Una dieta hecha en casa: Salmofood lanza alimento orgánico en tiempo récord

En sólo seis meses, la compañía de alimentos desarrolló, formuló y certificó la dieta RAW para salmón orgánico para la etapa de engorda en agua de mar.
En un contexto de transformación para la industria acuícola chilena, donde se exige mayor sostenibilidad, trazabilidad y valor agregado, la formulación de dietas especializadas se ha convertido en una herramienta clave para responder a las demandas de los mercados más exigentes.
En ese escenario, Salmofood apostó por un proyecto inédito: producir en Chile un alimento certificado para salmón orgánico. Lo que parecía una meta ambiciosa se convirtió en una realidad concreta. RAW, una dieta formulada con ingredientes nobles y bajo estrictos protocolos, fue desarrollada, producida y certificada en tan solo seis meses, marcando un antes y un después para la compañía.
“Nos plantearon el desafío en agosto de 2024 y nos pusimos manos a la obra de inmediato”, afirmó Eduardo Suazo, KAM and Export de Salmofood, al recordar el punto de partida del proyecto.
“Teníamos seis meses para tener un alimento certificado como orgánico listo para ser entregado, con todas las exigencias que eso implicaba. No solo era un reto técnico, sino también estratégico. Apostamos por algo que iba más allá del volumen. Queríamos diferenciarnos en un mercado presionado por el commodity, con un producto premium que aportara valor a la industria y que abriera un nuevo camino en innovación alimentaria desde el sur de Chile”, manifestó el ejecutivo.
La complejidad del proyecto quedó en evidencia desde los primeros pasos. “Tuvimos que reformular internamente toda la estrategia de producción para cumplir con los estándares orgánicos, desde materias primas hasta procesos documentales. Una de las primeras tareas fue reducir el basket de ingredientes. Trabajamos normalmente con más de 15 materias primas, pero al tener que cumplir certificaciones orgánicas, muchas quedaron fuera. Tuvimos que salir a buscar nuevos proveedores, lo que fue todo un desafío para nuestro equipo de Supply Chain”, explicó el profesional.
“Fabricar un alimento orgánico requiere más que cumplir con requisitos nutricionales. Implica adaptar completamente los procesos industriales. El equipo debió revisar protocolos de limpieza, trazabilidad, almacenamiento y transporte, entre otras exigencias. Nos enfrentamos al reto de encontrar sustitutos certificados para aditivos clave como la astaxantina, molécula ampliamente utilizada pero no permitida en producción orgánica. Afortunadamente encontramos una alternativa que está certificada y cumple con los estándares, lo que fue clave para completar la fórmula”, añadió Suazo.
Ingredientes
Desde el punto de vista nutricional, RAW se diseñó como una dieta de alta calidad, compuesta en su mayoría por ingredientes hidrobiológicos. “Volvimos a las bases. El pescado come pescado. Esta dieta contiene harina y aceite de pescado como principales fuentes de proteína y lípidos, ambas certificadas y provenientes de pesquerías sostenibles. No usamos otros ingredientes de origen animal ni vegetal de amplio espectro. Incorporamos algunos vegetales, pero siempre certificados, y los micronutrientes son todos de origen natural. Es una fórmula noble, diseñada para asegurar altos niveles de EPA y DHA”, explicó el ejecutivo.
En paralelo al desarrollo de la fórmula, Salmofood inició un proceso de auditoría con Control Union para certificar su planta como apta para producir alimento orgánico. “La auditoría fue exigente, pero fuimos bien evaluados. Recibimos solo dos observaciones menores que corregimos rápidamente, y eso nos permitió obtener el certificado. Además, gracias a las recomendaciones del auditor, descubrimos nuevas materias primas orgánicas disponibles en el mercado que antes no teníamos en el radar. Fue una curva de aprendizaje intensa, pero muy valiosa”, destacó Suazo.
Distintas versiones
La dieta RAW está formulada para la etapa de engorda en agua de mar, cubriendo desde la transferencia hasta la cosecha, lo que representa el 96% del consumo total de alimento en el ciclo de vida del salmón. “Formulamos distintas versiones de la dieta, adaptadas al peso y requerimientos nutricionales de los peces en cada etapa, desde los 100 gramos hasta los dos kilos. Incluso tenemos versiones terapéuticas que cumplen con las normas orgánicas. Hoy por hoy, no hemos incursionado en alimento para agua dulce, pero lo consideramos dentro de nuestras proyecciones futuras”, precisó Suazo.
“Nuestras primeras producciones fueron bien recibidas y el alimento cumplió con todas las exigencias físicas y organolépticas. Los peces lo consumieron de buena manera, lo que nos da confianza para seguir adelante. Nuestra proyección es que, en el mediano plazo, Salmofood pueda consolidarse como proveedor estable para ciclos completos, con evidencia productiva local”, recalcó el ejecutivo.
Desde la perspectiva comercial, la apuesta por RAW no se limita a un cliente. “Queremos ofrecer esta dieta a otros productores que estén interesados en alimentación para cultivos orgánicos, y también abrirnos a la exportación. Incluso hay potencial para aplicarla en otras especies, como trucha o salmón coho. Este producto podría convertirse en una llave de entrada para nuevos clientes y mercados”, puntualizó Suazo.
Diferenciación
Francisco Valdés, gerente comercial de Vitapro Chile, reforzó la visión estratégica del proyecto. “Para nosotros, este desarrollo no solo fue una apuesta comercial, sino que también marcó un paso clave para reposicionar la marca hacia un segmento premium, con una propuesta más exclusiva y diferenciada en el mercado de alimentos. Enfrentar un desafío de este nivel, nos posiciona como una empresa innovadora y capaz de responder con agilidad a las necesidades del mercado. Eso nos deja en muy buen pie frente a otros actores”.
Una de las claves para cumplir el plazo récord de seis meses fue el rol del Centro Experimental Acuícola (CEA), ubicado en Quillaipe. “Nuestro CEA vive y respira la realidad local, y eso marca la diferencia. En Chile tenemos cinco PhD trabajando en temas directamente vinculados a la industria nacional. Eso nos da una capacidad de ejecución mucho más rápida”.
Además, Valdés enfatizó que esta innovación es también una oportunidad para empujar un cambio más profundo en la forma en que la industria acuícola nacional enfrenta los desafíos de sustentabilidad y diferenciación. “Creemos que iniciativas como esta no sólo posicionan a Salmofood como un proveedor de alto valor, sino que además impulsan a toda la industria a repensar sus estrategias. La demanda por productos más sostenibles, trazables y alineados con las exigencias internacionales ya no es una tendencia. Lo que hicimos con RAW no es solo un hito técnico, es un mensaje de que en Chile se puede innovar con agilidad, desde la ciencia aplicada hasta la comercialización”.