Salmonicultura busca reposicionarse y recuperar dinamismo frente a un escenario global desafiante
Crecimiento, productividad, genética aplicada y sostenibilidad surgieron como vectores centrales para destrabar inversión, reducir riesgos y sostener el aporte económico regional.
Ayer se realizó la duodécima versión de AquaForum Los Lagos 2025, encuentro que reunió a autoridades, expertos, empresas y representantes del ecosistema acuícola para abordar los desafíos que hoy condicionan la competitividad del salmón chileno. En esta edición, el eje conceptual estuvo centrado en el propósito “Desafíos para reactivar la Salmonicultura: Crecimiento y Competitividad”, con foco en cómo destrabar capacidades productivas, regulaciones estratégicas y marcos de certidumbre que permitan recuperar ritmo, valor y visión de futuro para una actividad que es determinante en el desarrollo económico del sur austral.
Asimismo, desde la organización enfatizaron que la reflexión central del encuentro estuvo puesta en cómo proyectar una salmonicultura moderna, responsable y con mayor capacidad de responder a los requerimientos de los mercados internacionales, integrando elementos como sostenibilidad, gobernanza, innovación tecnológica, genética, bienestar animal, bioseguridad y conectividad territorial, de modo de consolidar un modelo productivo que sea competitivo no solo por volumen, sino por sofisticación, trazabilidad y capacidad de generar desarrollo en los territorios donde opera la industria.
Industria y propósito
La directora ejecutiva del Consejo del Salmón, Loreto Seguel, indicó que AquaForum se ha transformado en una instancia con identidad propia para el sector. “Esta es la décima segunda versión y eso ya muestra que esto es una tradición, y es una tradición que permite decir que uno en esta actividad se siente en casa, porque aquí está el ecosistema más relevante de lo que es la industria salmonicultora de Chile, aquí en la Región de Los Lagos, y eso efectivamente permite generar como un espacio de confianza, un espacio para compartir reflexiones, ideas que son muy importantes. Temas tan relevantes como sostenibilidad, como aspectos logísticos, como desafíos de los mercados globales, como innovación 4.0, nos permiten proyectar el segundo producto más exportado de Chile”.
Posteriormente, Seguel subrayó que no hay futuro sin historia y que esa comprensión es clave para destrabar procesos y recuperar dinamismo. “Esto es lo que nos permite con fuerza sacar adelante conceptos que todos desde aquí decimos con fuerza, cómo destrabamos la salmonicultura, cómo hacemos que crezca la salmonicultura, cómo la proyectamos y finalmente cómo vivimos día a día lo de estar estancados. Por ello, el futuro con historia creo que es como podemos efectivamente construir. Debemos mirar siempre la historia con gratitud y el futuro con propósito”.
Por su parte, la directora nacional del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, Soledad Tapia, planteó que los aprendizajes del Estado y de la industria deben orientar la toma de decisiones hacia un desarrollo inclusivo y sostenible. “Es innegable la importancia que tiene la exportación de productos provenientes no solo de la acuicultura, sino también de la pesca, donde se posiciona a Chile como una potencia con lugares destacados a niveles nacionales e internacionales, con transacciones que superan los US$8 mil millones en precios FOB y cerca de US$6 mil considerando solo la salmonicultura”. Asimismo, enfatizó que el desarrollo territorial es un componente ineludible. “La cadena de valor logística, los ecosistemas que dependen tanto de salmonicultura como de mitílidos, genera empleo directo e indirecto en las regiones del sur y también en todo Chile”.
En esa misma línea, Tapia recalcó que el fortalecimiento de la gobernanza, la transparencia y la ciencia como base regulatoria son condiciones habilitantes para avanzar. “La colaboración entre el sector público y privado es esencial para traducir este conocimiento en políticas públicas que sean eficaces, que provean inversiones estratégicas y marcos regulatorios claros y predecibles. Hoy reafirmamos también nuestro compromiso con un crecimiento sostenible, inclusivo y responsable. Esta visión compartida de una salmonicultura competitiva, basada en ciencia, con cooperación público-privada y un enfoque One Health, permitirá enfrentar cada día los mayores retos”.
