Ventisqueros advierte que tolerancia cero expone a industria a perder concesiones

La Contraloría General de la República recientemente definió al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) una política de “tolerancia cero” en el posicionamiento de las concesiones de salmónidos. Se exige que todas las operaciones estén situadas en el cuadrante otorgado y por lo mismo, la autoridad inició una investigación para determinar posibles infracciones.

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Estos centros de cultivo, corresponden a las salmonicultoras Aquachile, Yadrán, Invermar, Ventisqueros, Humboldt del grupo Cermaq, Los Fiordos, Marine Harvest, Multiexport Foods, Blumar, Granja Marina Tornagaleones (hoy Marine Farm), Australis Seafoods y Gama Limitada.

El gerente general de Ventisqueros, José Luis Vial, afirmó a Salmonexpert que “señalamos con responsabilidad que esta política de ‘tolerancia cero’, expone gravemente a la industria salmonicultora a perder un alto porcentaje de las concesiones que hoy operan”, agregando que, “como empresa siempre hemos funcionado con todos nuestros centros de cultivo, con cada una de las autorizaciones entregadas por Sernapesca”.

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El ejecutivo recalcó que no se está haciendo ningún daño al reposicionar las jaulas de cultivo en ubicaciones cercanas o aledañas al sitio otorgado. En la mayoría de los casos, a su juicio, obedece a la imposibilidad de ubicarse en el lugar exacto otorgado, ya que muchas veces las corrientes marinas o la misma geografía del fondo marino lo impiden.

“En estos 30 años, la tecnología ha mejorado y los sistemas de georreferenciación se han perfeccionado: hay concesiones de acuicultura que fueron otorgadas para fomentar la actividad acuícola y exportadora y que, al día de hoy y con instrumentos más precisos, sus coordenadas geográficas figuran ubicadas en tierra firme y es el lugar en que la autoridad quiere exigir se ubiquen   las jaulas de cultivo de peces”, esgrimió el ejecutivo.

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Por el mismo motivo, el 2010 se promulgó una Ley de Relocalización para crear corredores sanitarios y reposicionar o reubicar las concesiones en lugares más adecuados. Sin embargo, “en estos seis años, ninguna de las más de 600 solicitudes (aproximadamente el 50% de las licencias) se ha materializado. La industria ha sido nuevamente postergada por la autoridad”, dijo Vial. ¿La razón? “Burocracia interna”, aseguró.

“El Estado de Chile era el encargado de solucionarlo y no lo hizo. En este proceso de reubicación, los caladeros pesqueros pasaron a tener una prioridad, haciendo que las relocalizaciones no se efectuasen y se agregó ahora la Ley Lafquenche en donde un grupo de ciudadanos tiene privilegios y no permiten que otros que llegaron antes puedan ejercer su actividad productiva y seguir funcionando”, expresó el gerente general de Ventisqueros.

Frente a lo anterior, Vial remarcó que en Ventisqueros creen “firmemente que a pesar de las dificultades hemos logrado posicionar la industria salmonicultora como la segunda actividad exportadora de Chile que da trabajo a más de 70 mil familias de la zona sur y logra enviar más de US$ 4 mil millones anuales, alimentando diariamente a cerca de 12 millones de personas en todo el mundo con un producto noble y sano, conocido internacionalmente así”.

“Queremos respetar los límites biológicos. Y estamos convencidos -hoy más que nunca- que eso nos llevará a producir una proteína más reputada, más valorada, y dando trabajo de calidad, más estable y que da reconocimiento público y orgullo. Pongamos nuestra energía en mejorar, en mostrar las cosas buenas en vez de criticarnos, en aportar ¡Ayudemos a defender y apoyar nuestra industria!”, puntualizó el gerente general de la compañía del grupo alemán Schörghuber.