Sector marítimo portuario del sur austral avanza hacia la economía circular y la carbono neutralidad

El nuevo APL impulsado por Armasur y la ASCC busca reducir residuos, emisiones y brechas logísticas, mediante una alianza multisectorial que abarca empresas, Estado y academia en la Región de Los Lagos.
Con el objetivo de avanzar hacia un modelo más sostenible y resiliente frente al cambio climático, recientemente se constituyó oficialmente el Comité Negociador del Acuerdo de Producción Limpia (APL) “Estrategia de Economía Circular y Neutralidad Climática del Sector Marítimo-Portuario de la Región de Los Lagos”. Esta alianza público-privada reúne a diversos actores del sur austral del país y busca implementar transformaciones concretas en las operaciones del sector mediante estrategias de eficiencia energética, valorización de residuos y fortalecimiento de capacidades técnicas, con miras a enfrentar desafíos ambientales cada vez más apremiantes.
La iniciativa es impulsada por la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo (ASCC), en conjunto con la Asociación Gremial de Armadores del Sur Austral de Chile (Armasur), y contempla la adhesión de al menos 35 empresas del sector. En palabras de los impulsores, se trata de un acuerdo inédito en su tipo por su enfoque multisectorial y territorial, que busca integrar bajo un marco común a empresas logísticas, astilleros, navieras, operadores turísticos y actores vinculados a la industria acuícola, en torno a objetivos comunes de economía circular, reducción de emisiones y fortalecimiento de la gobernanza.
Desde Armasur, su gerente general Manuel Bagnara, recalcó que este acuerdo refleja la convicción gremial de que la sostenibilidad no puede ser una respuesta reactiva, sino una estrategia de desarrollo integral. “Participar en un Acuerdo de Producción Limpia (APL) representa una oportunidad concreta para alinear la competitividad del sector con las exigencias ambientales, sociales y regulatorias del presente, entendiendo además que estamos insertos en una cadena logística y productiva de alcance global”, expresó, destacando el rol articulador del gremio en la convocatoria de empresas y el diseño de las metas.
Por su parte, Ximena Ruz, directora ejecutiva de la ASCC, explicó que la Región de Los Lagos fue priorizada para este APL debido a su profunda vocación marítima y a la diversidad de actores que confluyen en un ecosistema productivo altamente sensible. “Esta región tiene un ecosistema productivo que incluye astilleros, navieras, operadores logísticos, servicios para la acuicultura, turismo y transporte de pasajeros. A su vez, es un territorio donde los desafíos de sostenibilidad se cruzan con la necesidad de mantener la conectividad y competitividad del sur austral de Chile”.


Uno de los aspectos centrales del acuerdo será su implementación práctica, a través de herramientas comunes y acciones concretas. En ese sentido, el gerente general de Armasur explicó que “el APL será la hoja de ruta gremial para alinear las prácticas empresariales con los principios de sustentabilidad”, añadiendo que se pondrá en marcha un plan común de indicadores ambientales, sociales y económicos, junto con un programa de formación técnica y acompañamiento operativo. Armasur, además, facilitará el acceso a plataformas como HuellaChile y Gestión Circular, asegurando que cada empresa pueda pasar del compromiso formal a la acción concreta y medible.
La ASCC, en tanto, proyecta que en el corto y mediano plazo se logre una articulación efectiva entre más de 35 empresas, fortaleciendo la gobernanza del sector y generando capacidades técnicas sostenibles. Ximena Ruz remarcó que “este APL marca un precedente, no solo por su enfoque técnico y territorial, sino porque instala una visión estratégica de largo plazo para el desarrollo sustentable del borde costero sur austral”, destacando también el valor de establecer un estándar replicable a otras regiones costeras del país.