En tanto, el gobernador regional de Los Lagos, Alejandro Santana, sostuvo que es momento de pasar de la diagnosis a la ejecución, y que el territorio ya cuenta con condiciones habilitantes para impulsar una agenda de largo plazo. “El Plan Salmón 2050 es un proyecto que nació y que se fortalece desde las regiones y donde hemos sido capaces de convocarnos a todos”. Asimismo, destacó la importancia de la complementariedad entre gremios y fuerza laboral. “Yo fui parlamentario 12 años y no tuve nunca la experiencia de poder conocer una industria donde exista esa complementariedad, esa sinergia entre el mundo de los ejecutivos y el mundo de la fuerza laboral”.
Santana remarcó que el territorio ya está tomando decisiones estratégicas que muestran capacidad de ejecución. “El Centro de Economía Circular de Los Lagos lo financia en un 50% Corfo y un 50% lo financia el gobierno regional de Los Lagos. Es el primer centro de economía circular en Chile donde el gobierno regional invierte, porque estamos absolutamente convencidos que es la forma de poder avanzar y seguir desarrollándolo”.
En tanto, el presidente de SalmonChile, Arturo Clément, realizó una revisión histórica del sector, subrayando que los cambios regulatorios y sociales posteriores a las crisis enseñaron que la construcción de confianza es determinante. “Hemos tenido una historia de aciertos, bastantes errores y mucho aprendizaje también. Rápidamente nos transformamos en el segundo productor mundial de salmón, detrás de Noruega. Pero también hemos aprendido a través de las crisis, y yo creo que tenemos que dar un salto hacia adelante y pasar a que el aprendizaje sea más bien de la historia, de la maduración, de la ciencia y no solo de las crisis”. A su vez, sostuvo que el fortalecimiento territorial fue un punto de inflexión “Quisimos hacernos fuertes en el sur; construir confianza con los trabajadores, con nuestras comunidades, con la pesca artesanal y con nuestros proveedores”.
Clément afirmó que la industria logró instalarse en la agenda nacional con una nueva estatura y mayores responsabilidades. “Este año tuvimos nuestro Salmón Summit y representó lo que es la industria hoy; por primera vez trajimos a los tres principales candidatos presidenciales, que probablemente uno de ellos va a ser el presidente de Chile, que hablaron del salmón y que se comprometieron con el salmón. SalmonChile le cambió la cara a la salmonicultura y la transformó en una industria de carácter nacional, relevante no solo para el sur de Chile, sino que relevante para el país”.
Regulación y certezas
El primer panel de la jornada correspondió a “Salmonicultura Sostenible: Materias a considerar para una legislación acuícola efectiva”, instancia moderada por David Zaviezo, abogado y socio fundador de Certes. En la instancia, el alcalde de Puerto Montt, Rodrigo Wainraihgt, sostuvo que el diseño del Plan Salmón 2050 nace desde una lógica territorial basada en la articulación entre sector público, sector privado, academia y sociedad civil, concepto que definió como “Cuádruple Hélice”, y que considera a trabajadores, proveedores, universidades y autoridades como actores que deben vincularse de manera activa en una agenda de desarrollo sectorial. En su intervención afirmó que “cuando estábamos en campaña nos preguntamos ¿cómo podemos dar y reactivar la zona desde la comuna, que es la capital regional, y desde la Región de Los Lagos?” señalando que la experiencia internacional utilizada como referencia proviene del modelo noruego, donde el diálogo fue base para destrabar procesos, definir metas estratégicas y avanzar en visión de largo plazo.
Asimismo, Wainraihgt advirtió que la ausencia de certezas jurídicas está generando un impacto directo en empleo, recaudación fiscal y dinamismo productivo en la ciudad y la región, lo que vuelve urgente una modernización regulatoria que reduzca tiempos de autorización y evite la paralización de iniciativas relevantes. En este sentido, señaló que “la industria está paralizada, la industria no ha crecido y, por lo tanto, eso también repercute negativamente en mi comuna”, añadiendo que el costo económico de la permisología acumulada no solo limita inversión privada, sino que debilita la capacidad municipal de financiar bienes públicos locales clave como salud, áreas verdes y educación.
