La fase de agua de mar. Parte 2

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Aprendiendo Acuicultura es escrita por el profesor Atle Skutvik. En el presente capítulo, aborda una serie de aspectos ambientales y sanitarios enfrentados por los peces una vez que son transferidos al mar

Las enfermedades y las condiciones rela- cionadas con enfermedades son, por lejos, los factores más importantes entre aquellos que contribuyen con pérdidas económicas en la industria salmonicultora. El control de enfermedades es, por lo tanto, el factor más importante en el cual la industria ne- cesita enfocarse en el futuro. Al intensificar el foco en la transmisión de enfermedades y mantener un estrecho control sobre las normas de higiene, es totalmente posible poder afectar el creci- miento de esta industria, incluso más fuer- temente que mediante un aumento en el número de smolts sembrados cada año. Para que esto ocurra, es importante que quienes trabajan más estrechamente con los peces de cultivo estén bien informados. La ca- pacitación interna y una mayor atención a la higiene y las vías de contagio son de la máxima importancia para el futuro desa- rrollo de la industria. En forma como un pez

En Noruega tenemos una expresión: “tan en forma como un pez “. Con esto nos referimos a alguien que está en óptimas condiciones y sin dolencias. Sin embargo, la afirmación de que todos los peces tienen una óptima salud podría requerir de ciertas correcciones. Desde los medios de comunicación, es fácil obtener la impresión de que el cultivo de peces genera enferme- dades y las extiende hacia poblaciones sil- vestres. Esto es derechamente erróneo. La salmonicultura no crea nuevas enfermeda- des. Las enfermedades en las poblaciones silvestres son una parte natural de la vida. Sin embargo, el foco en las enfermedades de peces ha aumentado considerablemente en los últimos años. Una razón por la que vemos un mayor foco en este ámbito, es debido a que nuestros conocimientos res- pecto de la vida en el mar, en general, han crecido rápidamente en los últimos 30-40 años. Históricamente, podemos encontrar muchos ejemplos de crisis en las comunidades pesqueras locales, las que fueron cau- sadas por un fuerte descenso en los stocks de peces, junto con la ausencia de pobla- ciones de peces silvestres -por uno o tal vez varios años- en áreas locales que previamente eran ricas en recursos. Los libros de historia nos dicen muy poco acerca de las razones de la súbita disminución o colapso de las poblaciones de peces. Y, de hecho, pueden existir varias razones que contribuyan con la desaparición de las poblaciones de peces. Una posible explicación, es un cambio en los patrones migratorios locales de una especie, como hemos visto en el caso del arenque a lo largo de la costa noruega. Sin embargo, otra razón podría ser que los peces fueron objeto de diversas enfermedades (epidemias), con el resul- tado de que las poblaciones se redujeron periódicamente hasta llegar a bajos niveles.Enlabiblia,podemosleerlahistoria de cuando el mar se tiñó de rojo. La explicación científica para este evento puede basarse en la ocurrencia histórica de un bloom de algas (también conocida como “marea roja”). Si asumimos que este evento se debió a un florecimiento de algas y que dichas algas eran tóxicas para los peces, entonces esto podría haber resultado en graves efectos para las poblaciones de peces. Un obispo danés (Eric Pontoppidan) quien trabajaba en Noruega a mediados del 1700 fue el primero en entregar un regis- tro escrito respecto de la vibriosis en peces. El describió cómo las poblaciones de saithe o carbonero desaparecieron de las costas del oeste de Noruega. Basado en su descripción podemos concluir que hubo un brote de vibriosis en la población de saithe en esa época. Los peces que mueren en el mar generalmente se hunden en el fondo y son, por lo tanto, invisibles para los humanos, haciendo dificultoso demostrar los brotes de enfermedades en pobla- ciones silvestres. Sólo durante los últimos diez años ha sido posible utilizar buzos o cámaras submarinas para observar a los peces que han muerto y se han hundido en el fondo. El reciente foco en las enfermedades y las mortalidades de los peces en el mar es también una consecuencia natural de lo común que se ha transformado el cultivo de peces; la mortalidad de peces en un sitio de cultivo lleva a una pérdida eco- nómica para el productor que ha invertido dinero en los peces. Las mortalidades en poblaciones de peces silvestres no resulta en pérdida económica, en tanto nadie tiene capitales comprometidos con las poblacio- nes silvestres en términos de inversiones en peces o en alimento.

¿Cuáles son los factores que predispo- nen a los peces a contraer enfermedades?

Es imposible dar una respuesta simple a esta pregunta; la respuesta se origina en un sistema extremadamente complejo del cual intentaremos resumir algunos puntos a continuación. En muchos casos, no es sólo la presencia de patógenos lo decisivo para determinar si los peces se enferman, sino una serie de condiciones que generan un brote de enfermedad. Una de las medidas más importantes para asegurar que los peces no contraigan enfermedades es utilizar reproductores sanos e intentar criar peces que demues- tren una mayor resistencia a enfermedades importantes. Es una tarea extremadamente complicada y demandante en tiempo y re- cursos, que requiere un gran esfuerzo por parte de los productores de ovas. Un buen estatus nutricional es otro de los más importantes prerrequisitos para tener peces saludables. La parte más im- portante del sistema inmunológico de los peces es su piel y la mucosa que la recubre. Un pez con una capa de mucosa delgada o dañada será más susceptible a las enfer- medades. Los salmones que están infesta- dos por un gran número piojos de mar, por ejemplo, tienen una capa de mucosa más delgada como resultado de la acción del parásito. La infestación de piojos en los salmones lleva a un incremento en la con- ducta que hace saltar a los peces, y muchos salmones se lanzarán contra las paredes de las jaulas, dañando su piel y la mucosa que los recubre. Esto puede incrementarse fácilmente, hasta causar heridas abiertas, especialmente cuando las temperaturas son bajas. Por supuesto, las heridas abier- tas otorgan una fácil entrada a los hongos, bacterias y virus. El estrés es un término genérico usado para describir los factores que perturban a los peces. Todos los tipos de estrés dis- minuirán la inmunidad de los peces, re- sultando en que los ejemplares puedan enfermar más fácilmente en presencia de patógenos. Los ejemplos clásicos de esto son los brotes de enfermedades posterio- res a los manejos; por ejemplo, durante el transporte marítimo, bombeo, y la utiliza- ción de agentes antiparasitarios (baños du- rante los cuales los peces son mantenidos en altas densidades). El factor detonante en tales casos es, a menudo, el estrés. Es muy probable que el agente patógeno haya estado presente todo el tiempo; el ambiente se ha mantenido relativamente sin cambios y, en tanto los peces estén sanos y calma- dos, su sistema inmunológico se las arregla para mantener los agentes patógenos bajo control. Sin embargo, niveles elevados de estrés causarán que los peces movilicen toda su energía para el escape/defensa; cuando los peces han utilizado toda su energía para estos propósitos, el sistema inmunológico se reduce severamente o se bloquea completamente, con el resultado que el agente patógeno florece en el huésped y se produce un brote de enfermedad. La alta densidad en las jaulas puede llevar a un estrés o agresión y puede resultar simultáneamente en una mayor presión in- fecciosa entre los individuos. Esto aplica tanto a parásitos como a hongos, virus y bacterias.

