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Tecnología en Aysén: Produciendo en condiciones extremas

Cerca del 60% de la producción de salmónidos a nivel nacional proviene de la Región Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo. Las condiciones climáticas y la aislación geográfica de esta zona, la convierten en un complejo escenario para los trabajadores y empresarios de esta industria, los que a pesar de las desafiantes condiciones en que se desenvuelven, han aprendido a convivir con ellas.Daniella Balin | daniella@salmonexpert.cl

Publicado Última actualización

Los orígenes de la salmonicultura industrial en Chile, la segunda actividad económica más importante del país, se remontan a la década de los ochenta, como consecuencia de un proyecto de la región, entre la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) y la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA, por sus siglas en inglés).

La iniciativa pretendía que los habitantes de la región con acceso a vertientes, arroyos o ríos con agua de calidad, participaran en el desarrollo de la salmonicultura en Chile. La idea de los japoneses, era que la industria se centrara en la Región de Aysén, por la cantidad de fiordos, canales, temperaturas y condiciones ambientales, que aminoraban las posibilidades de desarrollo de enfermedades bacterianas, según comentó el ingeniero pesquero y hoy gerente de Producción en Pisciculturas Garo, Jorge Ruiz, quien participó en esta iniciativa.

Luego de 30 años de actividad, la región alberga 25 centros de agua dulce (pisciculturas y centros de lago) y 240 centros de mar1, siendo responsables de aproximadamente el 60% de la producción de salmónidos a nivel nacional y entregando cerca de 2.800 empleos directos y 4.200 indirectos2.

Principales desafíos

Los principales desafíos que enfrentan las compañías salmonicultoras en Aysén, son los altos costos de producción, la carencia de profesionales especializados, las condiciones climáticas adversas, fuertemente influenciadas por el frente polar y las deficientes rutas de transporte marítimas y terrestres.

“La verdadera oportunidad de esta región es la salmonicultura. Existe la posibilidad de trabajar en todas las áreas, desde la producción de ovas hasta el procesamiento, y la gente está aprendiendo. Claramente, tiene que haber un ordenamiento institucional y empresarial respecto de la producción, además de una moderación en las ansias de crecimiento y nichos para empresas chicas y medianas”, afirmó Ruiz.

“En la región, hemos notado que es muy difícil encontrar gente especializada en el tema, si bien todos nosotros no somos de aquí, si uno hace un catastro del rubro en general, vemos que la mayoría de la gente es de fuera de la región”, explicó el jefe del centro de cultivo Isla Colorada de Friosur, Leonardo Arce.

Al venir de otras regiones, muchos de los trabajadores de desempeñan en sistemas de turnos, en Aysén, generalmente son 14 días dentro del pontón y entre diez y siete días fuera. Los pontones son totalmente habitables y autónomos, equipados como un hogar. Cuentan con habitaciones, baños, gimnasio, sala de entretención, cocina, conectividad a wifi y reservas de comida y agua para varias semanas, algunos hasta cuentan con sistemas desalinizadores de agua.

“A nivel familiar, este trabajo es bastante complicado por el hecho de estar fuera de la casa, hay muchas familias que se disgregan”, comentó Walton Schmidt, asistente del centro Isla Colorada de Friosur, agregando que “en un comienzo, las condiciones climáticas son un obstáculo, más personal, pero con el tiempo uno se acostumbra. Lo más difícil es cuando cierran el puerto y no podemos salir”.

Debido a las lluvias y fuertes vientos constantes en la zona, al menos en el área cercana a Chacabuco la Capitanía de Puerto declara estado de “puerto cerrado” al menos una vez por semana. “Nos hemos enfrentado a condiciones extremas. Una vez, esta alerta estuvo activa durante 17 días”, reveló el gerente zonal de Cermaq Chile, Alejandro Novoa.

“Lo que siempre recalcamos, es la relación familiar que tenemos en los centros. Somos un equipo mínimo. Si viene alguien que no está al nivel de convivencia, disposición y actitudes, no sirve. Nosotros nos tenemos que adaptar, pero más que con tecnología, es con la conciencia que se debe generar como equipo de trabajo, para hacer una buena producción”, expresó el santiaguino, Leonardo Arce.

Mejorando la conectividad

Al menos en empresas medianas, la red de información es más simple, “lo que es útil especialmente en momentos de toma de decisiones. Cuando se trabaja con seres vivos los tiempos son esenciales, debemos actuar rápidamente y tanta burocracia a veces hace que sea muy tarde”, recalcó Arce.

