Pez afectado por Caligidosis. Fuente: Salmonchile.

Efecto de los tratamientos coordinados contra Caligus rogercresseyi

Chile: En una reciente publicación, investigadores chilenos y canadienses evaluaron el tratamiento coordinado de los baños antiparasitarios contra Caligus rogercresseyi, evidenciando científicamente, que la coordinación de los tratamientos a una distancia de 10 km puede mejorar el efecto del tratamiento.

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El piojo de mar es considerado un importante ectoparásito que afecta a los salmónidos cultivados en todo el mundo. El control de esta enfermedad depende en gran medida de los tratamientos farmacológicos en varios países productores de salmón, incluido Chile.

Entre las opciones para la administración de fármacos, los tratamientos de inmersión representan la mayoría de las estrategias de control antiparasitario utilizadas en Chile. Como procedimiento tópico, los tratamientos de inmersión no inducen un efecto duradero; por lo tanto, la reinfestación desde los centros vecinos puede reducir su eficacia.

La coordinación de los tratamientos se ha propuesto como una estrategia para mejorar el rendimiento del tratamiento de inmersión, pero no se había evaluado hasta el momento.

En un reciente estudio liderado por Gabriel Arriagada, en el marco de sus tesis doctoral, patrocinada por el Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal), en conjunto con el Centro de Investigaciones Epidemiológicas del Atlantic Veterinary College de la Universidad de Prince Edward Island, Canadá, se evaluó el impacto de los tratamientos coordinados de centros vecinos (a una distancia de 10 km) sobre la abundancia media de piojos adultos de las semanas 2 a 8 después del tratamiento en truchas arcoíris y salmones Atlántico, controlando tanto las fuentes externas e internas de piojos antes de los tratamientos como las variables ambientales y relacionadas con el pescado.

Los resultados indican que la coordinación del tratamiento se asoció, significativamente, con menores niveles de piojos adultos desde las semanas 5 a la 7, después del tratamiento. Según los autores, esta relación pareciera ser lineal, sugiriendo que mientras mayor es la coordinación de los tratamientos, se pueden alcanzar niveles más bajos de adultos piojos del mar durante estas semanas.

Además, estos hallazgos sugieren que la coordinación puede mejorar el rendimiento de los tratamientos de inmersión, manteniendo bajos los niveles de Caligus durante un mayor período de tiempo.

“Nuestro estudio proporciona, por primera vez, evidencia de que la coordinación de los tratamientos a una distancia de 10 km puede mejorar el efecto del tratamiento. En particular, nuestros resultados sugieren que la sincronización de los tratamientos dentro de una distancia de 10 km reduce los niveles de piojos adultos en los centros en las semanas 5, 6 y 7 después del tratamiento, retrasando el aumento de los piojos durante, al menos, 3 semanas”, concluye el estudio.

Asimismo, es importante señalar que, a pesar de la coordinación de los baños, los niveles de piojos adultos aumentaron de manera constante hasta 4 semanas después del tratamiento. Esto puede deberse a que los piojos juveniles no mueren y las etapas larvarias de natación libre no se ven afectadas por los tratamientos de inmersión.

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