Tenacibaculum: "podrían existir muchas otras bacterias que no somos capaces de recuperar"
El genoma de la nueva especie Tenacibaculum salmonis revela factores de virulencia, similares a otros patógenos, pero su capacidad real de causar enfermedad aún requiere más estudios.
Científicos chilenos liderados por el Dr. Ruben Avendaño, académico e investigador de la Universidad Andrés Bello y el Centro Incar, aislaron y caracterizaron la cepa P3-BQ1T del género Tenacibaculum, la que corresponde a una nueva especie bacteriana.
Denominada T. salmonis, esta nueva especie fue aislada de branquias de salmones del Altántico con un cuadro clínico de tenacibaculosis. Así, esta bacteria se sumaría a las otras cinco especies del género que han sido descritas en Chile.
En conversación con Salmonexpert, el Dr. Avendaño entrega más detalles sobre las características de T. salmonis, su patogenicidad y las implicancias para la salmonicultura chilena.
¿Qué signología clínica presentaban los peces desde donde se aisló la bacteria?¿Por qué se concluye que no sería patógena en salmón del Altántico?
La bacteria se aisló de ejemplares de salmón del Atlántico con signos clínicos típicos de una presentación de tenacibaculosis en salmón del Atlántico, con lesiones en la superficie externa, específicamente pérdida de escamas con ulceraciones laterales, aletas roídas y pedúnculo caudal con daño.
Nosotros en los ensayos de infección, utilizando baño como modelo, logramos reproducir los mismos signos clínicos. El problema es que no logramos aislar la bacteria y no tenemos desarrollo de set de diagnóstico de PCR para buscar en el tejido de los peces muertos y supervivientes si tenían o no la bacteria. Por esta razón, no nos atrevemos a señalar si es patógena o no, pero se requieren otros estudios asociados a co-infección.
¿Cuáles son sus principales características genómicas? ¿Qué información importante sobre su patogenicidad entrega el genoma?
Nosotros no hicimos un análisis profundo del genoma y sus características, pero su genoma tiene una cercanía con la cepa tipo de T. dicentrarchi. Por tanto, la búsqueda estuvo dirigida a conocer si tenía mecanismos de virulencia clásicos de este grupo bacteriano, y encontramos que presenta un sistema de secreción tipo 9 (T9SS) eficiente. Se ha encontrado que las proteínas secretadas por el T9SS poseen un dominio carboxilo-terminal TIGR04183 (tipo A) o TIGR04181 (tipo B) coincidente con el detectado en otro patógeno como Flavobacterium johnsoniae.
También se buscó en el genoma todas las proteínas predichas que contuvieran uno de estos dos dominios. Se identificaron veinticuatro sitios de acoplamiento de dominios carboxilo-terminales que contenían uno de estos dos dominios. Entre ellos, tres fueron descritos como peptidasas putativas (familia M43 o S8), y cinco probablemente estaban involucradas en el reconocimiento/adhesión celular, caracterizadas por dominios como Ig, VWF, laminina G, cadherina o la adhesina SprB. Todos ellos factores importantes en el proceso de infección de bacterias filamentosas.
Además, se realizó un examen para determinar si las proteínas predichas estaban presentes en los genomas de otras especies patógenas como T. dicentrarchi, T. finnmarkense y T. piscium. De manera interesante, entre 10 y 14 de estos sitios de acoplamiento de dominios carboxilo-terminales también se encontraron en T. finnmarkense, T. piscium, T. ovolyticum o T. dicentrarchi. Es muy relevante que los estudios taxonómicos no obligan a realizar estudios de patogenicidad o un análisis sobre las características del genoma, pero decidimos hacerlo para responder muchas más preguntas.
¿Cuál sería el mensaje para los salmonicultores frente al descubrimiento de cada vez más especies del este género?
Actualmente, la tenacibaculosis es reconocida por un grupo de ocho bacterias, entre las 38 descritas, pero podrían existir muchas otras que no somos capaces de recuperar en medios microbiológicos, pero que las herramientas de metagenómicas si han logrado mostrar su existencia.
Hoy es imprescindible que los salmonicultores se apoyen en la ciencia y sus científicos y faciliten el acceso a los peces para ir generando información útil, que vaya dando luces qué está ocurriendo con la tenacibaculosis, especialmente a nivel de conocer la diversidad existente en pos de soluciones locales como pueden ser el desarrollo de autovacunas o vacunas autógenas, pero para eso es importante saber qué hay en los centros y qué de eso que hay es realmente un riesgo para el cultivo de los peces.