Jeanne McKnight, directora ejecutiva de Northwest Acquaculture Alliance.

"Hay organizaciones críticas de la acuicultura en EE.UU. que ahora están promoviéndola"

Estados Unidos: La directora ejecutiva de Northwest Aquaculture Alliance, afirma que por ahora, la percepción social y las normativas son los mayores desafíos para que Estados Unidos cultive su propio salmón. 

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“Nos encanta el alimento del mar y no sabemos que ese alimento, que nos gusta tanto, es cultivado”, dice en parte de su intervención Jeanne McKnight, directora ejecutiva de Northwest Aquaculture Alliance (EE.UU.), mientras participa en el seminario Tendencias y Desafíos de la Acuicultura en América, donde se refirió puntualmente al desarrollo presente y futuro de la acuicultura en su país.

Con más de 35 años en la industria acuícola, McKnight es una voz autorizada y conocida también en Chile porque es directora ejecutiva de Magnet Group, empresa que entre 1991 y el 2001 ayudó a lanzar el salmón chileno en el mercado estadounidense.

En el seminario organizado por el Club de Innovación Acuícola uenta que con la pandemia se produjo un incremento en la demanda por alimentos del mar y en la preocupación de las personas por alimentos que permitan estar saludables y tener un mejor sistema inmunológico. “Comenzaron a comprar más alimentos del mar para cocinar en casa”.

Pero ese mayor interés en el consumo no necesariamente coincide con una mayor demanda de producción interna y ahí es donde está uno de los desafíos que identifica para los cultivadores estadounidenses, “mucho tiene que ver con la percepción social”. “Ahora en Estados Unidos tenemos un apetito creciente para el alimento del mar, sin embargo, lo que es triste, no tenemos un apetito para cultivarlo”.

“Tenemos voces muy fuertes que sienten que la acuicultura es dañina para el medio ambiente, así que tenemos un gran desafío enfrente de nosotros”, apunta la experta.

“Los oponentes que nosotros enfrentamos, nosotros que somos productores de acuicultura, son fuertes, están bien organizados y tienen mucho financiamiento”. “Tenemos mucho en común”, dijo, al comparar la situación de Estados Unidos con los de los productores acuícolas de Canadá.

El otro desafío importante que identifica la especialista en Estados Unidos es el de las normativas, “la buena parte que podemos decir como productores es que somos los más regulados en el mundo, pero cuando quieres tener un negocio rentable y tener las inversiones, llega a ser un impedimento”, sentencia.

Pese a ello, McKnight tiene una visión “optimista de lo que será el futuro en Estados Unidos” para la acuicultura. “Yo realmente creo que la oportunidad está ahí, que la oportunidad existe (…) para los productores, para alimento acuático hay una gran oportunidad”.

“La demanda para salmón continuará, en el noreste no produciremos salmón Atlántico sino que va a ser la trucha arcoíris, pero vamos a seguir adquiriendo el salmon Atlántico”.

Y agregó que una luz que ven es que hay ciertas organizaciones que han sido muy críticas de la acuicultura “y que ahora están promoviéndola. Uno es el Fondo de Defensa Ambiental que tiene un informe que dice que la acuicultura es algo que necesitamos y también en la Universidad de Stanford, ha cambiado su voz respecto de la acuicultura”.

Pero anticipó que faltarán tal vez dos décadas donde, “en el futuro, vamos a reconocer la importancia de cultivar nuestro propio alimento”.