Alimento para peces. Foto: Salmonexpert.

Los ingredientes y aditivos que toman fuerza en la alimentación del salmón

Chile: Productos naturales como los antibacterianos, aceites de canola y de microalgas, harina de insecto y pigmentos no sintéticos están abriéndose camino en la industria chilena del salmón.

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En los últimos años, la palabra sustentabilidad se ha transformado en uno de los ejes centrales de la salmonicultura chilena, lo que está impulsando cada vez más fuerte a la industria a implementar ingredientes y aditivos alternativos en sus peces -que puede leer en detalle en la última edición de revista Salmonexpert- para mantener positivos índices productivos y al mismo tiempo, resguardar el bienestar animal y al medio ambiente.

Antibacteriano natural y harina de insectos 

Uno de estos productos alternativos es Futerpenol, donde el CEO División Animal de MNL Group, Cristián Moreno, señala que es un ingrediente funcional de alto nivel natural “capaz de actuar como un potente antibacteriano que actúa a nivel de macrófagos, promoviendo el óptimo funcionamiento del sistema inmune de los peces. Su efectividad demostrada en campo permite mostrar in situ una alta protección contra agentes patógenos, disminuyendo la mortalidad por SRS de manera muy significativa (70% a 40%) y permitiendo otros efectos positivos colaterales debido a un mejor status corporal general que se brinda a las poblaciones de peces en cultivo”.

La harina de insecto también está tomando mayor protagonismo en el sector salmonicultor local. Al respecto, el gerente Comercial de F4F, Felipe Mayol, afirma que su producto hecho con Larvas de Mosca Soldado Negro puede reemplazar, de manera parcial o total, “el uso de fuentes proteicas cuya procedencia afecta directamente al medio ambiente o a las comunidades donde se insertan. A través de mediciones y estudios certificados, podemos decir que por cada tonelada de harina de insecto F4F que se utilice se está reduciendo en 18,2 toneladas el CO2 equivalente liberado al ambiente, es decir, existe una reducción directa y cuantificada de la huella de carbono”.

Aceite de canola y de microalgas

Por su parte, Nuseed, compañía global dedicada a la producción y venta global de semillas y desarrollo de soluciones nutricionales a través de la agricultura, elaboró por medio de un programa de biotecnología “un aceite de origen terrestre a base de canola -Aquaterra-, que rescata atributos nutricionales de microalgas, obteniendo un aceite rico en ácidos grasos de cadena larga, omega 3”, cuenta el gerente de Acuicultura de la empresa en Chile, Pablo Berner.

Y si con la canola se obtiene aceite sustentable de origen terrestre, con las microalgas se va directo al océano. El gerente de Desarrollo LATAM en Veramaris, Jorge Torres, deja en claro que “en el océano, la única fuente de ácidos grasos omega 3 EPA y DHA son las microalgas, con lo que Veramaris está yendo al origen de estos nutrientes. Hemos desarrollado una tecnología que ofrece ácidos grasos omega-3 esenciales EPA y DHA producidos a escala industrial a partir de algas marinas naturales. Esta innovación permite el crecimiento de la producción animal para alimentar al mundo de una forma responsable”.

Aceite de algas y pigmentación natural

Mientras que AlgaPrime DHA -aceite de microalgas natural- está presente en el mercado chileno con la empresa Ventisqueros y su marca Silverside Coho Salmon. Otro actor clave en este desarrollo expansivo ha sido BioMar con la formulación exitosa del alimento. “Silverside ha tenido éxito en el mercado estadounidense con ventas a través de gigantes del retail. También hemos trabajado en conjunto en toda la cadena de valor para llevar esta alternativa a diferentes eventos e iniciativas incluyendo al reconocido Chef Samuel Monsour”, da a conocer la gerenta senior de Desarrollo de Negocios de AlgaPrime DHA de Corbion, Paula Arriagada.

Por su parte, desde Panaferd afirman que la demanda por alimentos más naturales libres de aditivos sintéticos es una tendencia en alza en todo el mundo. Su producto se logra de la fermentación natural del microorganismo marino Paracoccus carotinifaciens, sin elementos genéticamente modificados ni aditivos añadidos. Contiene altos niveles de varios carotenoides como la astaxantina, adonirubina o la cantaxantina, que aportan un abanico de mayor respaldo colorimétrico, así como mayor nivel antioxidante y precursores de vitamina A para el salmón. 

Para leer en detalle las características de cada producto natural, en la última edición de revista Salmonexpert, haga click aquí.