Anuncio

Columna de Opinión

Innovar en red: ciencia, acuicultura y territorio

Macarena Carrió.

"Si queremos que la biotecnología sea un motor real de desarrollo en Chile, tenemos que dejar de pensarla sólo desde el laboratorio y empezar a anclarla en los territorios", indica Macarena Carrió.

*Columna de opinión para Salmonexpert de Macarena Carrió, directora de CBT Patagonia.

Chile no es sólo una potencia acuícola por volumen, lo es también por su adaptación, innovación y visión de futuro. Como segundo productor global de salmón de cultivo y líder en especies de moluscos, el país enfrenta el desafío de sostener este liderazgo en un contexto de cambio climático, presión ambiental y exigencias en relación a la inocuidad, trazabilidad y sostenibilidad. Frente a este escenario, la biotecnología surge como una herramienta estratégica, pero su desarrollo y aplicación no ocurren de manera aislada: depende de un ecosistema sólido que conecte ciencia, industria, emprendimiento y Estado.

El rol de un ente que articule y acelere las soluciones para la industria es fundamental para avanzar no sólo en sostenibilidad, sino también en productividad y competitividad, fortaleciendo la resiliencia del sector frente a los retos del futuro en relación a mejorar la salud animal, reducir el uso de antibióticos, proteger los ecosistemas marinos y aumentar la eficiencia productiva.

En ese sentido, si queremos que la biotecnología sea un motor real de desarrollo en Chile, tenemos que dejar de pensarla sólo desde el laboratorio y empezar a anclarla en los territorios, allí donde están los desafíos productivos más urgentes y también las mayores oportunidades de transformación. 

Esa fue la convicción que nos llevó, desde el Centro de Biotecnología Traslacional (CBT) de SOFOFA Hub —con el apoyo de ANID—, a instalarnos a comienzos de 2024 en la región de Los Lagos. Nuestro objetivo era claro: articular a los distintos actores del ecosistema local y poner sobre la mesa los desafíos estratégicos de sectores como el acuícola, ganadero y agrícola.

Luego, la creación del Patagonia Biotech Hub vino a consolidar esta visión, dando forma a un trabajo colaborativo que busca conectar el conocimiento generado por startups biotecnológicas con las necesidades reales del sector productivo. No se trata sólo de fomentar la innovación, sino de traducirla en soluciones concretas, que agreguen valor y mejoren la competitividad de nuestra industria. Así, hemos facilitado pilotos, validado tecnologías y promovido instancias de testeo conjunto, estableciendo puentes reales entre ciencia e industria.

Pero sabemos que para escalar estos avances se requiere más que voluntad, y uno de los cuellos de botella más críticos en Chile sigue siendo la falta de infraestructura de escalamiento. Por eso estamos impulsando el desarrollo de espacios con estándares industriales que permitan transitar del laboratorio a la producción, habilitando verdaderas plataformas de desarrollo tecnológico en regiones. A esto se suma una línea de trabajo igual de estratégica como lo es la articulación regulatoria temprana. 

Generar espacios de diálogo entre desarrolladores, usuarios y el Estado es clave para construir marcos normativos más ágiles, seguros y coherentes con la realidad productiva del país. Solo así lograremos una biotecnología que innove con responsabilidad y genere el impacto que Chile necesita.

Este entorno colaborativo no sólo beneficia a las grandes empresas en cuanto a generar capacidades regionales, empleo calificado y oportunidades de diversificación económica, sino también contribuye a responder a una sociedad cada vez más exigente con el origen de los alimentos, su huella ecológica y su aporte a la salud.

La industria acuícola tiene el conocimiento, el talento y la infraestructura para posicionarse no sólo como productor, sino como referente global en acuicultura sostenible basada en ciencia y tecnología. Para lograrlo, es fundamental seguir fortaleciendo el tejido colaborativo entre empresas, startups, academia y Estado. Sólo así la biotecnología podrá desplegar todo su potencial transformador y proyectar a la industria acuícola nacional al lugar que se merece.