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Nicos Nicolaides, gerente general de Nova Austral. Foto: Asociación de Salmonicultores de Magallanes.

Nova Austral calcula mínimo impacto productivo por acción de microalga tóxica

Chile: El gerente general de la empresa, Nicos Nicolaides, contó a Salmonexpert que luego de completar 25.000 toneladas en el año 2016, la compañía planifica terminar el 2017 con 29.000 toneladas, creciendo un 16%.

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Atentos están en la industria y en el Gobierno luego de que se registrara una mortalidad de 149 mil peces a la altura del Golfo de Penas, que eran transportados en las naves Don Pedro y María Inés desde Puerto Montt para ser sembrados en el centro Aracena 5 de Nova Austral, de acuerdo con las cifras reveladas por La Prensa Austral.

Esto, por la aparente presencia de una microalga tóxica llamada Karenia, que dejó como saldo a la empresa una pérdida de unos US$ 390 mil, equivalentes a $ 250 millones. El gerente general de la compañía afectada, Nicos Nicolaides, comentó a Salmonexpert que el daño en los planes de producción será mínimo, ya que Nova Austral siembra 7 millones de smolts al año "y si se mueren 140 mil peces -el 2% de su actividad-, se reponen".

Luego de completar una producción de 25.000 toneladas en el año 2016, la compañía planifica terminar el 2017 con 29.000 toneladas, anotando un crecimiento de 16%. La idea es mantenerse con una actividad en torno a las 30.000 toneladas de salmón.

Lo que sí podría golpear a mediano plazo las operaciones de Nova Austral, es la detención de sus siembras a modo precautorio, situación en que la compañía se mantendría algunas semanas hasta que se termine este problema y que se medirá más adelante, “porque lo perdido con el evento ocurrido en el Golfo de Penas se recuperará y corresponde a smolts que se cosecharán desde mediados de 2018”, explicó el ejecutivo.

Por lo anterior, Nicolaides contó que apenas se termine la tramitación de impacto ambiental -lo que se concretaría pronto-, la empresa comenzará a construir una piscicultura en Tierra del Fuego, con el fin de que el traslado por tierra y mar de sus smolts no demore una semana, sino que solamente horas, al estar más cerca de sus centros de cultivo de Magallanes esta nueva operación.

El gerente general de Nova Austral se muestra positivo, pues la industria salmonicultora chilena continuaría nadando en un mar de precios alto, a lo menos hasta el 2018. “Vamos a tener bastante estabilidad. La producción mundial, especialmente la chilena y la noruega, anotará crecimientos muy ínfimos, que serán absorbidos por los mercados. Entonces deberíamos ver valores similares a los actuales hasta la mitad del próximo año. No somos expertos en esas predicciones, pero es lo que dicen los que saben”.

Legislación

En cuanto a la regulación, todo lo que se ha cambiado el último año, parece enredado y complicado, pero es efectivo, de acuerdo al ejecutivo. “Probablemente, la mejor solución pase por repensar el sistema que, en vez de estar basado en unas coordenadas que amarran a un lugar, priorice la capacidad del medio, con elementos como las relocalizaciones. Entendemos que eso es un cambio mayor a la ley y que actualmente no existen las condiciones para llevarlo adelante con éxito, por lo cual se optó por esta fórmula de modificaciones en los reglamentos”.

Con lo anterior, el Gobierno busca una disminución de la producción en los barrios en que existen problemas sanitarios y ambientales, sistema que ha sido efectivo en limitar los crecimientos que históricamente ocurrían cada vez que el precio aumentaba. Hoy, se observa una importante alza en los valores de venta sin una expansión en la siembra, lo que es inédito. Lo que sí, recalcó Nicolaides, hay que pensar en una fórmula científica que establezca un nivel de cosechas sustentable por sector y no a nivel de industria chilena total.

El gerente general de Nova Austral se refirió igualmente a la investigación de Sernapesca contra centros de cultivo que operan fuera del área de permitida, luego de que Contraloría estableciera “tolerancia cero” a este ítem.

“Encuentro una locura y un error lo que está pasando. El problema se genera por un tema de criterio en cómo se mide y cómo se determina una coordenada. Tenemos que pensar que en tierra es difícil tener una precisión de milímetros en los límites, por lo que es más complicado en el mar pues no tienes hitos de referencia y muchas veces por distintas razones (militares y otras) hay menos exactitud, con diferencias de varios cientos de metros”, dijo.

Hasta ahora, reconociendo esa realidad, las autoridades asumían una tolerancia de 50 metros. En el océano, admitió Nicolaides, eso no es nada. “Si estás en una embarcación y cierras los ojos un par de minutos, la corriente te mueve 100 metros. Hoy, se está discutiendo si la precisión tiene que ser 1 metro o centímetros. No tiene sentido. Entendemos que se han producido reuniones técnicas entre Contraloría, Subpesca y Sernapesca para llegar a un criterio común, el que esperamos que sea práctico y realista”.