Remover los peces “flotantes” es crítico.

Éstos a menudo son imanes tanto para pa- rásitos y enfermedades y pueden funcio- nar como reservorios vivientes o caldo de cultivo de problemas para otros peces en la jaula. ¡Retírelos lo más rápido posible! Los peces muertos deben ser retirados dia- riamente si es posible. Los peces que han muerto por enfermedades contagiosas son bombas infecciosas esperando explotar y diseminar enfermedades al resto de la po- blación en una jaula. El retiro diario de los peces muertos, por otra parte, reducirá sig- nificativamente la presión infecciosa.

Deficiencias nutricionales y enfer- medades contagiosas  Las deficiencias nutricionales tienen lugar cuando los peces no reciben el ali- mento que requieren o cuando hay una diferencia entre los más importantes nutrientes, vitaminas, minerales y oligoele- mentos que necesitan los peces y aquellos que reciben. Como acuicultor, es poco lo que se puede hacer respecto de las enfermedades causadas por deficiencias nutricionales, porque casi todo el alimento acuícola uti- lizado por la industria es premezclado por los productores de alimentos, utilizando sus propias recetas. Los peces de cultivo deben tener los áci- dos grasos y las proteínas (aminoácidos) requeridos por todos los peces. En forma adicional, deben recibir las vitaminas, mi- nerales y oligoelementos requeridos espe cíficamente por las especies en cuestión. Se ha realizado gran cantidad de investigación referida al alimento del salmón, pero se necesita mayor trabajo para desarrollar un alimento para salmones de alta calidad que cumpla con las necesidades de las di- ferentes etapas de vida del salmón, como también para distintos tipos de cultivo y diferentes temperaturas. Como acuicultor, no hay quizás mucho que se pueda hacer para cambiar el alimento del salmón, sin embargo, los diversos productores de ali- mento publicitan varios tipos diferentes de alimento y cada uno de ellos cree que su producto es el mejor. No obstante, es im- portante que los acuicultores hagan exigen- cias a los productores de alimento cuando se trata de la calidad física del alimento, y que insistan en un producto que resulte en el mejor crecimiento e inmunidad, de modo de proteger a los peces frente a los patógenos. Es importante que los productores de peces insistan en que las elaboradoras de alimento hagan productos que sean ade- cuados para los requerimientos particulares del centro de cultivo y prácticas operacio- nales bajo las cuales una determinada especie es cultivada. Para nosotros, como acuicultores, es importante reconocer que las irregularidades en la producción de alimento pueden y ocurrirán. Además, la composición nutricional del alimento para salmón está en continuo desarrollo, con un incremento en el número de materias primas marinas que están siendo reempla- zadas por lípidos y proteínas provenientes de fuentes vegetales. Es extremadamente importante estar al tanto de los desarro- llos concernientes a la composición del alimento para salmones y hacer un segui- miento a cualquier problema técnico que pueda ocurrir. El cultivo de salmón se ha vuelto cada vez más intensivo, con un cre- cimiento y consumo de alimento cada vez mayor. Cada órgano interno en el pez tiene sus especiales requerimientos de aminoá- cidos, ácidos grasos, vitaminas, minerales y oligonutrientes. Un pez que no recibe la cantidad adecuada del nutriente correcto en el momento preciso de su crecimiento (y el desarrollo de sus órganos) puede de- sarrollar deficiencias nutricionales. Las ca- taratas, deformaciones óseas, crecimiento reducido y mortalidad inexplicable son ejemplos de las condiciones que pueden deberse a una mala nutrición. 

Estrés

Estrés es un término genérico para denominar los estímulos o condiciones que pueden provocar una respuesta de estrés individual. En la naturaleza, la respuesta al estrés sirve a un propósito: la superviven- cia. Sin embargo, el estrés también puede llevar a reducir la inmunidad en los peces y así allanar el camino a las enfermedades infecciosas. Cuando los peces están expuestos a es- trés, reaccionan de manera consistente con aquello que se denomina síndrome general de adaptación (SAG). El SAG se basa en la idea que todos los tipos de estrés gatillan una reacción similar en los peces. Cuando los peces están estresados excretan hor- monas del estrés (incluyendo adrenalina y noradrenalina) que movilizan la energía para ocasionar una respuesta de defensa o huída. La reacción (SAG) de estrés en los peces provoca una liberación de energía inmediata, de modo que el pez decide ir hacia el peligro (pelear) o huir del peligro/ stress (huida). En términos simples, el SAG tiene tres etapas en los peces:

1. Alarma y reducción del estrés al cual está expuesto

2. Resistencia, compensación o huida

3. Agotamiento 

Ejemplo: Bajos niveles de oxígeno en el agua conllevan a estrés. El pez trata de compensar el menor nivel de oxígeno desplazándose para encontrar áreas con mayor concentración o nadando cada vez más o más rápido, para aumentar el flujo de agua que pasa a través de sus branquias y de esta forma aumentar su consumo de oxígeno. En la jaula de un cultivo de peces hay limitadas posibilidades de evadir bajas condiciones de oxígeno o buscar agua con mayores concentraciones de oxígeno. El acentuado comportamiento natatorio lleva a un aumento en el consumo de oxígeno y provocará un agotamiento rápidamente. La presencia de depredadores alrededor de la jaula también provocará una reacción de estrés; los peces trataran, por ejemplo, de escapar de focas, lobos marinos o pá- jaros. Cualquier otra actividad aparte de la resistencia/escape será interrumpida. Los peces dejarán de consumir alimento y como no pueden, por ejemplo, escapar del depredador que está constantemente merodeando afuera de la jaula, los peces consumirán grandes cantidades de energía nadando y huyendo del depredador. De esta forma los peces quedarán rápidamente exhaustos tratando de huir. El estrés también causa un dramático aumento en el consumo de oxígeno y, por ende, los peces estresados tendrán un mayor de consumo de oxígeno. El requi- sito básico de un buen recambio de agua en la jaula se vuelve crítico si los peces están estresados, cualquiera sea la razón. Redes limpias, densidades de peces lo más bajas posibles en las jaulas y un tamaño de red lo más grande posible en relación al tamaño de los peces son, por lo tanto, criterios importantes para la operación de centros de engorda en el mar. Las redes do- bles, que son utilizadas, por ejemplo, en áreas donde la presencia de depredadores es común, representan un aumento del riesgo por estrés y su uso requiere de vi- gilancia extra y una limpieza que asegure el apropiado intercambio de agua y condi- ciones de oxígeno. El apetito, y por ende el crecimiento, se reducirán en los salmones si los niveles de saturación de oxígeno dis- minuyen por debajo de un 75% o a 7ppm O2 en el agua. A altas temperaturas, el con- tenido de oxígeno del agua se reduce. En áreas donde las temperaturas son altas, se debe monitorear los niveles de oxígeno de las jaulas. Si los niveles de oxígeno caen, se debe reducir la alimentación o detenerla para mitigar el nivel de estrés de los peces y al mismo tiempo reducir la pérdida de alimento.

Los factores de estrés en jaulas de cultivo pueden dividirse en varias categorías: Químicas: Uso de formulaciones quí- micas para antiparasitarios (baños), im- pregnación y tratamientos antifouling para redes, u otros factores químicos en el agua (por ejemplo: efluentes provenientes de otras fuentes marinas). Físicas: Alta temperatura, alta densidad de peces en las jaulas, ruidos de las opera- ciones de cultivo, instalación de redes, di- visión de peces entre jaulas, clasificación, bajos valores de oxígeno, algas, pobre cali- dad del agua debido a otras razones. Visuales: Labores de construcción/ruido excesivo en el centro, depredadores, luz.

Algas

Más información respecto de algas puede encontrarse en el siguiente enlace: http://www.seaweed.ie/algae/default. lasso

El término “alga” es un nombre gené- rico para las “plantas del mar”. Nosotros hacemos la diferencia entre macroalgas y

microalgas. Las macroalgas son aquellas que llamamos laminares o algas marinas, en tanto que las microalgas son organis- mos como pequeñas plantas diminutas, con las cuales necesitamos utilizar una lupa o microscopio para verlas. Las macroalgas pueden causar problemas debido a que crecen en las redes, reduciendo el flujo de agua en las jaulas; los peces entonces reciben menos oxígeno y los desechos no son evacuados eficientemente lejos de los peces. Al igual que las plantas de tierra, las algas contienen clorofila y otros pigmen- tos, siendo capaces de convertir la energía solar en componentes orgánicos ricos en energía. Este proceso se denomina foto- síntesis. Durante el proceso de fotosíntesis en las algas, el agua (H2O) reacciona con el dióxido de carbono (CO2) y forma un componente rico en energía denominado glucosa (C6H12O6), como también O2.

Este proceso ocurre con la ayuda del pigmento verde clorofila cuando hay su- ficiente luz presente. Existen dos etapas en la fotosíntesis: la reacción a la luz y la reacción no dependiente de la luz deno- minada reacción oscura. Juntas, estas dos etapas utilizan dióxido de carbono y agua para producir oxígeno y glucosa.

Fotosíntesis

H20 + CO2 + light --> C6 H12O6  + O2

En la oscuridad, predomina la reacción opuesta en las algas; a esto se denomina respiración.

Aquí la glucosa es utilizada (metaboli- zada) para liberar energía para el metabo- lismo de las algas. Aquí el oxígeno (O2) es

consumido.

Respiración

C6 H12O6  + O2-->H20 + CO2 + energía

En la fotosíntesis, vemos que el agua y el dióxido de carbono son utilizados para producir oxígeno. En otras palabras, ésta es una reacción que apreciamos en la acuicul- tura, en tanto se libera oxígeno al agua. Al mismo tiempo, utiliza uno de los mayores productos de los peces: el CO2. 