Por su parte, Catarina Martins, Chief Technology and Sustainability Officer de Grupo Mowi, planteó que la sostenibilidad debe entenderse como un eje indivisible entre producción, protección y prosperidad, y que este equilibrio no solo es factible, sino que ya está siendo demostrado con resultados concretos desde los países líderes en acuicultura. En ese marco sostuvo que “la producción, la protección y la prosperidad no están compitiendo unas con las otras”, y que lograr simultáneamente esos tres pilares depende de un esfuerzo regulatorio que incentive innovación, permita escalar soluciones tecnológicas y valide evidencia científica como base para la toma de decisiones.
Igualmente, Martins destacó que Mowi ha avanzado a escala global en metas verificables y métricas de desempeño ambiental, señalando que la eficiencia biológica del salmón permite menores huellas de carbono y mejores indicadores de uso de recursos frente a otras proteínas animales. Así, afirmó que “logramos alcanzar una reducción de nuestra huella de carbono del 39% en el scope 1 y 2”, subrayando además que la digitalización, el machine learning, los sistemas de recirculación y el uso de paneles solares en centros flotantes permiten consolidar un modelo más predecible y resiliente frente a riesgos como floraciones algales, contingencias sanitarias y variabilidad climática.
El abogado y consultor internacional en pesca y acuicultura Paolo Trejo, centró su presentación en el valor de las directrices internacionales para orientar marcos normativos modernos, destacando que actualmente existe un instrumento multilateral aprobado con estándar FAO que establece recomendaciones concretas para una acuicultura sostenible. Al respecto indicó que “este es el primer instrumento internacional vinculado con la acuicultura”, y que su objetivo es que los Estados diseñen marcos institucionales que combinen gobernanza, certidumbre, evaluación de impactos y coherencia regulatoria, superando la práctica histórica en Chile donde las normas suelen surgir como reacción a crisis y no desde planificación estratégica.
Trejo añadió que estas directrices enfatizan que la sostenibilidad no solo depende de los componentes ambiental, social y económico, sino también de contar con reglas claras, procedimientos predecibles y mecanismos simples de interacción, incluyendo ventanilla única, incentivos y ciclos de evaluación normativa. En esa línea, sostuvo que “reglas claras y precisas debieran facilitar el cumplimiento”, remarcando que el país se encuentra precisamente en una fase crítica de implementación legislativa sectorial que constituye una oportunidad real para corregir problemas históricos de solapamiento regulatorio, incertidumbre institucional y ausencia de criterios territoriales vinculantes.
Mercados y competitividad
En el panel “Mercados: Tendencias Globales y Estrategias en un entorno global cambiante”, moderado por Carlos Odebret, presidente de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes, el economista y profesor titular del Departamento de Economía de la Universidad de Chile, Óscar Landerretche, (quien hizo su presentación vía telemática) expuso que el desempeño macroeconómico del país vuelve a situarse en niveles de tendencia después del shock combinado pos-estallido y pandemia, señalando un crecimiento tendencial cercano a 2% anual. En ese marco sostuvo que “todo lo producido en Chile, bienes y servicios, en septiembre del 2025, comparado con 12 meses antes, creció en 3,17%”, subrayando que, si se evalúa por ciclos largos, el cuatrienio que termina en septiembre de 2025 muestra un crecimiento per cápita de 1,3%, que es exactamente el crecimiento potencial que hoy estima el consenso de los economistas.
Asimismo, Landerretche advirtió que el principal problema político-económico del país no está en la inflación corriente ni en el PIB agregado, sino en el estancamiento del ingreso laboral per cápita real, situación que calificó como estructuralmente riesgosa para la cohesión social. Al respecto señaló que “la capacidad de poder adquisitivo per cápita real de los trabajadores chilenos está igual que hace 6 años atrás. Y esto es un problema”, agregando que ese estancamiento es el origen del malestar distributivo y del deterioro de expectativas.
