“Queremos que el dinamismo económico de la industria se refleje en el ecosistema productivo de Aysén”

El nuevo PTI impulsado por Corfo busca consolidar proveedores locales en la cadena de valor del salmón, integrando tecnología, sostenibilidad y formación para lograr un desarrollo territorial con identidad.
Con el objetivo de generar un impacto económico, social y ambiental en el territorio, Corfo Aysén se encuentra desarrollando la etapa de Validación Estratégica del Programa Territorial Integrado (PTI) “Proveedores Sostenibles del Salmón Aysén”. Esta iniciativa tiene como propósito confirmar la hipótesis de que los proveedores locales pueden fortalecer su competitividad si se abordan brechas estructurales en tres áreas clave: incorporación de tecnologías, formación de capital humano y sostenibilidad.
El director regional de Corfo, Humberto Marín, explicó que este nuevo programa nace como una continuación mejorada del anterior “Fiordos y Canales”, con aprendizajes acumulados y un enfoque más integral.
“Quisimos replantearnos un segundo PTI para dar continuidad a lo ya avanzado, pero sobre todo para hacernos cargo de las brechas que no pudimos cubrir en el primer proceso, integrando desde el inicio una mirada más profunda de sostenibilidad”, sostuvo la autoridad.
Marín indicó que los programas territoriales integrados tienen una duración de tres años y se dividen en dos etapas fundamentales. “La primera es la de validación, donde se construye una hoja de ruta con una planificación de las acciones a ejecutar. Esta hoja de ruta no es un documento rígido, sino más bien dinámico, que puede adaptarse a los cambios del territorio y sus actores. Luego viene la fase de implementación, que es cuando efectivamente se desarrollan los proyectos e intervenciones”.
Actualmente, la fase de validación está siendo ejecutada por el Centro de Formación Técnica Estatal de Aysén, una institución con fuerte respaldo local. “Decidimos trabajar con el CFT Estatal porque tiene una tremenda validación en el territorio, especialmente entre los proveedores de servicios acuícolas. Es una institución querida, reconocida, con legitimidad, y eso facilita mucho el proceso de levantamiento de información”.




Entre los aprendizajes clave del PTI anterior, Marín destacó la necesidad de ampliar la cobertura y mejorar el estándar de los proveedores locales. “Cuando iniciamos el programa Fiordos y Canales prácticamente no existía una red de proveedores organizada. Hoy ya existen tres agrupaciones en la región, lo cual es un avance, pero aún persiste una brecha importante. Necesitamos más proveedores regionales participando en la industria salmonera, y que estén alineados con los niveles de exigencia que impone el mercado”.
El director de Corfo agregó en tanto que este impulso responde al concepto de “valor local”, entendiendo que una industria como la salmonicultora, que representa cerca del 35% del PIB regional, debe generar derrames productivos en otros sectores. “Queremos que el dinamismo económico de la industria se vea reflejado en el ecosistema productivo del territorio. Los proveedores son actores clave para lograrlo”.
Altamente tecnologizada
Otra brecha crítica identificada es la de estándares. Según el representante de Corfo en Aysén, uno de los principales desafíos es que los proveedores locales logren adaptarse a las exigencias normativas y tecnológicas de la industria. “La salmonicultura es una industria altamente tecnologizada. No basta con querer participar; hay que contar con capacidades técnicas, certificaciones y respuestas ágiles. Por eso hablamos de elevar los estándares: incorporar tecnología, tanto dura como blanda, aplicar criterios de sostenibilidad y profesionalizar los servicios”.
“La industria no va a contratar proveedores por caridad. Aquí se compite con reglas claras y los proveedores locales deben estar en condiciones de cumplirlas. Una empresa que provee robótica tiene que estar al mismo nivel que la gran productora que la contrata”, puntualizó la autoridad.
En ese marco, Corfo está ejecutando programas complementarios que apuntan a fortalecer estas capacidades. Uno de ellos es “Desarrolla Proveedor”, que cuenta con el apoyo de la empresa Mowi y busca acompañar a un grupo de proveedores seleccionados en el proceso de maduración de sus estándares. Además, recientemente un grupo de empresarios locales viajó a Noruega en el marco de un programa de absorción tecnológica, con el objetivo de conocer modelos innovadores de prestación de servicios para la acuicultura. “El PTI funciona como una especie de orquesta, pero hay muchos instrumentos que aportan a la música. Estos programas ayudan a que la hoja de ruta no sea solo un plan teórico, sino algo concreto que se va ejecutando en paralelo”, comentó Marín.
Más allá del PTI, Corfo Aysén está trabajando junto al gobierno regional en una propuesta aún más ambiciosa, como el programa “Transforma”, que contempla una intervención de nueve años para el desarrollo integral del litoral. “Queremos dejar de trabajar de espaldas al mar. El litoral es quien más aporta al PIB regional y, sin embargo, no ha recibido el nivel de planificación ni inversión que merece. Con Transforma buscamos revertir eso”, enfatizó. Este programa incluiría líneas de acción que van desde la infraestructura portuaria hasta el fomento de encadenamientos productivos, pasando por la formación técnica y la innovación.
Competitividad
En cuanto a los lineamientos institucionales de Corfo, Marín subrayó que todas las iniciativas se alinean con tres ejes transversales: descentralización, enfoque de género y sostenibilidad. “Cuando hablamos de sostenibilidad, lo hacemos en términos bien concretos. Para nosotros es una intervención de triple impacto, es decir, económico, ambiental y social. Si no se cumplen esas tres condiciones, no estamos haciendo bien la pega”, sostuvo. También indicó que la lógica actual de Corfo apunta a fortalecer territorios más que unidades productivas individuales. “La competitividad no está solo en las empresas, está en los territorios. Si queremos que Aysén sea más competitivo, tenemos que desarrollar su ecosistema, y eso incluye a los proveedores como actores clave”.
Respecto a la gobernanza del nuevo PTI, se espera que el informe final de validación —a entregarse en agosto— incluya recomendaciones sobre su estructura y composición. A partir de septiembre, se contrataría la gerencia encargada de liderar el programa. “Esa gerencia puede estar compuesta por una o dos personas, que se harán cargo de articular la gobernanza, coordinar las acciones y poner en marcha la hoja de ruta definida. Todo esto tiene que empezar a operar en septiembre, sin pérdida de tiempo”, adelantó Marín.
En cuanto al financiamiento del programa, el director expuso que Corfo ya cuenta con los recursos necesarios para asegurar la administración y gerencia del PTI, pero se está trabajando con el gobierno regional en un convenio de mayor envergadura. “Queremos contar con un robusto financiamiento para ejecutar acciones concretas. Aún estamos afinando el acuerdo, pero la idea es tener caja suficiente para hacer realidad los objetivos de la hoja de ruta. Estos fondos también servirán para implementar acciones del programa Transforma”.
Finalmente, Marín fue enfático en señalar la necesidad de pertinencia. “Si el requerimiento es portuario, lo tiene que ver el sector correspondiente. Si es de salud, lo verá el Ministerio de Salud. Nuestro rol como Corfo es liderar lo relacionado con el fomento productivo y asegurarnos de que las intervenciones generen un impacto real y duradero en el territorio”.