Produciendo un smolt de calidad

Por Patricio Feest F.
El proceso de esmoltificación es controlado por una serie de factores tales como fotoperiodo, temperatura, nutrición, calidad del agua, etc. Estos deben influenciar de forma coordinada al pez, con el fin de lograr un proceso de esmoltificación exitoso. Un mal manejo de estos factores puede resultar en un impacto negativo en el proceso de esmoltificación, reflejándose en un bajo rendimiento de los peces post transferencia donde son sometidos a situaciones de alto estrés resultando en una mayor susceptibilidad a contraer enfermedades. Dentro de los principales manejos que se utilizan en la industria para obtener una mejor calidad de smolt en agua dulce se encuentran:
Fotoperiodo Tanto la temperatura como el fotoperiodo constituyen el calendario biológico de los peces y son los factores externos clave para el inicio de la esmoltificación. En condiciones naturales, este estimulo se da dentro de ciclos anuales, sin embargo, en condiciones controladas, pueden ser manejados de acuerdo con los requerimientos de los productores. En los sistemas actuales de producción de smolts, los peces son criados en estanques y a altas densidades, el uso de luces artificiales ha resultado en mejoras de crecimiento y, al mismo tiempo, en permitir el control del proceso de ‘esmoltificación’. Normalmente en los sistemas de producción intensivo, los peces pasan por dos veranos (fotoperiodos largos) y un invierno (fotoperiodo corto). El primer verano es aplicado a peces en estado de alevín, enfocado principalmente a proveer un rápido crecimiento. Una vez que alcanzan la talla deseada por el productor y de acuerdo con los tiempos de entrega a mar, los peces en estado parr son sometidos a la señal de invierno, con la cual se da inicio al proceso de esmoltificación. Posteriormente los peces son sometidos al segundo verano con el cual se desencadena la culminación de la etapa de esmoltificación: la ventana de esmoltificación. Entre los parámetros más importantes, dentro de las diferentes estrategias de fotoperiodos aplicadas en la industria, que se deben controlar, se encuentran la cantidad y calidad de luz. Según el gerente de Agua Dulce de Salmones Camanchaca, Hugo Cajas, no es lo mismo poner luces en aguas turbias que en aguas claras. “Es importante medir qué cantidad de luz le está llegando a los peces, no debiera ser menor de 10 lux, y lo importante es que esté distribuida homogéneamente en toda la columna de agua” detalló. Para el jefe de Agua Dulce de Skretting Chile, Marcelo Abarzúa, un buen manejo de fotoperiodo y temperatura no será suficiente para lograr una esmoltificación exitosa, ya que el pez debe cumplir además con un adecuado estado nutricional y de robustez. Para el jefe Técnico de Europharma, Mauro Álvarez, una alternativa al fotoperiodo es el uso de SuperSmolt, una tecnología que permite modular la ventana de ingreso a mar.”Actualmente esta tecnología está siendo usada comercialmente por productores de salmónidos en Chile con muy buenos resultados”, señaló. Según Álvarez, este programa tiene tres principales ventajas en el proceso de esmoltificación: bienestar animal, te aseguras que el pez no va a llegar a estresarse al mar por el cambio de salinidad; producción, puedes coordinar la fecha en que se quiere trasladar, por lo que puede coordinar toda la maquinaria operacional que hay detrás y la tercera, SuperSmolt permite “suprimirse” la fase de invierno implementando un régimen de 24 horas luz en los peces potenciando su crecimiento, lo que acorta el ciclo en agua dulce en 2 o 4 semanas. Al mejorar el timing productivo, se puede aumentar el rendimiento de la piscicultura y/o reducir costos operativos. Al mejorar el bienestar animal producto de potenciar adecuadamente la capacidad osmorregulatoria, en los centros de mar se traduce como una menor pérdida por concepto de rezagados y problemas de alimentación tardía” “En la práctica, nosotros hemos llegado a evaluar entre 3 a 5 semanas menos en producción en mar. Obviamente se acorta una parte importante en agua dulce respecto al fotoperiodo”, dijo Álvarez.

Alimento Para Marcelo Abarzúa, no basta hablar sólo de calidad de smolt, sino que es necesario remontarse aún más atrás, a la calidad de reproductores, ovas, alevines y finalmente smolt. “No puedo esperar tener una buena calidad de smolt si no he realizado un trabajo previo. Comúnmente, vemos en la industria que los smolts recién transferidos pueden tomar, en situaciones extremas, hasta 40 días en alcanzar los consumos esperados. Por este motivo, las dietas a utilizar antes y después de la transferencia, deben ser capaces de fortalecer y preparar al pez para esta compleja transición, suministrando los nutrientes adecuados que permitan optimizar la capacidad osmorregulatoria, apoyar el desafío sanitario que implica la etapa de esmoltificación y el posterior ingreso al mar, como así también, generar rápidos consumos post ingreso al mar”, puntualizó. Desde el punto de vista de cómo la nutrición aporta a generar un smolt de calidad, Abarzúa precisó que es a través del uso de dietas de transferencia, las cuales deben cumplir tres objetivos principales: potenciar la función osmorregulatoria y aportar a la funcionalidad celular; fortalecer el estado sanitario; y, finalmente generar robustez, que es la capacidad del pez para enfrentar de mejor manera el estrés asociado a la transferencia a un nuevo ambiente. Esto es posible con la incorporación de micro ingredientes funcionales, presentes en el nuevo concepto Supreme de transferencia, los cuales producen efectos fisiológicos destinados a generar rápidos consumos post ingreso a la etapa de engorda.

