Los planes de Cargill para seguir avanzando en el modelo de salmonicultura sostenible

Foto: Cargill.

La empresa ha avanzado en reducción de emisiones, trazabilidad de ingredientes y eficiencia operativa en la producción de alimento para salmón, y proyecta profundizar esta ruta con acciones concretas.

El Impact Report 2024 de Cargill ofrece una radiografía detallada de los avances de la compañía en materia de sostenibilidad en la acuicultura. Desde la innovación en ingredientes hasta la eficiencia energética en sus plantas, el documento revela el rol protagónico de la empresa en la transformación de la nutrición acuícola. Con una producción global de 1,8 millones de toneladas métricas de alimento para peces, Cargill ha puesto el foco en reducir su impacto ambiental y aumentar la trazabilidad de sus productos, especialmente en la industria del salmón.

Según el Informe, esta producción se llevó a cabo en 34 plantas ubicadas en 15 países, de las cuales 18 están dedicadas exclusivamente al rubro acuícola. En mercados como Chile, Noruega y Vietnam, la empresa ha fortalecido su capacidad para responder a las demandas de sostenibilidad y trazabilidad exigidas por productores, reguladores y consumidores.

Uno de los principales pilares de la estrategia de sostenibilidad de Cargill es el programa SeaFurther Sustainability, que busca reducir la huella de carbono de los productos del mar cultivados en al menos un 30% para 2030. El Reporte expone que se registraron avances concretos gracias a la incorporación de prácticas agrícolas regenerativas en la producción de ingredientes terrestres y a la optimización de procesos productivos en las fábricas de alimento. Estas acciones se alinean con la meta intermedia de reducir en un 15% la huella de carbono asociada a los alimentos antes de 2026.

Según el Reporte, en términos de eficiencia operacional, Cargill logró una reducción del 15,8% en sus emisiones de Alcance 1 y 2 desde 2017, superando su objetivo original. Este avance fue posible gracias a una inversión de US$100 millones en proyectos de eficiencia energética, así como a la modernización de sus plantas y la implementación de energías renovables. Además, la empresa mejoró el uso del agua por tonelada de alimento producida, lo que contribuyó a restaurar más de 38 mil millones de litros de agua en regiones con estrés hídrico.

Uno de los logros destacados fue la trazabilidad y sostenibilidad de los ingredientes utilizados en la formulación de alimentos acuícolas. En el caso de los peces de agua cálida, el 62,2% de los ingredientes marinos provino de fuentes certificadas o de proyectos de mejora pesquera (FIP). Este porcentaje refleja el compromiso de la empresa con la pesca responsable y la reducción de la presión sobre poblaciones de peces silvestres.

La innovación también estuvo al centro de la estrategia nutricional de Cargill. La compañía amplió el uso de ingredientes de bajo impacto ambiental, como proteínas de insectos, aceite de algas y proteínas unicelulares obtenidas mediante fermentación. Estas materias primas permiten reducir la dependencia de ingredientes marinos tradicionales y contribuyen significativamente a la reducción de la huella de carbono del alimento para salmón.

Coproductos

En cuanto a economía circular, Cargill incrementó la inclusión de coproductos agrícolas como salvado de arroz, gluten de trigo y otros subproductos en sus fórmulas, promoviendo un modelo de producción más sustentable. Cerca del 50% de los ingredientes utilizados en alimento para peces de agua fría correspondió a coproductos, cifra que ascendió al 68,2% en peces de agua cálida. Esto permite no solo reutilizar materias primas, sino también disminuir costos y emisiones asociadas a su producción.

A nivel comunitario, la empresa implementó el proyecto Aqua Xanh en el delta del Mekong, Vietnam, junto a la ONG ASSIST. Esta iniciativa busca mejorar la gestión del agua y los residuos plásticos en las granjas acuícolas, mediante capacitaciones en prácticas sostenibles y el establecimiento de sitios demostrativos. El programa se alinea con los estándares del Aquaculture Stewardship Council (ASC) y refuerza el enfoque social de la estrategia acuícola de la compañía.

De acuerdo con lo planteado en el Impact Report, Cargill ha mantenido una participación activa en iniciativas globales de colaboración como SeaBOS y el Global Roundtable on Marine Ingredients, fortaleciendo el trabajo conjunto para mejorar la trazabilidad, erradicar la pesca ilegal y elevar los estándares en toda la cadena de suministro de la acuicultura. Estos esfuerzos posicionan a la empresa como una de las líderes en la transición hacia una acuicultura responsable, resiliente y alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.

Proyecciones

De cara al año 2025, Cargill proyecta una intensificación de sus esfuerzos por transformar el sistema de alimentación acuícola hacia modelos más sostenibles, trazables y eficientes. Una de las principales metas es profundizar la implementación del programa SeaFurther Sustainability, que contempla ampliar las reducciones de huella de carbono mediante la diversificación de ingredientes alternativos, como aceites vegetales de bajo impacto, proteínas unicelulares y harina de insectos.

Asimismo, la compañía busca escalar su capacidad de cálculo de huella ambiental con herramientas más robustas y colaboraciones con sus clientes, para ofrecer alimentos personalizados con mediciones precisas de emisiones por tonelada de producto cultivado.

Además, Cargill ha anunciado que para este año espera aumentar el porcentaje de ingredientes marinos certificados o provenientes de proyectos de mejora pesquera en todas sus líneas de productos para peces de agua fría y cálida. El objetivo es superar el 70% de trazabilidad certificada en la totalidad de los ingredientes marinos, reforzando así su compromiso con la protección de las pesquerías y la biodiversidad marina. A esto se suma la expansión de su portafolio de coproductos agrícolas y agroindustriales, en línea con un enfoque de economía circular que apunta a reducir los residuos y reutilizar recursos en la formulación de alimentos altamente digestibles, nutricionalmente balanceados y ambientalmente responsables.

Igualmente este año, Cargill planea fortalecer su compromiso con la sostenibilidad en la acuicultura mediante la implementación de cadenas de suministro libres de deforestación y conversión, especialmente en la producción de ingredientes vegetales como la soya y el aceite de palma. La empresa se ha comprometido a publicar un plan de transición hacia estas cadenas sostenibles antes de finales de 2025, junto con informes anuales que detallarán los avances en esta área. Esta iniciativa busca alinearse con los estándares del Aquaculture Stewardship Council (ASC) y promover prácticas agrícolas responsables en toda la cadena de valor.

Además, Cargill está invirtiendo en el desarrollo de nuevas instalaciones para la producción de ingredientes innovadores, como la micoproteína, que se utilizará en la alimentación de salmón. Se espera que una nueva planta en Noruega comience su construcción en el tercer trimestre de 2025, lo que permitirá a la empresa diversificar aún más su cartera de ingredientes sostenibles y reducir la dependencia de fuentes tradicionales.

En términos de eficiencia operativa, Cargill tiene como objetivo mejorar la precisión nutricional de sus alimentos acuícolas mediante el uso de tecnologías avanzadas, como el análisis de datos y la inteligencia artificial. Estas herramientas permitirán optimizar las formulaciones de alimentos en función de las necesidades específicas de cada especie y etapa de crecimiento, lo que contribuirá a una mejor conversión alimenticia y a una reducción de los residuos.

La compañía planea expandir su presencia en mercados emergentes de acuicultura, como Asia y América Latina, mediante alianzas estratégicas y la adaptación de sus productos a las necesidades locales. La empresa reconoce el crecimiento significativo de la acuicultura en estas regiones y busca ofrecer soluciones nutricionales que apoyen el desarrollo sostenible del sector, respetando las particularidades culturales y ambientales de cada mercado.