“No se permite aumentar la producción en centros de salmones de manera ilimitada”

La SMA contrarió a Cooke Aquaculture, argumentando que pese a que las concesiones sean previas a la vigencia del sistema ambiental, deben pedir permiso para expandirse.
Katharina Buschmann, abogada de la SMA, expuso en la audiencia de alegatos realizada en el Tercer Tribunal Ambiental, en el marco del caso que inició Cooke Aquaculture Chile en contra de la Superintendencia del Medio Ambiente, por la paralización de sus centros, siendo el tercero coadyuvante el Consejo del Salmón.
La jurista solicitó que se rechacen las reclamaciones, y entre sus argumentos, sobre que no habría apariencia de buen derecho, debe ser descartado, porque conforme a la Ley 19.300 los cambios de consideración que sufran los proyectos deben someterse a evaluación de manera obligatoria y no hay excepción en la normativa ambiental en cuanto a la producción acuícola.
“El ordenamiento jurídico no permite aumentar la producción de los centros de engorda de salmones de manera ilimitada sólo por ser previos al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental”, manifestó Buschmann.
Cabe recordar que Cooke Aquaculture Chile acusa a la SMA de cambiar criterios, donde en vez de producción mínima, consideró como producción máxima lo indicado en los proyectos técnicos de concesiones sin RCA, previas a la entrada en vigencia del sistema ambiental.
Proyectos de explotación intensiva de peces que superen el umbral de 35 toneladas deben someterse a evaluación de impacto ambiental, según la representante de la SMA, lo mismo, en tanto, con aquellos que sean cambios considerables.
Huillines 2 a partir del quinto año comprometió en su proyecto técnico 375 toneladas, Huillines 3, por su parte, 125 toneladas de salmones, con lo que de acuerdo con la SMA implicaría una presunta elusión pues no se pidieron permisos para aumentar fuertemente la producción.
“La Superintendencia en este caso, formuló cargos de manera fundada, por elusión al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental respecto a Huillines y Huillines 3”, apuntaron.
“Hay riesgos porque la SMA no está en la obligación de que ya se haya concretado un daño, lo que aquí se requiere es un peligro, y la inminencia está dada por la siembra que aporta contaminantes a un medio marino que el Parque Nacional Laguna San Rafael, y esto sin la existencia de una RCA, sin medidas ambientales previamente evaluadas”, dijo Buschmann.