El académico es el actual presidente del Club de Innovación. Foto: Club de Innovación.

Experto propone sistema de cuotas usado en pesca para regular la salmonicultura

Chile: El presidente del Club de Innovación, Eduardo Bitrán, afirma que deben establecerse volúmenes máximos de producción salmonicultora, para evitar una sobrecarga que aumente la vulnerabilidad sanitaria.

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Durante los días 9 y 10 de septiembre se realizará el Seminario Internacional "Innovación Acuícola - América 2021", evento virtual organizado por el Club Innovación Acuícola de Chile, y del que serán parte referentes de la industria a nivel continental.

En esa línea es que habló con Salmonexpert el presidente del Club de Innovación, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez -además de ingeniero, economista e investigador- y uno de los expositores de dicho seminario, Eduardo Bitrán, quien entregó una mirada reflexiva sobre el desarrollo de la salmonicultura en Chile, la innovación necesaria para una industria que equilibre productividad y sostenibilidad, además de la necesidad de crear una regulación acorde a la realidad actual.

¿Cuáles son los actuales desafíos en la salmonicultura?

La salmonicultura tiene un doble desafío: el de la productividad y la sostenibilidad. Cuando hablamos de sostenibilidad, hablamos de un sector que de repente tiene crisis dramáticas como la que vimos en el pasado por virus y otras enfermedades, pero al mismo tiempo, enfrenta un tema global como la sostenibilidad.

Ahora, los temas ambiental y productivo están absolutamente relacionados y, en realidad, yo soy de los que se ha convencido -después de haber conversado con muchos expertos- que los problemas sanitarios del sector salmón tiene una raíz, un origen fundamentalmente ambiental y regulatorio y que tiene que ver con la carga de la columna de agua y obviamente, todo el impacto que esto genera en términos de los desechos que se producen. Por lo tanto, en la medida que hay una sobrecarga, hay una mayor vulnerabilidad o sensibilidad respecto a enfermedades.

¿Cuál es la principal dificultad en ese sentido?

Aquí hay un problema de innovación regulatoria en que estamos al debe, absolutamente al debe y se lo digo con conocimiento de estos temas, porque a mí me tocó trabajar en los años 80-90 en ello. Aquí hay un problema común que es el cuerpo de agua y la cantidad de biomasa que debiera ser limitada y la forma en que se regula eso es ineficiente porque genera más incentivo para usar antibióticos.

Sabemos que el uso de antibióticos -aunque hay períodos de carencia y no se afecta la inocuidad- golpea la imagen y el prestigio del salmón chileno, donde si usted empieza a vincular las cantidades de peces que podrían poner en un centro en comparación a la productividad anterior, entonces tiene un incentivo para aumentarla de cualquier manera, como tendencia.

El experto indicó que es vital avanzar a la producción de smolts en tierra. Foto: Salmonexpert.

¿Cómo se debería regular esto?

En otros países hay un sistema muy parecido a las cuotas individuales de pesca, pero aplicado al mundo acuícola. Establecer volúmenes máximos es la forma en que se regula en otras partes y en Chile no se puede hacer, porque no hay ley que lo permita. En todos los Gobiernos no se atreven a ir al Parlamento a hacer una ley como corresponde e innovar en esta materia, por miedo a que “entren con un elefante y salgan con un elefante con cabeza de caballo”. Esto tiene que ver también -en parte- por responsabilidad del sector.

¿Qué se necesita para potenciar la salmonicultura?

Una mejor regulación de los temas ambientales se realizaría con estudios de capacidad de carga, con entidades independientes, serias, y que por lo tanto apoyen los procesos de toma de decisión. También estudios en otros ámbitos sanitarios o nutrición, en genética el país ha hecho avances apoyados desde la Corfo y por último, las propias tecnologías acuícolas y el modelo que uno ve para que se pueda aumentar su producción a largo plazo, pero al mismo tiempo evitando tener esa percepción negativa a nivel internacional.

Necesitamos avanzar rápidamente a la producción de smolts en tierra con un peso bastante mayor que lo que se hace, con la idea de poder incluso ahorrarnos una temporada, ya sea en la región de Aysén o en Magallanes, disminuyendo el tiempo donde el pez está en el agua, porque de ese modo son más efectivas las vacunas. También hay que avanzar a la acuicultura oceánica, sin duda.

¿Cómo puede avanzar la salmonicultura en materia medioambiental?

Hay que pensar que el tema de descarbonización va a ser relevante para los consumidores y es una manera en que Chile puede competir exitosamente con otros países. Por ejemplo, sobre cómo reducir la huella de carbono, estoy pensando en 2030-2040 y en que una parte importante (de carbono) se genera en el transporte de alimentos y peces. Entonces, nosotros deberíamos avanzar con la industria nacional en la incorporación de hidrógeno verde, porque Chile tiene buenas tasas para producir hidrógeno verde en Magallanes a costos bajísimos, también en Chiloé y en otras zonas del sur del país.

¿Cuáles son sus proyecciones sobre la salmonicultura?

El mundo demandará mucha más proteína y como Chile tiene condiciones extraordinarias, hay muchas innovaciones que se pueden impulsar en distintos ámbitos para cumplir este triple objetivo en la salmonicultura: productividad, sustentabilidad y relaciones de ganar-ganar con el entorno. Además, ¿qué sería de la situación socioeconómica en zonas desde la Araucanía hasta Magallanes sin la industria? Por ello, no hay que seguir jugando en el corto plazo, hay que levantar la mirada y ver cuáles son las necesidades de mediano-largo plazo.