiótico utilizado en inyecciones es significativamente menor al requerido en tratamientos orales con alimento, se reduciría drásticamente el consumo total de estos fármacos”, agregó.
Las dimensiones de la barcaza, cuya primera unidad ya se encuentra operando para la salmonicultora noruega Måsøval, son: 12 metros de manga por 32 m de eslora, mientras su costo de construcción es cercano a los NOK 35 millones (unos US$ 4,3 millones), cifra que representa aproximadamente un 10% del valor de un wellboat nuevo, en opinión de Hoseth.
Estimador de biomasa de última generación
La noche de la premiación, en el Hotel Scandic Nidelven, y muy cerca de una mesa que reunía sólo chilenos en la actividad -y donde destacaba la presencia de nuestro embajador en Noruega, así como de varios representantes de Sernapesca, Subpesca y SalmonChile-se encontraba un numeroso contingente de ejecutivos y profesionales de Storvik Aqua. Tenían mucha ilusión y esperanzas puestas en recibir el reconocimiento.
Junto a la empresa Ebtech, cooperaron en la presentación de una solicitud de patente para un sistema destinado a medir la biomasa de los salmones en las balsas-jaula, que está basado en una técnica de 3D con cámaras de alta densidad y combinaciones de filtros que otorgarían una base precisa para realizar dicho cálculo. Con tal propósito, desarrollaron avanzados algoritmos de manejo de imágenes, que entregan resultados de masa de un muy alto grado de precisión. El objetivo del sistema, en este sentido, es conseguir desviaciones de +/- 1%.
Según lo explicado por el jefe del proyecto en Storvik Aqua, Even Bringsdal, esta tecnología se basa en la cámara estéreo desarrollada por su empresa. “Tomamos dos imágenes de los peces, y luego generamos un modelo 3D a medida que los ejemplares pasan. Este modelo 3D es utilizado para estimar el volumen promedio de un pez. Cuando ya hemos estimado el peso individual, transferimos dicho valor a una base de datos y nuestros clientes pueden observar la tendencia exhibida por el peso promedio, a través de la nueva herramienta de presentación basada en web de Storvik Aqua, denominada Sacon (Storvik Aqua Control)”, detalló el ejecutivo.
De esta manera, de acuerdo con lo detallado por Bringsdal, este sistema puede proporcionar información sobre el peso promedio, la distribución del peso y el factor de condición. Para ello, realizan un punto de medición por día, con el que ya disponen de una muestra representativa. No obstante, recomiendan medir durante algunos días consecutivos dentro de una misma jaula, para poder construir una gráfica que muestre la evolución del crecimiento. “Cuatro o cinco días es el ideal, para ver que el peso es estable”, puntualizó.
“El propósito y ventaja principal de esta tecnología, es que el pez no necesita nadar a través de ningún sensor, sólo requiere nadar frente a las cámaras. Así, obtenemos una mayor cantidad de mediciones con el sistema de cámaras frente a otras metodologías de medición”, precisó el ejecutivo.
Asimismo, detalló que hay algunas pequeñas diferencias en las mediciones día a día, sin embargo, la tendencia que ven, en general, es que los peces van creciendo. “En tanto, si se mide durante todo el tiempo que el pez está en la jaula, dichos valores pueden ser contrastados con los de otros sensores ambientales y así ver bajo cuáles condiciones hay mejores resultados biológicos, para poder optimizar el crecimiento de la producción”, concluyó.
Indumentaria para centros de cultivo
Al ojo poco entrenado, las prendas de vestir elaboradas por Protex para su línea Ragnarok -la tercera finalista en el Premio a la Innovación Aquanor 2015-, lucen como muchas otras vestimentas técnicas que se usan en climas fríos o para ir a la nieve.
No obstante, el gerente de Ventas de la empresa, Martin Gregersen, aclaró que se trata de una indumentaria de trabajo desarrollada en conjunto con Sintef y empresas como Lerøy, exclusivamente pensando en los trabajadores que se desempeñan en centros de cultivo. Es decir, una completa línea de ropa donde todo, desde los tejidos, hasta los cierres y costuras, están preparados para resistir agua salada, trabajo duro y las cambiantes y difíciles condiciones que se presentan en el mar.
“Nuestra capa externa aísla contra el agua y el viento, y luego tenemos un concepto de múltiples capas, con diferentes prendas como primera capa y nuestra propia capa intermedia, que está confeccionada con lana merino. De esta manera, es fácil modificar la configuración de la ropa, en función de las condiciones climáticas y a medida que el clima varía. Del mismo modo, las necesidades personales son diferentes”, explicó el ejecutivo. Asimismo, precisó que antes de este desarrollo, produjeron prendas de vestir para numerosas marcas conocidas, pero que ahora esperan fortalecer el nombre de su propia marca.
Debido a la similitud entre las condiciones climáticas, reconoció que han pensado en ofrecer esta indumentaria en todos los países productores de salmón, no obstante, comenzarán por concretar su apuesta en Noruega. “Empezamos a mostrar nuestras prendas en esta exposición (Aquanor 2015) y ya hemos recibido consultas desde Escocia, Canadá, Chile, Irlanda y otros países. Así que reconocemos que el interés y la necesidad están ahí”, puntualizó.