“Percibimos que en la industria existe un centralismo, ya que la mayoría del mundo que rodea a este sector está en la Región de Los Lagos, las gerencias generales, oficinas centrales y los laboratorios que nos venden productos químicos, ya sea antiparasitario o drogas, lo que produce una demora en la llegada de los productos”, dijo Víctor Durán, veterinario de Agua de Mar en Friosur.

Además, agregó que sería positivo contar con sedes en la Región de Aysén, “para que los productos estén más cerca de la producción. Tampoco contamos con una planta de alimentos. Todo eso causa demora, el doble, si en Los Lagos son cinco días, aquí son diez. Eso nos perjudica, porque uno tienen que tratar rápido, ya que las enfermedades se agudizan y eso significa pérdidas grandes”.

En tanto, el jefe de operaciones del área sur de Cermaq Chile, Óscar Barría, aseveró que “la gran mayoría de los proveedores y servicios, entre soldaduras, termo fusiones, arriendo de embarcaciones de cabotaje o embarcaciones rápidas, es un poco más limitado, lo que genera tiempos de respuesta que son un poco más largos. Tienes que tratar de coordinar y anticipar situaciones, lo que se traduce en mayores costos y tiempos”.

Otra limitante percibida en la región son las condiciones climáticas, “un poco más adversas que en otros lugares, lo que, obviamente, complica un poco la logística, ya sea por el barco de alimentos, el barco que trae redes o las mismas embarcaciones que hacen el ingreso del personal. Ese tema te hace un poco más compleja la operación acá que en la Región de Los Lagos”, afirmó el gerente zonal de Cermaq Chile. “La logística es muy difícil, no hay caminos por ejemplo, todo es por embarcación. Entonces, todo lo que tú haces en la décima región es en una camiones o camionetas, aquí tienes que moverlo en embarcación, y una embarcación tiene costos altísimos”, agregó Óscar Barría.

Si bien las condiciones sociales y económicas en la región son adversas para muchos de sus habitantes, la industria salmonicultora en Aysén se perfila como un sector pujante, que requiere la atención del sector público y privado. Aunque Chile aún no es un país referente en tecnología y sustentabilidad, sí existe un potencial común, a nivel industria, para convertirse en líderes a través de la innovación y desarrollo aplicado en la producción salmonicultora.

Sistemas de micro burbujas

El equipo de Cermaq Chile en Aysén tiene un sistema de intercambio profesional y de información entre sus sucursales de Canadá, Noruega y nuestro país. “Estamos todos en línea en temas de transferencia y tecnología, la misma gente que viene, comparten aplicación de tecnología”, afirmó Novoa.

Desde hace un mes, la compañía está replicando una experiencia implementada en Canadá para combatir la presencia de microalgas en las redes y disminuir la reinfestación de piojos de mar en dos módulos. Mediante una tubería perforada conectada a un compresor de aire, se aplican burbujas alrededor de todo el centro de cultivo.

“Mediante la inyección de aire a cierta profundidad, de manera constante, se forma una cortina de microburbujas. Al menos en Canadá hemos notado que la reinfestación de piojos es mucho menor que en otros centros de cultivo, donde no han aplicado esta tecnología”, explicaron desde la compañía.

Cermaq también está utilizando mallas loberas de acero inoxidable en cuatro centros, mientras que Los Fiordos está implementando redes plásticas sin impregnar en uno de sus módulos, aplicando sistemas de limpieza cada 15 días, “es un buen material porque no se enreda ni absorbe agua”, afirmó el jefe de Área Cisnes de Los Fiordos, Daniel Lillo.

Aplicación de robótica

Los robots para acuicultura pueden sumergirse hasta 300 metros y se utilizan para realizar inspecciones del estado de mallas y fondo marino, además de revisar la mortalidad de cada jaula, hacer un barrido del pez y empujarlo hacia el sistema de extracción de mortalidad.

Cermaq y Los Fiordos también destacan por la implementación de tecnología robótica, principalmente por “temas de seguridad, para evitar accidentes y disminuir la cantidad de buzos en el agua”, afirmó Felipe Bergstrom, el operador robótico de Los Fiordos. En tanto, Óscar Barría, de Cermaq Chile, especifica que “este sistema tiene la ventaja de acotar el tiempo bajo el agua de los buzos. “Enviamos al buzo directamente a reparar una rotura de malla, por ejemplo, ya no hay pérdida de tiempo en buscar fisuras”.

1 Datos del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca).

2 Datos de los asociados de la Asociación de la Industria de Salmon de Chile (Salmonchile), organización que representa el 95% de la industria.