Evolución en el tiempo de Genogrupos y Genovariantes de Piscirickettsia

Imagen referencial de salmón Coho con SRS.

Chile: Científicos del laboratorio ADL Diagnostic Chile dieron a conocer las diferencias en la susceptibilidad antimicrobiana y la evolución de la distribución de los genogrupos de Piscirickettsia salmonis en el tiempo.

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Investigaciones desarrolladas por el laboratorio ADL Diagnostic Chile, han documentado no solo que existen diferencias genómicas, sino que también diferencias fenotípicas importantes entre ambos genogrupos y genovariantes de Piscirickettsia salmonis.

Por ejemplo, el genogrupo EM-90, que en el laboratorio llaman genogrupo A, presenta muy escasa variabilidad genética entre si (sólo presenta una genovariante) y es, además, altamente susceptible a florfenicol y oxitetraciclina. Por su parte, el genogrupo LF-89, o genogrupo B, presenta mayor variabilidad genética, dando lugar a cinco genovariantes (B-I-II-III-IV-V), cada una de ellas con características propias y, en especial, diferencias importantes en los patrones de respuesta a los principales antimicrobianos utilizados en la salmonicultura.

Estas diferencias en la susceptibildiad antimicrobiana y la evolución de la distribución de los genogrupos en el tiempo, fueron dadas a conocer recientemente por el equipo de ADL en una nota técnica.

Un análisis de datos de ocho años, muestra que en los últimos 2 años se observa un incremento notable de la genovariante B-I en trucha arcoíris y salmón Atlántico, siendo actualmente la de mayor predominancia en ambas especies. En salmón coho, persiste el predominio de la genovariante B-III.

Complementariamente, el análisis de 559 aislados de P. salmonis obtenidos por ADL desde el 2010 al 2022 (53,7% de genogrupo A y 46,3% del genogrupo B), permiten evidenciar diferencias relevantes en los valores de corte epidemiológicos con 4 a 8 veces mayor el valor de corte del CIM en genogrupo B, respecto del A.

¿Resistencia?

¿A qué se puede atribuir la gran variabilidad del genogrupo B? “Es una buena pregunta, pero compleja al mismo tiempo, para la cual no existe a la fecha una respuesta clara y precisa”, responde Patricio Bustos, gerente general de ADL. Y es que los genogrupos entre si tienen una variación genómica elevada pero menor al 5%, y las genovariantes dentro del genogrupo B poseen una menor variación entre si, cercana al 1%, pero suficientemente importante como para expresar variabilidad fenotípica.

“Cuando buscamos la variabilidad genética dentro de cada genogrupo, nos enfocamos hacia un rasgo fenotípico específico, que era la susceptibilidad a los antibióticos, y a partir de esa información vimos que el genogrupo A posee una sola genovariante, y el genogrupo B presentaba 5 genovariantes. Sin embargo, si nuestro enfoque hubiese sido otro, por ejemplo la virulencia, desconocemos con base científica cuál de ambos genogrupos pudiera haber mostrado más variabilidad genética, aunque consideramos, por nuestros estudios, que probablemente el genogrupo B es nuevamente más diverso”, aclara Patricio Bustos.

Distribución Genogrupos P. salmonis 2015-2022 en salmón Atlántico (%)

No obstante, en cuanto a las razones de las diferentes susceptibilidades a los antibióticos de la bacteria, el experto señala que existen variaciones a nivel de genes y a nivel de nucleótidos, pero todavía no se describe ninguna resistencia formal, al menos a florfenicol.

“No se describe ninguna resistencia formal a florfenicol a la fecha, no hay descripción alguna a nivel científico, si a quinolonas y a oxitetraciclina. Acorde a nuestros estudios, para el caso de quinolonas, las genovariantes B-I, B-II y B-V las consideramos non-wild type, es decir con CIM más altos, presumimos un grado de resistencia bacteriana, mientras que para el caso de la resistencia a oxitetraciclina, si está comprobada científicamente la resistencia total de una específica genovariante (B-IV) y ello lo hemos podido comprobar feacientemente tanto in vitro (128–256 μg/mL de concentración inhibitoria mínima, CIM) como in vivo (centros de cultivo). La buena noticia es que hace 3 años aproximadamente que no detectamos dicha genovariante, la cual estaba circunscrita a un lugar específico (un único barrio) en la Región de Aysén”, explica Bustos.

A través del tiempo las genovariantes se han mantenido relativamente estables, según explica el gerente de ADL, excepto en el salmón Atlántico, donde, como ya se ha mencionado en otras ocasiones, ya desde el año 2018, y en especial desde el 2021 al Q1 del 2023, se comenzó a evidenciar el predominio del genogrupo B (LF-89).

“Ciertamente, hay variaciones que se deben a la presión evolutiva, a la relativa especificidad con la especie, a la genética de los peces, a la susceptibilidad/resistencia genética de las bacterias, al efecto de las vacunas, a las condiciones ambientales e incluso a las condiciones oceonógráficas, entre otras”, concluye Patricio Bustos.