Las capas exteriores están compuestas, básicamente, por dos modelos diferentes. Uno está hecho de una tela ligera llamado Vectran, la que según Gregersen es muy sustentable y tiene algunas fibras bastante similares a Dyneema. “Hemos hecho un montón de pruebas e invertido muchos recursos para asegurar que el sellado de las costuras es impermeable, una característica que es muy importante. Además, los cierres están hechos especialmente para enfrentar una condición de agua salada, mientras los reflectores se encuentran en las partes más visibles de la prenda, para su apropiado uso en el mar”, detalló el ejecutivo.
Además, cuentan con otra capa externa, más robusta, elaborada con una combinación de un material de PVC tradicional con un tejido más técnico, para hacer la prenda más ligera y flexible. De igual forma, el gerente de Ventas de Protex comentó que ambas capas externas cuentan con una impermeabilidad de 10.000 mm. Como referencia, detalló que un traje (pantalón y chaqueta) cuesta alrededor de NOK 4.500 (unos US$ 550).
En tanto, para la confección de su sistema de múltiples capas, cuentan con una estrecha cooperación con Aclima, compañía que les está produciendo todas las prendas de lana merino.
El ganador del premio a la Innovación de Aquanor, se hizo acreedor esa noche de NOK 100.000 (unos 8,3 millones de pesos chilenos), un diploma y una obra de arte, recibidos de mano de la ministra noruega de Pesca, Elisabeth Aspaker. Sin embargo, fue el reconocimiento de una institución de prestigio, realizada frente a sus pares y clientes, la mayor recompensa que estuvo en disputa.
Ganadores del premio a la Innovación de Aquanor en los últimos 10 años
2015: Stranda Prolog, por su barcaza Helixir.
2013: Beck Engineering, por un equipo láser que elimina piojos de mar (Stingray).
2011: Flatsetsund Engineering, por un método de bombeo de peces que además elimina piojos en el proceso.
2009: Redox, por un sistema completo de limpieza y desinfección en los estanques de wellboats.
2007: Aquagen, por su calibradora para ovas de salmones y truchas.
2005: Akvasmart, por su software “Fish Talk”
Primera noqueadora con corte de agallas
Aunque esta tecnología no estuvo nominada al premio a la innovación, si estuvo presente en la feria. Se trata del primer equipo destinado a realizar noqueo y corte de agallas en salmónidos, diseñado y construido por la empresa nacional Tecsur, y exhibido junto a su stand en la exhibición tecnológica noruega Aquanor 2015.
De acuerdo con lo explicado por el gerente de Ingeniería de la empresa, Osvaldo Baeza, éste es el primer equipo que noquea (stunner) y corta agallas a la vez. Con tal propósito, utiliza como parámetro la ubicación del opérculo, en la cabeza del pescado, posición que le permite aplicar eficientemente el noqueo, independiente del tamaño del pez, utilizando una pistola neumática; y luego, cortar agallas, con cuchillas que tiene al interior de la unidad. “Existen otros equipos en el extranjero, que noquean y cortan aorta. Nuestro equipo, en cambio, realiza el desangrado en forma más eficiente. Con este sistema, salmones desde un kilo y medio hasta los 10 kilos se procesan de la misma manera, sin daño ni efectos indeseados, lo que desde el punto de vista del bienestar animal es excepcional”, aclaró el ejecutivo.
Al colocar el pescado en el equipo, primero choca la nariz contra un sensor, que la detecta y hace que se levanten dos ganchos, que se deslizan desde el estómago con dos puntas hacia arriba hasta que se hunden en el opérculo. Luego, abren el opérculo y dejan las agallas expuestas. Inmediatamente, el dispositivo le da un golpe al pescado en el cerebro, mientras un par de cuchillos corta las agallas y deja el opérculo sin daño. Realizando esta dinámica, pueden pasar entre 800 y 1.000 piezas por hora en cada equipo.
Según lo detallado por Baeza, han conseguido un 100% de eficacia con esta tecnología, en pruebas realizadas en Marine Harvest Chile.
Asimismo, detalló que la principal ganancia tiene que ver con la calidad, donde obtuvieron una mejora del 2% en premium, debido a menor gaping, frente a un proceso convencional de noqueo y corte de agallas. “Lo otro que se ganó fue en la calidad del desangrado. Para un producto fileteado, sellado al vacío y congelado, hubo 30% de rechazo en el proceso tradicional, versus 10% con este equipo, al mejorar el desangrado y, con ello, reducir los puntos de sangre”, precisó Baeza.
Actualmente, la empresa se encuentra optimizando esta tecnología, para idealmente conseguir automatizar el ingreso de los pescados en el equipo. De igual manera, están en conversaciones con una proveedora internacional de tecnología, que podría distribuir este dispositivo en otros países productores de salmónidos.