Las algas como factor molesto en la acuicultura

Falta de oxígeno en el agua como resul- tado de la respiración algal Al ponerse el sol, vemos otra reacción predominante en las algas – la respiración. Ahora vemos que el consumo de oxígeno de las algas se eleva y que las algas compiten por oxígeno con los peces. Éste es uno de los peligros para el cultivo de peces du- rante la ocurrencia de un bloom de algas– o “marea roja”- cuando tiene lugar un rápido incremento de las algas microscópi- cas. A pesar de su nombre, las mareas rojas pueden tener diversos colores (verde, café, rojo) y se caracterizan por el hecho que la transparencia del agua se reduce drástica- mente. Puede haber muchas razones para los bloom de algas, y éstas no son comple- tamente conocidas y pueden variar de un suceso a otro. Un factor importante que facilita la ocurrencia de estas floraciones algales es la presencia de nutrientes. El nitrógeno y los componentes del fosfato son importan- tes nutrientes para las algas. La ocurrencia de estos blooms de algas puede explicarse, a veces, por altos niveles de precipitación y escorrentía desde la costa, pero también puede ser causa del fenómeno que deno- minamos “surgencia”. Los eventos de- nominados surgencia ocurren cuando el agua rica en nutrientes sube a la superficie y entra en la zona fótica (la profundidad donde hay suficiente luz para que ocurra la fotosíntesis) y crea la atmósfera propi- cia para un bloom de algas. El cultivo de peces en sí es también una fuente para el aumento de nutrientes en el agua. Los de- sechos provenientes de los peces (fecas) combinados con el exceso de alimento que se hunde al fondo de las jaulas y la descomposición de materia orgánica libera nutrientes al agua que pueden promover el crecimiento de algas. En aquellos episodios donde ocurre una alta densidad de algas se recomienda una reducción o completa detención en el proceso de alimentación. Esto disminuirá el estrés en los peces y, al mismo tiempo, éstos nadarán -como ocurre usualmente- más hondo en las jaulas, entrando así qui- zás a una porción más profunda de agua con una menor concentración de algas. Es importante tener en cuenta que las algas aparecerán en las áreas de más alta intensi- dad de luz, es decir, las capas superficiales del agua. Cuando ocurren altas concentra- ciones de algas y poca visibilidad la mayor cantidad de algas aparecen arriba en la co- lumna de agua.

Algas tóxicas

Algunas especies de algas pueden secre- tar químicos que son tóxicos para los peces y, en altas concentraciones, pueden cau- sar mortalidad. Las algas que pertenecen al grupo conocido como dinoflagelados, han provocado anteriormente problemas en Noruega. Ha sido principalmente la es- pecie de alga Prymnesium parvum, Gyrodinium aureolum y Chrysochromulina polylepis las que han causado mortalidades en la industria acuícola. Sin embargo, otras especies han sido también problemáticas para la acui- cultura. Identificar la presencia de estas algas es tarea para expertos en este campo. Es importante, por lo tanto, tomar mues- tras de agua para análisis si se observa un incremento de la concentración de algas en el agua y si los peces se están estresando. Las altas concentraciones de algas y es- pecies en situación desfavorable causan problemas en los peces Como se mencionó anteriormente, las microalgas son extremadamente pequeñas y pueden presentarse a densidades hasta 20 millones de algas por litro de alga. A densidades por sobre 2-3 millones/litro, incluso aquellas algas que no son tóxicas pueden causar problemas en los peces, recubriendo las branquias. Los peces reaccionan au- mentando la mucosa de las branquias para deshacerse del problema. El aumento de la producción de mucosa en las branquias puede reducir tanto la excreción de dió- xido de carbono como también la toma de oxígeno. Como resultado, los peces tienen problemas para respirar. Los peces con las branquias dañadas (por ejemplo los

smolts que tienen las branquias inflamadas cuando son sembrados) serán los primeros en evidenciar problemas, pero incluso los peces “en forma” desarrollarán problemas bajo tales condiciones.

Las diatomeas son un grupo de algas que poseen un esqueleto compuesto de sí- lice. Algunas de estas algas están equipadas con “vértebras” silíceas que son bastante afiladas y puntudas. A pesar que no son di- rectamente tóxicas para los peces, pueden irritar las branquias causando inflamación y daño.

¿Cómo protegerse contra una peli- grosa alta concentración de algas?

Uno de los prerrequisitos más impor- tantes para evitar problemas con las algas es investigar acuciosamente la locación pre- vio a establecer un centro de cultivo (ver edición anterior de Aprendiendo Acuicul- tura) y evitar localizar el centro en aguas oscuras donde se pueden acumular algas o hielo. En condiciones naturales los peces nadan lejos de las concentraciones de algas. Las algas dependen de la luz solar para so- brevivir, esto quiere decir que las algas se encontrarán principalmente en las capas superficiales del agua. Mientras más pro- fundidad menos será la concentración de algas. Entonces, una ruta de escape natural para los peces será nadar hacia las profun- didades, por lo tanto, es importante tener redes profundas en las jaulas o tenerlas dis- ponible fácilmente de modo que sea posi- ble cambiarlas si la ocurrencia de un bloom de algas se hace inminente. Cambiar de lugar de un centro de cul- tivo por completo hacia otra localización también es una posibilidad pero es a la vez riesgoso y caro. Remolcar jaulas repletas de peces requiere hacer la operación con un máximo de 0.5 nudos. ¿Será posible, en cambio, bombear agua (con baja cantidad de algas) de mayores profundidades hacia arriba en las jaulas en cantidades suficientes para mantener los niveles de oxígeno necesarios, y así aminorar la concentración de algas? Sin embargo bombear agua del fondo puede ser también riesgoso de- bido a que el agua profunda es más rica en nutrientes que aquella de la superficie y puede, por lo tanto, mejorar las condicio- nes para el crecimiento de algas. 