Por su parte, la directora nacional de ProChile, Lorena Sepúlveda, presentó un diagnóstico detallado de la evolución de los envíos de productos del mar, enfatizando que la salmonicultura y los mejillones son pilares estratégicos de la matriz exportadora. En ese sentido señaló que “Chile es el primer exportador mundial de mejillones, el segundo exportador mundial de salmón y también el segundo exportador mundial en general de la categoría de productos del mar y acuícola”, subrayando que este sector es el principal exportador no cobre no litio del país y que aportó significativamente al récord exportador alcanzado en 2024.
Sepúlveda destacó que la tendencia de consumo internacional sigue siendo favorable para los productos del mar, pero advirtió que la competitividad futura dependerá de diversificación de mercados, mayor valor agregado y un trabajo más robusto en posicionamiento de origen país. Sostuvo que “hay espacio para crecer en teoría de los números, pero bueno, tenemos grandes desafíos respecto de cómo seguimos creciendo”, añadiendo que ProChile está orientando su acción a sostener presencia en mercados tradicionales como Estados Unidos y Japón, al mismo tiempo que impulsa oportunidades en Asia y mercados emergentes.
En tanto, el gerente general de Blumar, Gerardo Balbontín, advirtió que el arancel aplicado por Estados Unidos está generando impactos directos en resultados, y que esta condición ha obligado a todas las empresas exportadoras a replantear portafolios y estrategias comerciales. Indicó que “aproximadamente US$2.700 millones se están exportando a Estados Unidos, un 10% de todo eso son US$280 millones que hoy día están ingresando menos a las empresas”, subrayando que este escenario exige acelerar la diversificación hacia Asia y América Latina.
Balbontín planteó que la pérdida de competitividad de Chile frente a Noruega se ha vuelto crítica, y que sin reformas regulatorias que habiliten relocalizaciones, mayor eficiencia espacial y centros de mayor escala, será muy difícil volver a niveles de costos que permitan competir globalmente. “Si no logramos competitividad, no logramos ser productores más eficientes y de nuevo competir con nuestros principales competidores yo creo que vamos a estar con un escenario complejo”, insistiendo en que la política pública sobre uso de espacio acuícola es la herramienta más determinante para corregir la curva de costos.
El gerente general de Multi X, Cristián Swett, analizó la dinámica competitiva global marcada por el arancel estadounidense y la ventaja relativa de Canadá, proyectando una recomposición progresiva del peso de Estados Unidos como mercado de destino del salmón chileno. Al respecto indicó que “Estados Unidos relativamente a otros países va a ser más pequeño como país consumidor de salmón”, y enfatizó que las señales de mayor crecimiento provienen de China y de Asia, donde la demanda se encuentra expandiéndose con tasas muy superiores.
Swett añadió que la industria debe apuntar a valor agregado, construcción de marca y reducción de costos regulatorios que no aportan valor, remarcando que este último factor es incluso más determinante que el arancel. En ese sentido señaló que “hay cerca de 60 centavos ahí” asociados a regulaciones sin beneficio real, e indicó que apalancar Patagonia como territorio de origen permite capturar diferenciación y premiumización, en un contexto donde los consumidores más jóvenes ya no perciben el salmón como un producto de lujo, sino como una proteína habitual.
Genética y bienestar
En el panel “Genética & Bienestar Animal: pilares para la sostenibilidad de la salmonicultura”, moderado por Marcela Lara, asesora técnica del Consejo del Salmón, el decano y profesor titular de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile, José Manuel Yáñez, sostuvo que el mejoramiento genético constituye un pilar central de eficiencia productiva y sanitaria en acuicultura. Explicó que la genética permite mejorar crecimiento, conversión alimenticia, resistencia frente a patógenos e incluso atributos de calidad de producto, señalando que “el mejoramiento genético es un pilar fundamental para la sostenibilidad y la eficiencia de cualquier sistema productivo basado en animales y plantas” y que en el salmón coho, por ejemplo, “en 20 años de mejora genética ha duplicado su tasa de crecimiento con un 10% en promedio de ganancias genéticas por generación”.
