Dr. Patricio Dantagnan. Foto: Universidad Católica de Temuco.

Investigación e innovación para la competitividad de la acuicultura chilena

*Columna de opinión para Salmonexpert del Dr. Patricio Dantagnan, director del Laboratorio de Nutrición y Fisiología de Peces y del Doctorado en Ciencias Agropecuarias, en la Universidad Católica de Temuco.

Para nadie es un misterio que la dependencia tecnológica y científica externa es un riesgo para la competitividad y atenta contra el desarrollo del país y de las empresas, siendo la inversión en formación de científicos locales uno de los principales indicadores de que esto se toma en serio, y donde nuestro país está en déficit. Así, no es buena señal el recorte de becas doctorales anunciado por el Gobierno, que pareciera no valorar la ciencia como palanca de desarrollo. 

Una de las señales de madurez de cualquier industria a nivel mundial es la inversión en conocimiento y ciencia, generada dentro de las empresas o en vinculación con los principales Universidades o Centros de Investigación en sus países de origen. Esto se demuestra en la incorporación de científicos altamente calificados a sus plantillas en altos cargos de decisión técnica, comercialización o gestión, tanto en la esfera pública como privada. 

Esto es perfectamente aplicable a la industria acuícola en Chile y su red de proveedores, tanto en aquellas ya instaladas, como la industria salmonicultora y otras, como en aquellas que comienzan a emerger con las nuevas especies con la cuales se intenta diversificar la Acuicultura. 

En modelos europeos u orientales, las empresas de Acuicultura trabajan a la par con las Universidades y el Estado, y las instituciones públicas promueven esta interacción de manera concreta y efectiva, manteniendo siempre el interés público y el bienestar de la sociedad como eje central. De esta manera, se genera mayor valor agregado a la industria, mayor credibilidad en los mercados, una mejor aceptación social y rápidos escalamientos productivos. 

En acuicultura, como en otras áreas del conocimiento, las respuesta obtenidas deben ser el resultado de la aplicación del método científico y del haber penetrado en las profundidades de los fenómenos biológicos que ocurren en los organismos vivos, que permitan explicar lo que allí sucede, y como les afectan los cambios tecnológicos introducidos. 

Es una forma eficaz de encontrar respuestas que permitan replicar bajo condiciones controladas los fenómenos naturales, y hacer que los sistemas productivos sean más eficientes, en términos económicos, sociales y ambientales. Si esto se hace considerando la realidad de cada país y ocupando la ciencia como herramienta, esto toma mayor valor y eficiencia. 

En contraste a buscar respuesta a corto plazo través de ensayos prueba/error y la importación de conocimientos, pues la dependencia tecnológica impacta negativamente en el mediano y largo plazo en la diferenciación y competitividad del país y las empresas. La acuicultura en Chile podría convertirse en exportadora, y no solamente de peces.

En este contexto, promover la Ciencia como aliada para el desarrollo en la Acuicultura e incorporar más científicos, tanto a las política públicas como al sector productivo, parece ser un imperativo ético que contribuye a no poner en riesgo una de las principales industrias de nuestro país, y otorgarle un sello con característica propias, que permitan mejorar la competitividad de la industria y llegar a ser referentes creíbles. 

Al incrementar el número de publicaciones científicas, la presencia de investigadores y estudiante de posgrado en los foros nacionales e internacionales, mejorar la infraestructura y el equipamiento científico para hacer ciencia de calidad, promover la colaboración interna y externa entre las Universidades y Centros de investigación, y no la competencia exacerbada, es una buena manera de valorar el aporte que puede hacer la ciencia fundamental a la Acuicultura que se realiza en Chile. 

Esto permitiría generar incentivos para que tanto el Estado como las empresas incorporen científicos que contribuyan a innovar y a diferenciarse de otros mercados, y de esta manera llegar a ser referentes en la Acuicultura mundial, como son los países con los cuales nos comparamos frecuentemente. 

La industria del salmón en Chile, es una gran oportunidad para investigar e innovar como lo ha sido en Noruega, Escocia, u otros países por décadas. Gracias a este foco, esto países se han convertido en nuestros referentes.

Chile necesita más postgraduados en las distintas disciplinas de la ciencia vinculadas a la Acuicultura, desde la Ingeniería, la Economía, las Ciencias Sociales, y todas aquellas derivadas de la Biología, para que se incorporen a los organismos públicos y privados y no solo en la academia.