Transporte Dentro de los manejos que se realizan en la etapa de esmoltificación y transferencia al mar, el transporte parece estar dentro de los más importantes para los productores de smolts de calidad. Para Hugo Cajas, el transporte tiene que ver con estrés. “Nos preocupamos que el barco que recibe los peces que vienen del camión, tengan la misma agua dulce y temperatura en la que viene el pez en el camión. Preferimos en el viaje hacer este cambio gradual a agua de mar, una práctica con la cual nos ha ido bien”, recalcó. Otro factor importante es la densidad de traslado. En este contexto, el subgerente de Agua Dulce de Salmones Blumar, Pedro Figueroa, comentó que “somos unos de los más conservadores en el tema de densidad de carga o densidad de traslado, pues tratamos de no trabajar a más de 50 kg/m3 con la finalidad de dar las mejores condiciones a los peces en un evento de alto estrés como es la transferencia a mar”, puntualizó. En tanto, el gerente de Agua Dulce de Salmones Multiexport es tajante al decir que, “puedes echar a perder todo lo que hiciste si no haces un buen manejo, y el transporte tiene que ver con el manejo, no tiene que ver con el transporte como tal. Un manejo mal hecho, donde sometes los peces a condiciones estresantes puedes echar a perder todo el trabajo previo”, manifestó.

Calidad del agua De acuerdo a lo establecido por diferentes especialistas, entre los factores importantes para determinar el potencial de producción de smolts, se encuentran la calidad de agua y las estrategias del tratamiento de agua, tanto en los sistemas de flujo abierto como en recirculación. En Chile, se han presentado mortalidades debido a la calidad subóptima de agua, especialmente por la presencia de metales pesados. Los alevines de salmón pueden sufrir cuadros de toxicidad, así como irritación, hemorragia y necrosis en las branquias, efectos que pueden ser más o menos acentuados, dependiendo de la dureza y alcalinidad del agua, entre otras variables. Para el gerente general de Niva Chile, Xavier Gutiérrez, el final de la etapa de esmoltificación y el proceso de transporte son puntos críticos en cuanto a la calidad de agua. Existen variables asociadas a metales que pueden tener un efecto subletal en peces de agua dulce, y pasar desapercibidas, pero pueden generar problemas de adaptación al mar. “Estamos ahondando en el problema que genera el aluminio, para poder diagnosticar en qué condición se está trabajando en la industria “, recalcó Gutiérrez. Cuando el aluminio esta biodisponible, se tiende a acumular en las branquias y tiene un efecto negativo sobre el bienestar fisiológico de los peces. Genera un estrés osmorregulatorio que se ve reflejado normalmente en bajas concentraciones de cloruro en sangre y también tiende a disminuir la actividad Na+K+ATPasa, “puede ser una variable que esté haciendo ruido en la señal de esmoltificación”. Cabe señalar que, para que el aluminio sea letal en agua dulce, tiene que encontrarse concentraciones bastante altas, expresó Gutiérrez. Niva Chile se encuentra trabajando sobre las interacciones que se dan entre variables del tipo metabólicas, CO2 o NAT, en conjunto con metales como aluminio y cobre dentro de los sistemas de recirculación, donde por lo general, se trabaja al final del ciclo con densidades mayores. Según Gutiérrez, toda la evidencia apunta a que existe acumulación de metales con potencial tóxico dentro de los sistemas de recirculación. “Estamos evaluando la biodisponibilidad de estos metales dentro de los sistemas, viendo su origen y determinando los potenciales riesgos dentro de estos sistemas”. Entre sus resultados preliminares, han encontrado que altas concentraciones de CO2 en los sistemas de cultivo, favorecen los efectos tóxicos de aluminio. Por lo tanto, la densidad de cultivo, por unidad de flujo, pasa a ser una variable crucial en el efecto que pudiera tener el aluminio en los peces al final del ciclo en agua dulce y en su posterior periodo de adaptación al mar.