Yáñez también destacó que la incorporación de genotipos —como tercera fuente de información junto a genealogía y fenotipo— permitió aumentar en torno a 30% la eficiencia en selección para resistencia a enfermedades, habilitando selección individual y no solo familiar. Detalló que “esta tercera fuente de información la información genómica nos ha permitido dar un salto cercano a un 30% en promedio, con la velocidad que mejoramos nosotros la resistencia a enfermedades” y advirtió que la futura frontera tecnológica está en la edición génica, donde países como Noruega ya han generado líneas estériles y están avanzando en investigación para “transferir la resistencia genética del salmón coho al salmón del Atlántico”, lo que abre escenarios regulatorios y productivos completamente nuevos.
Por su parte, Jean Paul Lhorente, Technical & Breeding Manager de Benchmark Genetics Chile, planteó que la genética es una herramienta que habilita productividad real sólo si se articula con factores de ambiente, nutrición, manejo y bioseguridad, subrayando que la expresión fenotípica depende siempre del entorno operacional. En ese sentido advirtió que “los fenotipos están mediados por el ambiente” y que, aun con la mejor genética disponible, la ley de factores limitantes se impone cuando el sistema productivo no acompaña con diseño técnico y manejo, razón por la cual la evaluación debe considerar performance en producción real y no solo bajo desafíos controlados.
Lhorente indicó que la industria requiere sistemas productivos capaces de traducir ganancia genética en KPIs productivos y económicos, mediante plataformas de evaluación bioeconómica que conecten la data genética con la variabilidad operacional de cada área y centro. En sus palabras, es indispensable “traducir la información genética en información productiva que se transforma en KPI para poder evaluarlo en tiempo real”, de modo de disminuir incertidumbre y elegir líneas genéticas específicas para zonas, condiciones sanitarias y estrategias comerciales particulares, buscando maximizar retorno y reducir riesgo operativo.
A continuación, el gerente general de Certificación en Bienestar Animal Welfcert®, Roberto Becerra, advirtió que las exigencias globales en bienestar animal están migrando desde lineamientos académicos hacia requisitos comerciales explícitos, impulsados por grandes compradores, supermercados, aerolíneas y cadenas hoteleras. Bajo ese contexto planteó que “el bienestar animal se puede transformar en una herramienta de sostenibilidad, de impacto productivo, de impacto ambiental y también en una herramienta de protección reputacional ante algunas demandas”, subrayando que la certificación no debe entenderse como un costo adicional, sino como blindaje reputacional y herramienta de diferenciación en mercados que están sofisticando sus parámetros de compra.
Becerra agregó que Chile lidera América Latina en materia de legislación de bienestar animal, y que ya existen certificaciones concretas implementadas en el país, incluso en acuicultura, con efectos productivos medibles en reducción de mortalidad y uso de antimicrobianos. Destacó que “el bienestar animal no es una moda, es una obligación moral, productiva y legal”, y que las empresas que se anticipan marcarán el estándar que luego será exigido al resto, pues el consumidor joven asocia bienestar animal con trazabilidad y sostenibilidad, y tomará decisiones de compra en función de credenciales verificables y no solo del precio por kilo vendido.
En tanto, el gerente técnico de Cermaq Chile, Marcelo Imilan, explicó que el bienestar animal debe ser entendido como un trabajo transversal que abarca toda la cadena productiva —desde ova hasta proceso— y que requiere conversación multidisciplinaria consistente. Señaló que el punto de partida fue reconocer al pez como individuo y no solo como biomasa, afirmando que “es difícil ver a 90 mil peces como individuos, pero no es imposible” y que, en la práctica, quienes mejor reconocen cambios sutiles en comportamiento y estrés son los trabajadores que están día a día alimentando y monitoreando estanques y jaulas.
Imilan indicó que la certificación integral de la operación de Cermaq en la Región de Magallanes permitió validar la consistencia de su sistema y evidenciar beneficios productivos concretos. Detalló que, tras dos años de implementación, la compañía logró “tres años sin uso antibiótico y con mortalidades que no superan el 3%”, y subrayó que el desafío ahora es escalar esa experiencia a otras regiones de cultivo, considerando diferencias sanitarias, ambientales y operacionales, pero con el mismo enfoque de cultura interna, entrenamiento continuo y mejora de procesos como base de bienestar animal y de competitividad a largo plazo.