Salmonicultura
Uno de los sectores directamente involucrados en este acuerdo es la industria salmonicultora. Según Bagnara, más del 80% de la flota nacional y de la producción de salmón dependen de este clúster marítimo-portuario. “Como proveedores de servicios también estamos bajo el escrutinio de los mercados finales. Por eso, alinearse con principios de producción limpia no es solo una opción ética, sino una decisión estratégica”, aseguró. A su juicio, incorporar metas como el manejo de residuos oleosos, plásticos y EPS, junto a la eficiencia energética y gestión hídrica en instalaciones, no solo aporta a la sostenibilidad del sector, sino que mejora su competitividad en mercados internacionales.
La directora ejecutiva de la ASCC complementó que, a diferencia de otros acuerdos sectoriales, como los firmados en la salmonicultura o mitilicultura, este APL tiene un carácter transversal. “Este acuerdo aborda logística, conectividad marítima, servicios portuarios, astilleros y transporte vinculado a la acuicultura, el turismo y la operación pública, todos bajo una lógica sistémica de economía circular. Además, incorpora un componente robusto de gobernanza con participación estatal, técnica y académica, lo que permite incidir en políticas públicas regionales y crear un precedente de articulación efectiva”.
En cuanto a los desafíos, Bagnara reconoció que existen importantes brechas técnicas y logísticas, especialmente en lo relativo a la valorización de residuos críticos. “Se requiere una mayor oferta regional de gestores autorizados, así como infraestructura de acopio y transporte especializado. Para ello, Armasur está coordinando una mesa público-privada para abordar estas brechas y promover la adopción de tecnologías de trazabilidad, como el sistema del Bien Público Gestión Circular”.
Ruz coincidió en que el éxito del acuerdo dependerá de mecanismos robustos de seguimiento y evaluación. Por eso, el APL contempla la conformación de una Mesa Público-Privada de Economía Circular con sesiones periódicas y participación de instituciones clave como los ministerios de Medio Ambiente y Energía, Sernapesca, Seremi de Salud, Senapred, la Gobernación Marítima, Corfo Los Lagos, la ASCC y representantes académicos. “Entendemos que la sostenibilidad de los impactos no depende solo de las acciones técnicas, sino de las capacidades instaladas para coordinar, monitorear y corregir el rumbo”.
Gobernanza
La gobernanza también será apoyada por un coordinador técnico exclusivo, que dará seguimiento al cumplimiento de metas e indicadores definidos de manera participativa. Estos indicadores serán auditados en las evaluaciones intermedias y finales, conforme a la norma NCh2825:2024. “Esto permite una verificación objetiva del avance y una trazabilidad clara que da transparencia a todo el proceso”, indicó Ximena.
Asimismo, el APL incorpora un enfoque climático integral, ya que, además de acciones de mitigación, se han establecido medidas concretas de adaptación, como la gestión hídrica en instalaciones y la capacitación de trabajadores frente a eventos climáticos extremos. “Es un paso adelante en cómo entendemos la resiliencia sectorial en un escenario de cambio climático que ya no es futuro, sino presente”, subrayó Ruz.
Otro de los pilares del acuerdo es la formación continua. A juicio de Bagnara, uno de los principales objetivos es “empoderar a las contrapartes técnicas de las empresas, funcionarios públicos y profesionales del ámbito académico, de forma tal que el conocimiento adquirido se distribuya transversalmente en el ecosistema regional. Esta estrategia busca asegurar que las capacidades instaladas se mantengan más allá de la vigencia del APL”.
En este marco, tanto la ASCC como Armasur han destacado que uno de los grandes logros del proceso ha sido el liderazgo gremial con foco en sostenibilidad. “Armasur ha sido clave para convocar a las empresas con real capacidad de implementación, muchas de ellas con operaciones críticas para la logística acuícola del sur de Chile, lo que constituye un ejemplo a seguir para otros sectores productivos”, destacó la directora ejecutiva de la ASCC.
Finalmente, Bagnara enfatizó que más allá del cumplimiento de metas técnicas, lo que está en juego es la capacidad del sector de generar un cambio cultural profundo en torno a la sostenibilidad. “Nuestro desafío es pasar del discurso a la acción, y del cumplimiento a la transformación. Este APL es una herramienta concreta para avanzar en esa dirección”.