Medusas  Las medusas son un gran grupo de di- versos animales que tienen un cuerpo gelatinoso. Hacemos la diferencia entre medusas sifozoas (o “medusas verdade- ras”), medusas hidrozoas, medusas peineta y medusas caja. Las medusas varían en tamaño desde muchos milímetros hasta un metro de diámetro y aparecen en forma aislada y en colonias. Las medusas son un grupo de individuos que provienen de tiempos muy remotos y de contextura sim- ple, pero se han realizado pocos estudios sobre ellas o acerca de las razones de los blooms de medusas. En el contexto de cultivo muchas especies de medusas han ocasionado problemas a los peces. El principal problema para los centros de cultivo es que las medusas po- seen tentáculos con células punzantes (nematocitos) que contienen veneno utilizado para paralizar a sus presas. Las víctimas de las medusas varían en tamaño tanto como las dimensiones de las mismas medusas. Las medusas pequeñas viven del planc- ton, mientras que las más grandes pueden incluso cazar pequeños peces. Los blooms de medusas tienen lugar normalmente du- rante determinados períodos de tiempo en el año y es poco conocida la razón porqué estos organismos proliferan en un gran nú- mero en un área en particular o en ciertos años. Las redes grandes que sirven como barreras naturales pueden ser utilizadas para proteger un centro contra las medusas de gran tamaño. El daño causado por las medusas generalmente se presenta en las branquias y piel y puede causar mortalidades masivas en un centro de cultivo. Las infecciones bacteria- nas secundarias a menudo exacerbarán los problemas y causarán la mortalidad de los peces. La mayor parte de las medusas que son una molestia para la industria acuícola se distribuyen principalmente en la parte superior de la columna de agua. En la ma- yoría de los casos, estas especies aparecen desde los 20 metros hacia la superficie y, frecuentemente, con las mayores concentraciones entre los 5 y los 10 metros de profundidad. Generalmente “aparecen” con temperaturas cálidas. Una medusa conocida como “aguijón malva” (Pelagia noctiluca) tiene aproximada- mente 5-10 cms. de diámetro. Un enorme enjambre de estas medusas mató a 100.000 salmones en Irlanda del Norte durante el año 2007. El enjambre se ubicaba a cerca de 11 metros de profundidad. La medusa de cadenas (Apolemia uvaria) vive en colonias y se ubica bajo la superfi- cie a unos 1000 mts. de profundidad. Esta especie ha provocado ocasionalmente pér- didas en Noruega. La Muggiaea atlantica es una pequeña me- dusa que tiene un máximo de crecimiento de 2 cm de diámetro. Durante el verano del 2002, los blooms de estas medusas causaron la mortalidad de 1000 toneladas de peces de cultivo en los condados de Rogaland y Hordalan. Otras dos especies que también son causantes de problemas son la Lensia conoidea y la Dimophyes artica. Al igual que la M. atlantica mencionada an- teriormente, estas medusas pertenecen al grupo denominado sifonófora y se parecen a la medusa de cadenas. Pareciera ser que las medusas se han vuelto un problema que va en aumento en los últimos años, pero es difícil decir si esto se debe a causas naturales o es conse- cuencia de un aumento de la temperatura de los océanos o un aumento de la eutroficación (aumento de nutrientes). Otras posibles explicaciones pueden incluir un cambio en las densidades relativas de los organismos marinos que son presa de las medusas, o tal vez es una combinación de estos factores. Las medidas para manejar a las medusas en la acuicultura incluyen las siguientes acciones: ubicar los centros en buenos si- tios que aseguren un suficiente intercambio de agua, utilizar redes profundas de modo que los salmones puedan escapar de las grandes concentraciones de medusas, detener la alimentación de los peces y, de esta forma, prevenir que los salmo- nes vayan hacia arriba a las áreas con altas densidades de medusas que, a menudo, se encuentran en la superficie del agua, hacer uso de nueva tecnología como el uso de redes sumergibles y alimentar a los peces a una mayor profundidad donde no se encuentran las medusas.

Parásitos

Parásitos es un término genérico usado para denominar un grupo de organismos, los denominados “oportunistas”, que viven de o en un organismo huésped. Dife- renciamos a estos organismos entre endo- parásitos y ectoparásitos. Los endoparásitos son organismos que viven dentro del ani- mal huésped, en cambio los ectoparásitos viven fuera de sus huéspedes. Los parásitos más comunes en el salmón son el piojo del salmón y los protozoarios (parásitos de una célula) Trichodina, Ichthyobodo (Costia), y Parvicapsula. Estos tres últimos parásitos protozoos son extremadamente pequeños, siendo necesaria la investigación microscópica para demostrar la presencia de estas especies. Estas tres especies afectan principalmente a las branquias, pero pueden encontrarse también cubriendo la piel. Las señales de esta infección son visibles debido al au- mento de la producción de mucosa en las branquias. Luego, pueden ocurrir hemo- rragias menores (sangrado) y pueden ob- servarse decoloración de algunas áreas de las branquias. Pero el real daño sólo se hace visible cuando utilizamos el microscopio para examinar las muestras de tejido bran- quial. Los signos que muestran los peces están afectados por uno o más parásitos incluyen: reducción del apetito, demacra- ción (pérdida de peso extrema), peces que se ubican cerca de la superficie del agua o cerca de los bordes de la jaula, y sínto- mas clásicos de problemas respiratorios. Se debe tener en cuenta que además de ser un órgano para la respiración, las branquias tienen una importante función en la osmo- regulación (balance de sal) en los peces. De este modo, los peces con infección en las branquias también tendrán problemas de osmoregulación. Es común para estas tres especies la presencia de infecciones secun- darias donde los peces son infectados en forma secundaria por bacterias y virus que a su vez pueden causar la muerte.

