Vincularse de forma armónica con los distintos actores del territorio, como la pesca artesanal, aún supone retos para la actividad salmonicultora. Foto: Archivo Salmonexpert.

Los desafíos de la compleja relación salmonicultura, comunidad y medio ambiente

Chile: A pesar de las décadas de trabajo en la zona sur austral de Chile, la salmonicultura realiza un trabajo activo por estrechar lazos con las comunidades y ejercer buenas prácticas ambientales.

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Desde sus inicios, la industria salmonicultora ha tenido que lidiar con importantes desafíos en materias de su vínculo con la comunidad y medio ambiente, aspectos que han sido ampliamente cuestionados por la opinión pública, debido al impacto que la actividad supone en estos dos ámbitos.

De todas formas, y gracias a un intenso trabajo a nivel gremial y también de parte de las mismas empresas, a través de los años se ha ido logrando establecer vínculos con diversos actores del territorio en que se emplaza la actividad, tales como sindicatos de pescadores artesanales, comunidades indígenas, entidades educativas, ambientales, entre otros.

Ante el diagnóstico de SalmonChile y de las empresas sobre relevancia de generar esta vinculación con los miembros del territorio, se comenzaron a realizar acciones para que, por un lado, los actores sociales conozcan más de la industria y, por otro, hacerlos partícipes (desde diferentes ámbitos), de ella.

Pesca artesanal y pueblos originarios

Precisamente, uno de lo sectores que lleva años vinculándose con la salmonicultura es la pesca artesanal, donde el presidente de la Confederación Nacional de Federaciones de Pescadores Artesanales de Chile (Confepach), Marcelo Soto, detalla el desarrollo que ha ido teniendo esta relación.

Presidente de la Confepach, Marcelo Soto. Foto: Australis Seafoods.

“La relación entre la industria del salmón y la pesca artesanal se ha caracterizado principalmente por una desconfianza ante lo desconocido. A fines de la década de los ochenta, comenzaron a aparecer estas estructuras en el mar que en principio fueron vistas como novedad, pero con el paso del tiempo se fueron multiplicando y comenzamos a percatarnos de un creciente conflicto por el uso de los espacios, en los que tradicionalmente ejercíamos nuestro oficio sin mayores complicaciones”, indica Soto.

Por su parte, Lucía Uribe, presidenta de la comunidad kawésqar kskial, de la comuna de Puerto Natales en la región de Magallanes, explica que la vinculación de su comunidad y la salmonicultura comenzó el año 2012, luego de una consulta indígena por las triple A (Áreas Aptas para Acuicultura) “desde donde surgió la idea de Subpesca de acercarnos y conocer la industria”.

Uribe cuenta que, a partir de ese primera vinculación, “se llega a un acuerdo de poder hacer un convenio en que estaban estipuladas becas para los estudiantes de enseñanza superior y básica, puestos laborales, capacitación y de fomentar el tema cultural, de no perderlo”.

Lucía Uribe, presidenta de la comunidad kawésqar kskial. Foto: Cedida.

Acciones

Pese a los constantes cuestionamientos de la sociedad civil frente al actuar de la industria, especialmente en temas medioambientales, se ha seguido avanzando tanto en la profundización de los vínculos con los grupos de interés, como en trabajar en la imagen de la actividad, a través de campañas de comunicación y marketing, para generar así un mayor conocimiento e identificación de la misma en el grueso de la población.

El director territorial de SalmonChile, Tomás Monge, apunta que, dentro de las acciones específicas en este ámbito se cuentan “resultados concretos y consistentes en materias de buenas prácticas ambientales, sociales y laborales, como Acuerdos de Producción Limpia, compromisos y alianzas con ONGs, mesas de trabajo, agendas robustas y acuerdos con diversos grupos de interés, acuerdos y compromisos”.

Para conocer más acerca de estas acciones y de cómo se ha ido generando esta vinculación industria-comunidades, el artículo completo se puede leer en la edición aniversario de revista Salmonexpert