Tamaño y fotoperiodo: descubren interacción que reduce maduración precoz en salmón

Noruega: Científicos descubrieron que el momento en que se introduce la señal de invierno, en relación con el tamaño del pez, influye significativamente en la esmoltificación y la maduración precoz.
La maduración precoz de los machos post-smolts de salmón del Atlántico es una característica no deseada en la acuicultura y parece ocurrir debido a la intensificación de las instalaciones modernas.
Como se conoce, la maduración depende de factores internos y externos (temperatura, fotoperiodo, disponibilidad de alimento, niveles de energía, tamaño corporal, antecedentes genéticos) que actúan sobre el eje cerebro-hipófisis-gónadas para desencadenarla.
Una correcta esmoltificación es clave en la salmonicultura para asegurar la mejor adaptación y rendimiento posibles después de la transferencia de agua de mar, y se induce en las pisciculturas, entre otros, con la manipulación del fotoperiodo.
Según los autores de un nuevo estudio publicado, es probable que el tamaño de los peces al momento de la introducción de la señal de invierno mediante fotoperiodo influya en la esmoltificación o maduración precoz, así como la interacción entre ambos procesos.
Para comprobar esta hipótesis, los científicos de la Universidad de Bergen, Noruega, realizaron una investigación en donde dividieron a 900 parr (41,3 ± 3,7 g) en cuatro tratamientos de fotoperiodo y tamaño: (1) luz constante (LL), una señal de invierno (5 semanas LD12:12) comenzando cuando (2) el pez pesaba 70,0 ± 8,4 g (70WS), (3) 114 ± 9,9 g (110WS) y (4) 182,9 ± 35,7 g (180WS).
A los peces de los distintos grupos se les midió el peso y condición corporal, el índice gonadosomático y la proporción de machos en maduración, además de Na+ y K+ branquiales, la actividad de la ATPasa y parámetros sanguíneos (cloruro y sodio, cortisol, glucosa y colesterol) para evaluar la progresión de la esmoltificación o maduración. Además, se analizó el nivel de expresión génica de tshβb hipofisario (un parálogo de la hormona estimulante de la tiroides tirotropina) para investigar su posible papel en la regulación de cualquiera de los dos procesos.
En sus resultados los expertos evidenciaron que el tamaño corporal del salmón macho fue relevante para la respuesta del desarrollo a una señal de invierno, ya sea maduración o esmoltificación.
“Una señal de invierno temprana (70WS y 110WS) indujo signos más claros de esmoltificación (factor de condición reducido, alta movilización energética y poca respuesta al estrés en agua de mar, entre otros) y ninguna tendencia a maduración precoz. Por el contrario, una señal de invierno tardía o nula (180WS y LL) indujo una fuerte respuesta al estrés en agua de mar, malos signos morfológicos de esmolt y movilización de energía, y una mayor tendencia a madurar temprano”, explicaron los autores.
Además, señalaron que resultó difícil relacionar directamente la transcripción hipofisaria de tshβb con la esmoltificación o la maduración, “ya que este gen parecía actuar principalmente como un cronómetro, mostrando una gran regulación positiva en respuesta al aumento de la duración del día (independientemente del tamaño), pero sin cambios bajo luz constante”.
Con estos hallazgos, los científicos plantearon que un aumento de la duración del día cuando el salmón es lo suficientemente grande como para haber desarrollado o acumulado suficientes recursos energéticos, puede suponer un alto riesgo de que una proporción de ellos priorice la maduración sexual sobre la esmoltificación.
“Los productores deberían tener esto en consideración al optimizar los protocolos para la producción de post-smolt”, concluyeron.
Lea el estudio completo titulado “Body size of male Atlantic salmon (Salmo salar L.) at introduction of a 5-week LD12:12 winter signal influences their decision to mature early or smoltify”, aquí.