El piojo del salmón

Los “piojos” de los peces son realmente crustáceos que viven como parásitos en los peces. Hay numerosos tipos de piojos de peces y muchos de éstos son específicos de ciertas especies, esto quiere decir, que una especie de piojo en particular se ha especia- lizado en un tipo de peces. Existen cerca de 2000 especies de parásitos de peces cono- cidas y aproximadamente el 90% de éstas tienen lugar en el mar (piojo de mar). El piojo del salmón (Lepeophtheirus salmonis) representa un gran desafío para la acuicul- tura europea, pero también tiene otros pa- rientes en otras partes del mundo que son capaces de atacar al salmón. El piojo del salmón se alimenta de la mucosa, la piel y la sangre de los peces. Las consecuencias de una infección de piojos incluyen daño en la mucosa/piel que facilita el ingreso de bacterias y virus (infecciones secundarias). Adicionalmente, los peces pueden desa- rrollar problemas osmoregulatorios como resultado del daño en la mucosa exterior o la piel. En casos extremos, pueden pro- ducirse heridas abiertas donde el piojo del salmón ha carcomido a su paso a través de la piel. Además, las infecciones por piojos intensifican la frecuencia de los saltos en los salmones, pudiendo producirse daños como resultado de golpes con las redes u otros equipos en las jaulas. Los piojos del salmón pasan por va- rias etapas en su ciclo de vida y cambian su exoesqueleto en una serie de “mudas” antes de alcanzar la etapa adulta, donde son capaces de reproducirse. Las tres pri- meras etapas del piojo del salmón son la etapa pelágica (cuando nadan libremente en la columna de agua), luego de ese tiempo deben encontrar un huésped al cual puedan adherirse. Estas tres etapas se las conoce como nauplius I, nauplius II y copepodito. Luego, los piojos mudan hacia otras cuatro etapas durante las cuales se adhieren al pez huésped (Chalimus I-IV). Chalimus III y IV tienen de 2 a 2.8 mm de longitud y son visibles como pequeñas “marcas de lápiz” o “comas” en los peces. Es difícil ver estas etapas y se requiere de buenos ojos y buena luz, como también de mucha experiencia. El tiempo de desarrollo de huevo a etapa adulta varía con la temperatura. Normal- mente, estimamos que el desarrollo de huevo a un individuo adulto maduro a una temperatura de 10 °C toma 42 días para los piojos de salmón machos y 50 días para las hembras. Las tres etapas finales son etapas móvi- les conocidas como pre-adulto I y II, y la etapa adulta. En todo su ciclo de vida, el piojo del salmón tiene diez etapas, con una muda entre cada etapa. Los piojos cambian su apariencia sutilmente con cada muda. El conteo de piojos se hace general- mente cada 14 días. Generalmente, los piojos son contados de a dos jaulas (una es contada como jaula de control) y con una segunda jaula diferente cada vez, de modo que al final, se hayan contabilizado todas las jaulas. El conteo de piojos se hace arrojando una red para tomar una muestra de 20 peces al azar. Los peces son anestesiados, cada pez es examinado cuidadosamente y el número y la etapa de desarrollo de cada especie de piojo es registrado. De esta forma, podemos monitorear cómo el desa- rrollo del piojo del salmón va cambiando en el tiempo y tomar medidas efectivas para remediar el problema antes que se alcancen niveles críticos de infección por piojos. Enlace a fotografías de las diferentes etapas del piojo del salmón: http://www. lakselus.no/litteratur Click en: archivo PDF titulado Salmon lice stages.pdf 

Muchos productores de alimento entre- gan cartolas con una buena visión general de los piojos en todas las etapas, éstas pue- den ser de mucha utilidad para identificar las diferentes fases de desarrollo. El piojo de mar (Caligus elongatus) es otro parásito que puede infestar al salmón y que se ha vuelto cada vez más y más común. Afecta a los salmones de la misma forma que el piojo del salmón, pero no es espe- cífico de una sola especie. Los piojos de mar han sido encontrados en 80 especies diferentes de peces. Esta especie es más difícil de tratar/erradicar, debido a que puede sobrevivir en muchos tipos de peces huéspedes y porque además muestra una mayor capacidad de cambiar de huéspedes, es decir, saltan de pez en pez. Esta especie

se encuentra a menudo en el bacalao y en el saithe, especies que frecuentemente se ven en las proximidades de los centros de cultivo de salmón. En Escocia, Irlanda y las Islas Faroe esta especie de piojo es predo- minante y es la causa del mayor daño en el salmón.

 

En Chile, las especies de piojo Caligus teres y Caligus rogercresseyi han presentado un desa- fío para los salmones de cultivo.

 

Métodos de tratamiento para el piojo del salmón

Hay muchos métodos para combatir el piojo del salmón, los que han variado a través de la historia del cultivo del sal- món. Hoy en día, existen tres métodos que sobresalen por ser tratamientos efectivos. Si se emplean tratamientos químicos para combatir el piojo del salmón, es impor- tante determinar si existen periodos de espera que se requieran previo a la cose- cha. Cualquiera sea el método a elegir, es importante que todo el centro sea tratado simultáneamente, de manera que una jaula no re infeste las jaulas que han sido previa- mente tratadas.

Alimento medicado

En este caso, a los peces se les da ali- mento que contiene sustancias que matan al piojo del salmón en forma total o evita que los piojos muden. Estos alimentos ac- túan liberando químicos en el alimento que son ingeridos por los peces. Los quí- micos ingresan al torrente sanguíneo y son transportados a través de sus cuerpos, de este modo, actúan en la piel de los peces y en la capa de mucosa sin causar daño a los peces o reducir la calidad de la carne. El alimento medicado que con una for- mulación especial contiene sustancias que impiden que el piojo mude sus exoesque- letos. Este alimento contiene químicos que evitan que el piojo haga un nuevo esque- leto cuando alcanzan el período de muda y debe, por lo tanto, ser utilizado en una etapa temprana del ciclo de vida, antes que alcancen la madurez. Después de la madu- rez reproductiva el piojo ya no mudará. Hay otras sustancias que también se utilizan en el alimento medicado, que tie- nen un efecto perjudicial en el sistema de señalización del piojo del salmón que les provoca la muerte. Es clave seguir las in- dicaciones del fabricante o del veterinario para utilizar el alimento medicado. Es imperativo que se sigan adecuada- mente los procedimientos apropiados de distribución, cantidad de alimento y tiem- pos de tratamiento, para asegurar la efecti- vidad del tratamiento. El uso de tales sustancias químicas en el alimento ha demostrado ser eficaz en el tratamiento por infestaciones de piojo, logrando efectos de larga duración que so- brepasan el período de tratamiento. Adi- cionalmente, el método es fácil de aplicar (el alimento medicado se puede distribuir utilizando los sistemas de alimentación existentes) y requiere de poco tiempo adicional de trabajo. El método no tiene lími- tes en cuanto al tamaño de las jaulas. La desventaja de este tipo de tratamiento es lo que denominamos peces “flotadores” (que como hemos descrito anteriormente, son imanes para el piojo del salmón) tie- nen poco apetito o asimilación de nu- trientes. Los flotadores consumirán, por lo tanto, muy poco de los ingredientes activos formulados para el control del piojo y pue- den continuar funcionando como reservo- rios para el parásito en la jaula.

