Las dispares fortunas de los salmonicultores noruegos y chilenos

Chile: Esta es la historia de dos productores de salmón y cómo los penetrantes dedos de la economía de mercado husmearon en incluso las zonas más oscuras del comercio.

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Las fortunas se han ido distanciando entre los dos mayores exportadores de salmón, Noruega y Chile. El primero está disfrutando de niveles récord de precios, mientras que el país latinoamericano está sufriendo de la baja demanda y de la caída de los precios. Los tambaleantes precios del petróleo y su impacto en commodities y divisas han dividido sus destinos, según informó Diario Financiero.

En Noruega, la corona se debilitó 16% frente al dólar desde inicios del 2015 y 6% frente al euro, incrementando los ingresos en moneda local de los productores que se vieron obligados a bajar los precios a raíz de la prohibición rusa de importación de alimentos en 2014. La posterior caída en la oferta debido a una plaga hizo que el precio aumentara a niveles récord. “Este es un buen momento para ser un productor noruego”, dijo Geir Ove Ystmark, director ejecutivo de la Federación Noruega de Mariscos.

El precio spot del salmón noruego se ha disparado, con el referencial en poco menos de 60 coronas (US$ 6,79) por kilo. Con más de la mitad de los costos en coronas y la mayor parte de sus ingresos en dólares o euros, los márgenes de los productores han subido. Las acciones de Marine Harvest, el líder del mercado, han subido 14% desde inicios de 2015 y las de Leroy 17%.

Chile, en tanto, ha sido testigo de cómo las débiles materias primas golpean las divisas de dos de sus grandes mercados de exportación, Brasil y Rusia. El real brasileño se desplomó 34% desde comienzos del año pasado y el rublo 25%. Mientras, su participación en el mercado estadounidense, su mayor cliente, también se ha visto erosionada por el empuje de las exportaciones noruegas y sus precios más competitivos.

Como resultado, el precio del salmón chileno ha caído a mínimos de tres años. A fines de 2015, el precio había caído 14,5% desde comienzos de año, a US$ 3,4 por libra, según SalmonEx, un proveedor de precios para la industria salmonicultora chilena.

Además de la volatilidad monetaria, la prohibición de las importaciones de alimentos de Rusia y las preocupaciones de los minoristas en Estados Unidos sobre el uso de antibióticos han afectado a Chile.

El embargo de Rusia, uno de sus clientes más importantes, hizo que Noruega respondieran con un gran impulso de ventas en la Unión Europea y EEUU, con la ayuda de la débil corona que les permitió socavar a los competidores.

Como resultado, las exportaciones noruegas llegaron a un récord de NOK 48.000 millones (US$ 5.430 millones) en 2015, un 9% más, según los datos de la Federación. Las ventas en la Unión Europea aumentaron 15% a 35.000 millones de coronas, mientras que las exportaciones a EE.UU. crecieron 33%, a 626 millones de coronas. Los envíos chilenos cayeron en más de un quinto en la primera mitad del año, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).

La preocupación de EE.UU. por el uso de antibióticos en Chile ha hecho del salmón noruego (que utiliza vacunas) una alternativa favorable. En el año 2013, Chile produjo cerca de 750.000 toneladas de salmón y utilizó más de 450 toneladas de antibióticos en comparación con un total de 972 kilos de los productores noruegos, que produjeron 1,25 millón de toneladas. Desde Chile aseguran que el pescado no tiene residuos y que es un problema de marketing.

Los problemas en los mercados han afectado a la industria salmonera de Chile, que ya ha sufrido por el alto endeudamiento y falta de efectivo. AquaChile, el mayor productor de salmón del país y que Marine Harvest trató de adquirir, informó tres trimestres de pérdidas consecutivas en 2015, y su acción ha perdido más de la mitad de su valor desde el comienzo del año pasado.

Los analistas ven en la consolidación de una industria fragmentada una de las soluciones, pero muchos de los productores son parte de conglomerados de propiedad familiar.

Con sus costos en gran medida en dólares, Chile “se enfrenta a la caída de precios y mayores costos de producción que la mayoría de otros países productores”, expresaron desde la FAO.

Sin embargo, ejecutivos de la industria esperan un mejor 2016, asegurando que los precios han mejorado en las últimas semanas. El panorama para los noruegos, sin embargo, se ve mejor.