Sistema de producción La esmoltificación en Chile se ha realizado en pisciculturas (flujo abierto o recirculación), en lagos, ríos y estuarios, lo cual depende exclusivamente de la estrategia productiva de cada empresa, de las concesiones para acuicultura disponibles, de la capacidad instalada y del tamaño de la inversión. Dentro de las estrategias productivas, existen diferencias en el proceso de cultivo, las cuales están dadas, principalmente, por las características biológicas de cada especie. Antes de la crisis del virus ISA y previo al año 2007, los smolt de salmón Atlántico eran producidos a través de pisciculturas-río o lago-estuario, para finalmente llegar al mar. Hoy, toda la producción de smolts de esta especie se realiza en pisciculturas en tierra. En cuanto a trucha arcoíris y salmón Coho, especies que no son afectadas fuertemente por el virus, no ha variado mucho la estrategia la cual considera principalmente la producción en lagos, estuarios y ,en menor medida, ríos. “En Camanchaca, la esmoltificación del salmón Atlántico la hacemos en recirculación. Si tuviese que decir qué preferimos nosotros, es la recirculación, pero no puedo ser tan absoluto”, agrego Hugo Cajas. “Independiente del sistema, creo que cualquier sistema productivo donde se puede controlar las variables ambientales será exitoso. Cuando controlas las variables, tienes una estandarización del proceso, hay un proceso predecible, y eso es lo que tenemos nosotros en Camanchaca” añadió el ejecutivo. Para Pedro Figueroa, lo importante es la cantidad y calidad del agua, más que el sistema productivo. “Puedes producir smolts de calidad tanto en piscicultura de flujo abierto como de recirculación, aquí lo importante es el recurso agua. En el caso de flujo abierto, la gran limitante es la cantidad, con un régimen estable de temperatura y sin eventos de turbias, en recirculación como tienes la posibilidad de controlar más variables, la calidad del agua es lo que se debe trabajar “ detalló. A su vez, el gerente de Agua Dulce de Salmones Multiexport, Cristian Delgado, estima que no existen diferencias entre sistemas de pisciculturas desde el punto de vista de la calidad de smolt que se puede lograr. Aunque cree que probablemente en los lagos sí. “Hay épocas en los lagos que son más adecuadas que otras para hacer smolts y eso está asociado con esta sincronización”, argumentó.

El tamaño de transferencia y siembra de smolts Existe consenso en varios actores de la industria acerca de la tendencia de sembrar smolt de mayor tamaño, aunque según los datos entregados por Intesal, desde el año 2012 no existen grandes variaciones a nivel de industria. Sin embargo cada empresa tiene una estrategia distinta, lo cual se puede apreciar en las desviaciones que presenta la Fig. 2. Hugo Cajas, considera que toda la industria está pensando en ingresar peces de mayor tamaño. “Hay empresas que ya están ingresando peces con 150 g y tiene que ver con el riesgo en el mar, acotar el riesgo y tratar de reducir este ciclo, por tratamientos contra Cáligus y todas las condiciones sanitarias adversas en el mar”, comentó. Este año, en Camanchaca el peso de transferencia de smolts de salmón Atlántico al mar fue de aproximadamente 130 g y están pensando en aumentar el tamaño de siembra de smolts. Según Hugo Cajas, su meta es llegar a 150 g en un par de años. “Esto depende de la capacidad de las pisciculturas, ya que con el aumento del tamaño del pez, en agua dulce se comienza a perder capacidad instalada o a requerir mayores instalaciones y eso significa más inversión, hay que tener un punto de inflexión para ver que conviene más, concluyó. “En Blumar estamos apuntando a transferir smolts de salmón Atlántico con 150 g, nuestra realidad es que estuvimos produciendo todo este tiempo peces de no más 100 g”, reveló Figueroa. “Este año estamos haciendo algunas pruebas con siembras de 130-140 g y, para los próximos años, con la piscicultura ampliada, deberíamos estar en los 150-170 g, sin embargo, un smolt de mayor tamaño no necesariamente es un smolt robusto. Esa es la siguiente etapa que quisiéramos abordar, medir la robustez de los peces. De hecho, el grupo de trabajo de las cinco empresas que estamos trabajando en el proyecto de calidad de smolt, queremos pasar a esta siguiente etapa, que es comenzar a hablar ahora de robustez, finalizó. En tanto, Multiexport transfiere peces de 120 g en salmón Atlántico y entre 120-300 g en salmón Coho. “El tamaño de transferencia al mar de nuestros smolts hace dos años era de 85 g y es probable que a futuro aumentemos un poco más, pero también hasta un tope”, comentó Cristian Delgado. La principal causa de este aumento, es, al igual que para las otras empresas consultadas, disminuir el riesgo de enfermedades acortando en uno o dos meses la estadía de los peces en los centros de mar. En relación a los costos asociados a producir un smolt de mayor tamaño, Figueroa aclaró que los costos por smolt se incrementarían en al menos un 20%, básicamente debido a un mayor volumen necesario en camiones, barcos y, a causa de un aumento de los costos de maquila. Sin duda, mejorar la calidad del smolt significa mejorar las condiciones de cultivo de los peces, mejorar la densidad en los estanques, disminuir la concentración de metales pesados, y trabajar principalmente en reducir los efectos de las frecuentes turbias en pisciculturas. Todo esto, con la idea de producir peces más grandes, con un mejor desempeño en el mar