Baños antiparasitarios

Podemos utilizar también baños con aditivos químicos que son dañinos para el piojo del salmón, pero que no afectan a los salmones. Se han utilizado varios tipos de baños con diferentes efectos en los piojos. El Neguvon®, Nuvan®, peróxido de hi- drógeno y AlphaMax® son todos compo- nentes químicos utilizados para remover el piojo del salmón. Es de la mayor importan- cia que la receta para cada tratamiento quí- mico específico sea leída cuidadosamente y se siga con la mayor acuciosidad. Los baños de tratamiento son apropiados para jaulas con relativamente pocos peces; es práctica- mente imposible utilizar baños químicos con jaulas que tienen 90 o más metros de diámetro. El protocolo general para los baños an- tiparasitarios se puede describir de la siguiente forma: se necesita un gran faldón o lona que cubra los contornos de toda la jaula y que sea de una profundidad sufi- ciente (el faldón está abierto al fondo). La profundidad normal de la lona es de 5mts. o más. Esta faena debe ser planeada meticulosamente y todas las personas in- volucradas deben saber exactamente cuál será su rol. El tratamiento debe ser plani- ficado de acuerdo con las condiciones de tiempo locales. No debe haber corrientes demasiado fuertes durante el tratamiento (pues el faldón o la lona pueden colapsar) pero, al mismo tiempo, las corrientes de agua deben ser lo suficientemente fuertes para remover el tratamiento de las jaulas y volver a proveer a los peces de agua de mar fresca una vez que el faldón se ha retirado. Dada una temperatura local, tamaño de peces y biomasa, se debe calcular si el volu- men del baño contendrá suficiente oxígeno para la duración del tratamiento prescrito. ¿se necesitará añadir oxígeno adicional a la jaula utilizando un difusor de oxígeno? Es crucial ceñirse al tiempo de tratamiento prescrito. A continuación, los pesos que anclan la red deben ser removidos o izados, y la red por sí misma es levantada a una profundad que corresponde al faldón a ser utilizado. El faldón entonces es rápida y eficientemente colocado alrededor de la red y “cerrado”. La concentración de solución se mezcla en un contenedor más grande y se distribuye tan rápido como sea posible alrededor de toda la jaula, por ejemplo, con una bomba. Es importante distribuir la solución lo más uniformemente posible Se debe medir con- tinuamente el nivel de oxígeno en la jaula, de manera que el tratamiento pueda dete- nerse si los niveles de oxígeno se vuelven críticamente bajos. Los valores de oxígeno bajo 5ppm (5 mg O2/litro) son críticos y derivarán en pérdida de conciencia en los peces (los peces comienzan a nadar con el abdomen hacia arriba en el agua). Los peces deben ser vigilados de cerca durante todo el proceso del tratamiento, éstos mostrarán una respuesta al estrés du- rante el tratamiento, incluyendo síntomas que asemejan los bajos niveles de oxígeno. Cuando ha transcurrido el tiempo del tra- tamiento, el faldón que está alrededor de la jaula debe ser removido en forma rápida y eficiente. Al mismo tiempo, el fondo de la red y los pesos deben ser bajados para dar a los peces un mayor volumen de agua fresca en los cuales se puedan mover. 

