Adicionalmente, los investigadores descubrieron un nuevo grupo dentro del género Tenacibaculum, filogenéticamente relacionado con T. dicentrarchi y T. finnamarkense. Foto: Salmonexpert.

Otros patógenos acuícolas no predispondrían a infección con SRS

Chile: Esa fue una de las conclusiones del proyecto realizado en conjunto por el laboratorio ADL y la UACh, donde se analizaron distintas aristas de la co-ocurrencia de P. salmonis con distintos agentes infecciosos.

“Identificación de patrones de co-ocurrencia y sucesión temporal de enfermedades infecciosas prevalentes en salmónidos en fase marina de cultivo con piscirickettsiosis” es el título del proyecto cuyos resultados finales fueron presentados ayer en un seminario organizado por el laboratorio ADL en el hotel Solace de Puerto Varas.

Ejecutado en conjunto por ADL y la Universidad Austral de Chile (UACh), los objetivos específicos del estudio estuvieron enfocados en identificar patrones epidemiológicos y de sucesión temporal de distintos patógenos infectando peces en conjunto con P. salmonis, además de analizar clínica y molecularmente la co-ocurrencia y evaluar el efecto de la infección previa con PRV en la respuesta a la infección con SRS.

Epidemiología

La Dra. Carla Rosenfeld, académica e investigadora de la UACh, estuvo a cargo del estudio epidemiológico, el cual de manera restrospectiva, analizó los datos informados al Sernapesca de un total de 121 centros de cultivo (27,5% de los centros activos anualmente) en el período 2011-2018.

Incluyendo las tres especies salmonídeas, sus resultados mostraron que SRS presenta distintos patrones de endemismo, con curvas de alta mortalidad (brote), curvas de baja mortalidad (con forma de brote) y curvas con mortalidades persistentes en el tiempo.

Pero, ¿cómo se puede determinar el nivel aceptable de mortalidad por SRS en una empresa para realizar una gestión temprana? Ante esta pregunta, la Dra. Rosenfeld señaló que existe una herramienta estadística que ayuda a la toma de decisiones y que fue evaluada en el estudio.

Dra. Carla Rosenfeld, académica e investigadora de la UACh. Foto: Salmonexpert.

“Aquí surge una herramienta llamada ´control estadístico de proceso` que tiene como objetivo hacer predecible una mortalidad en el tiempo, por lo que ayuda a tomar decisiones y facilita el proceso de mejora constante en las empresas”.

“Niveles sobre el límite medio que estipula el programa o la propia compañía, me indican que puedo tener un brote”, explicó la investigadora.

Por otro lado, en cuanto a la co-ocurrencia, el estudio concluyó que no existía asociación entre patógenos como BKD e IPN y la aparición de SRS.

“No encontramos un patrón claro asociado a IPN ni BKD, por lo que estos agentes no serían predisponente de SRS; puede haber una concomitancia, pero no una predisposición”, expuso la experta.

Co-ocurrencia a nivel de campo

Con respecto a otro de los objetivos del proyecto, un estudio evaluó cuáles eran las signologías clínicas, moleculares y anatomopatológicas más comunes de las infecciones conjuntas de SRS con otros agentes.  

El estudio de campo se llevó a cabo entre agosto y noviembre de 2018, en donde se tomaron una serie de muestras solamente a peces que presentaran signología clínica de la enfermedad.

Las lesiones más comunes atribuibles a SRS se observaron en hígado y músculo cardíaco; sin embargo, el cuadro co-ocurrente más detectado fue SRS junto con lesiones branquiales.

Álvaro Sandoval, investigador de ADL. Foto: Salmonexpert.

Para el caso de los patógenos detectados, se pudo identificar: P. salmonis EM-90 y LF-89, IPN, BKD, PRV-1, Tenacibaculum dicentrarchi, T. finnamarkense y T. Maritimum, siendo la coinfección con tres agentes la combinación más común.

“En cuanto a la frecuencia de agentes patógenos detectados, 39% de los centros presentaron co-ocurrencia con tres agentes: P. salmonis EM-90, PRV-1, T. dicentrarchi”, planteó Álvaro Sandoval, investigador de ADL.

Adicionalmente, y para sorpresa de ellos, descubrieron un nuevo grupo dentro del género Tenacibaculum filogenéticamente relacionado con T. dicentrarchi y T. finnamarkense, que representaba más del 50% de los aislados que generan la tenacibaculosis clásica.

“Respecto a este hallazgo, tenemos dos hipótesis: el nuevo cluster corresponde a cepas divergentes de las especies existentes o el nuevo cluster corresponde a nuevas especies filogenéticamente relacionadas a las mencionadas”, aseguró Sandoval.

En el seminario también expusieron Ricardo Enríquez e Isabel Aguirre de la UACh, y Patricio Bustos de ADL.