Rubén Avendaño y Marcos Godoy en el Fish Health Summit. Foto: Francisco Soto.

Tenacibaculosis y HSMI: aclarando estatus sanitario en Chile

Chile: Hoy en día, ambas enfermedades y agentes causales se consideran como "emergentes", pero ya causan problemas en la industria, por lo que es importante conocer aspectos relevantes para su control.

En el marco del Fish Health Summit, actividad realizada los días 7 y 8 de noviembre en la ciudad de Castro, los investigadores chilenos Rubén Avendaño y Marcos Godoy expusieron sobre la situación sanitaria en Chile de la bacteria Tenacibaculum dicentrarchi y maritimum, y el virus Piscine orthoreovirus, respectivamente.

En conversación con Salmonexpert, ambos investigadores esclarecieron puntos importantes sobre la situación actual en el país, la prevención y el control de ambos agentes.

T. dicentrarchi y maritimum

¿Cuál es la situación actual en Chile?

El primer reporte de T. dicentrarchi fue el año 1998, en Rodaballo, y solo el 2010 pudimos aislar la bacteria para poder investigarla y asociarla con cuadros clínicos de la enfermedad. A pesar de que no es un patógeno de declaración obligatoria, sabemos que hay algunos centros con alta prevalencia asociado a una alta mortalidad. En cuanto a la prevalencia estamos trabajando con empresas para ver si se asocia a mortalidad. En algunos centros se registra una mortalidad de 0,35% asociada a esta causa en un ciclo completo, que es bajo; pero en otros centros hemos encontrado hasta un 4%, y podría ser más.

Rubén Avendaño. Foto: Francisco Soto.

¿Cúal sería el tratamiento ideal?

La situación es compleja, ya que la bacteria es diversa. El Florfenicol es una solución, pero tiene valores de MIC (concentración mínima inhibitoria) muy altos; la alternativa es la Oxitetraciclina pero se utiliza poco y los resultados de campo no son tan buenos. Una solución podría ser la vacunación, pero nos vemos enfrentados al problema de la industria en que, si tienes SRS asociado a una alta mortalidad, vas a privilegiar vacunar contra Piscirickettsia, a no ser que se demuestre que Tenacibaculum es un problema mayor.

¿Si esta bacteria es parte de la microbiota normal, como se aborda?

Yo creo que es parte de la microbiota normal, pero en ciertos sistemas se encuentra en mayor cantidad y causa mayor problema. En el fondo, se debe abordar como cualquier otro patógeno, ya que todas las bacterias del ambiente acuático están presentes en mayor o menor medida, el tema es que encuentran la oportunidad para poder infectar. Muchas veces nos focalizamos en ciertos patógenos y destinamos esfuerzos y recursos solo en eso; pero esto se podría solucionar si empezamos a estudiar las enfermedades de forma interdisciplinaria.

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¿Qué recomienda para el control del patógeno?

Estamos en el momento clave para tomar decisiones de si creemos que esto es realmente un problema y si tiene impacto en la sanidad de los peces; pero para eso tenemos que tener investigación. El cuadro clínico no puede ser diagnosticado solo por observación. Acabamos de desarrollar un protocolo de PCR, y la idea de esto, es generar diagnósticos certeros para demostrar que efectivamente existe un problema y que eso lleve a que las políticas públicas inviertan en investigación, y finalmente se le dé la importancia que merece.

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Piscine orthoreovirus

Ya que existe evidencia de que este virus sería el agente causal del HSMI, ¿cómo se encuentra distribuido el en Chile?

Marcos Godoy. Foto: Francisco Soto.

Los estudios oficiales que se han hecho hasta ahora por parte de laboratorios oficiales y compañías muestran que el virus está muy diseminado en centros de mar, pero en agua dulce no hay datos; sin embargo, yo creo que la situación es muy similar. Es un virus que debería estar altamente diseminado en todos los centros de cultivo independiente de la región (a lo mejor podría encontrarse mayormente en las regiones más al sur).

¿En qué especie y etapa se presentan mayor cantidad de casos clínicos de la enfermedad?

En cuanto a mi experiencia, es más frecuente en la etapa de engorda en agua de mar, post transferencia entre los 800 y 1.500 grs; pero como demostramos, hay casos esporádicos con una tendencia al alza en centros de agua dulce. Esto también se relaciona con la fisiología del pez, en agua de mar siempre va a estar más expuesto a estrés y las condiciones son menos controladas.

¿Cómo reconocer clínicamente la enfermedad y diferenciarla de otras que pueden presentar signos clínicos similares?

Para diagnosticar la enfermedad es necesario realizar análisis histológicos y complementar con PCR. Histológicamente la enfermedad tiene dos signos típicos, clásicos, que serían miocarditis y miositis. En agua de mar podría ser difícil diferenciarlo de SRS en infecciones conjuntas; pero SRS no presenta miositis.

¿Existe alguna relación de los diferentes genotipos con la enfermedad clínica?

En Chile no hay estudios que nos permitan relacionar distintos genotipos o aislados con la patología. Lo que si, estudios recientes muestran que el PRV aislado en trucha arcoíris es mucho menos virulento que en salmón Atlántico. En Chile, sabemos que está presente en salmón coho y salmón Atlántico; y que aparentemente sería menos virulento en coho; sin embargo, se tienen que estudiar las cepas que infectan a cada especie para poder relacionarlas con el cuadro clínico.