Métodos orgánicos

Los métodos alternativos para combatir el piojo del salmón son conocidos como métodos orgánicos. Es decir, métodos que no utilizan aditivos químicos sino que se basan en un buen conocimiento de la bio- logía y la ecología del piojo del salmón. El piojo del salmón es una especie marina. No sobrevive a períodos prolongados en agua dulce. Un método para remover el piojo del salmón entonces es tan sólo hacer uso de este tratamiento. Si existe una gran fuente de agua en las proximidades del centro, es posible usar baños de agua fresca de la misma forma que con un baño químico antiparasitario, como se describió anteriormente. Esto requiere de un conti- nuo flujo de agua fresca en grandes canti- dades para asegurar el suficiente oxígeno a los peces. Después de aproximadamente 24 horas en agua fresca, el piojo del sal- món morirá. Este es un método que muy pocos centros tienen la posibilidad de lle- var a cabo. Otro método para combatir el piojo del salmón es estudiar cuales especies son depredadoras del piojo de salmón. En No- ruega, se ha descubierto que numerosas es- pecies de peces lábridos depredan al piojo del salmón. Se ha demostrado que estos peces son efectivos para remover el piojo del salmón y también tienen el efecto po- sitivo de que pueden remover de las redes otros organismos incrustados, tales como moluscos y algas y mejorar la calidad del agua en las jaulas. Existen dos especies que son depreda- dores eficientes del piojo del salmón que viven en salmones de tamaño pequeño, el tabernero (Ctenolaburs rupestris) y la pode- rrana (Symphodus melops). La poderrana tam- bién limpiará a los salmones más grandes si éste es, a su vez, de tamaño más grande. Pareciera ser que los lábridos pequeños evitan depredar el piojo que está adherido a los salmones grandes. Pueden existir muchas razones para que esto ocurra, desde la falta de capacidad para nadar tan rápido y seguir a los salmones más grandes, hasta el hecho que los peces de mayor tamaño asustan al pequeño lá- brido. La maragota (Labrus berggylta) es uno de los lábridos más grandes de Noruega y ha sido utilizado con éxito en salmones de más de dos kilos. Esta especie ha demostrado ser un depredador extremadamente eficiente para el piojo, al punto que se han encontrado individuos con más de 300 piojos de salmón en sus estómagos. El bodión (Labrus mixtus) puede alcanzar los 30 cm (hembras) a 35 cm de largo (machos). En Noruega existen nombres se- parados para los machos de vívidos colores (azul, ‘blåstål’) y hembras (rojo, rødnebb) basados en su apariencia. El centrolabro (Centrolabrus exoletus) ha sido utilizado tanto para salmones grandes y pequeños con buenos resultados. El tamaño de apertura de la red y de los peces son factores decisivos para la especie de lábrido que se debe escoger. Si el ta- maño de la apertura de la red es demasiado grande, el lábrido abandonará la jaula, re- sultando en que el efecto de limpieza no se obtendrá. El número de lábridos sem- brados en las jaulas también será determi- nado por el número de peces y de piojos presentes. Sembrar demasiados peces lim- piadores puede ser problemático, debido a que mordisquean los ojos y aletas de los salmones. Esto se ha observado tanto en maragota como también en la poderrana. Como una guía general, se recomienda que el número de lábridos sea igual a al- rededor del 1-3% del número total de salmones, aunque no hay ninguna receta para todas las situaciones. El mordisqueo de ojos y aletas es signos de que hay poca comida para los peces limpiadores, lo que indica que el número de éstos en la jaula es demasiado alto. La desventaja de utilizar lábridos como limpiadores de los peces, es que pueden transportar enfermedades que también pueden afectar al salmón. Sin embargo, numerosos estudios de infectividad en lá- bridos y salmones con furunculosis (bac- teria) e ISAv (virus) no han confirmado aún esta teoría. Por lo pronto, parece muy poco probable que representen una amenaza mayor. 

Resistencia a los tratamientos químicos antiparasitarios.  Uno de los grandes peligros al utilizar agentes químicos en el tratamiento del piojo de mar es que éste puede desarro- llar resistencia a las sustancias utilizadas. El desarrollo de la resistencia puede ser ace- lerado por desatender el apropiado segui- miento de las instrucciones del veterinario para el uso de los químicos. Es particular- mente importante no utilizar tiempos de exposición demasiado cortos, dosis muy pequeñas o no completar el tratamiento. Al utilizar los químicos en dosis demasiado pequeñas o durante tiempos muy cortos, esto permite que sobrevivan los piojos que han resistido las dosis menos severas. Estos sobrevivientes propagaran sus genes “sobrevivientes” a la próxima generación, permitiéndoles aumentar la resistencia al tratamiento. Hemos comenzado a descubrir resisten- cia del piojo en varios lugares de Noruega. Aunque se están realizando investigaciones tendientes a desarrollar vacunas contra la infección del piojo del salmón, no se han producido hasta ahora innovaciones en este campo. 

Vacunas

Las vacunas son medicamentos que con- tienen bacterias o virus patógenos muertos o inactivados. En adición a los virus o bac- terias inactivadas, las vacunas contienen un aditivo denominado adyuvante. El propósito de este adyuvante es promover la estimula- ción del sistema inmune de los peces y ex- tender el período durante el cual la vacuna confiere inmunidad. Las vacunas se sumi- nistran a vertebrados (humanos, peces o animales) por vía oral, mediante baños de inmersión o inyectándose en el cuerpo. Muchos diferentes factores determinan qué tipo de vacuna se debe utilizar, inclu- yendo, el tiempo adecuado para la revacu- nación y la duración de la protección que uno quisiera lograr. En los salmones, la inyección es el método más común y ge- neralmente es llevado a cabo cuando los salmones son alevines de 25-30 gr que están listos para ser transferidos al mar. El propósito de la vacunación es esti- mular el propio sistema inmunológico del cuerpo, para resistir en una forma natural la invasión de un organismo patógeno en particular. Cuando un organismo es vacu- nado, el sistema inmune comienza a pro- ducir anticuerpos para la bacteria o virus en cuestión. La vacuna funciona preparando al cuerpo para responder rápidamente en el evento de un nuevo ataque, produciendo anticuerpos contra una bacteria/virus en particular y de esta forma proteger al pez de la enfermedad. Las vacunas son desarrolladas para una especie específica y, por lo tanto, prote- gerán contra el virus o bacteria en parti- cular que ellas contengan. Es importante también tener presente que no todas las vacunas otorgan una igualmente buena protección contra la enfermedad, como tampoco protegen durante un período de tiempo igual de prolongado. La eficacia de la vacuna también depen- derá del que los peces se encuentren en buenas condiciones y que la vacunación se efectúe en el momento adecuado. Un pez en pobres condiciones nutricionales o mal alimentado, estresado o que ha estado previamente estresado debido a una pobre calidad del agua, sujeto a enfermedad o pa- rásitos será incapaz de asimilar la vacuna de la misma forma que lo hace un pez sano y que está en buenas condiciones. La habili- dad biológica de los peces para “recordar” el patógeno que contiene la vacuna es un aspecto crítico respecto de cómo funcio- nará la vacuna. Por lo tanto, no es simple evaluar cuán bien actúa una vacuna. La misma vacuna puede otorgar diferentes ni- veles de protección cuando es utilizada en diferentes centros, debido a que la calidad de los peces es única. Además de vacunar a los peces contra todos los patógenos para la los cuales las vacunas se han desarrollado, es también importante otorgar a los ejem- plares las mejores condiciones de cultivo en el mar y mantener buenos estándares de higiene. El próximo número de Aprendiendo Acuicultura se referirá a los hongos, bacte- rias y virus comunes que son un problema para la industria acuícola.