Autónomo y remoto: Nuevo sistema de remediación de fondo marino

OXZO®, empresa de soluciones tecnológicas referidas a la generación de oxígeno, aire, ozono y servicios para la salmonicultura, lanzó al mercado el único sistema de remediación de fondo marino autónomo, que puede ser administrado en cualquier momento y desde cualquier lugar.

Esta solución permite mejorar las condiciones del suelo marino, favoreciendo condiciones aeróbicas de forma preventiva durante el período de engorda o bien de forma correctiva para condiciones anaeróbicas, manteniendo así el desarrollo sostenible de la producción acuícola.

“Este nuevo servicio se caracteriza por tener un diseño robusto, el cual permite su aplicación con fines preventivos durante los periodos de producción o después de la cosecha con una aplicación de hasta 20 horas diarias, logrando altos niveles de oxígeno dentro de la zona afectada”, dice el Subgerente Comercial de OXZO®, Gonzalo Boehmwald

Además, la unidad cuenta monitoreo en línea que permite controlar variables como producción de oxígeno del sistema, oxígeno disuelto y temperatura, lo que se visualiza in-situ y vía remota a través del software Oxymar. Esto garantiza una alta autonomía, ya que su robusta plataforma mitiga cualquier interferencia que las condiciones climáticas pueden ocasionar durante el tiempo de permanencia en el sitio a tratar.

El oxígeno: clave para una eficiente remediación

La disponibilidad de oxígeno disuelto en el lecho marino juega un rol primordial en la degradación del carbono, un factor fundamental durante un proceso de remediación.

El oxígeno es energéticamente el aceptor de electrones más favorable en la naturaleza y es el primero en ser consumido en la superficie del sedimento. Además, para la materia orgánica fresca, las velocidades de degradación en un ambiente aeróbico pueden ser de 2 a 7 veces más veloces que en un ambiente anaeróbico.

Por eso se requieren soluciones que favorezcan la remediación. Para eso, OXZO® utiliza un artefacto naval patentado, que genera oxígeno de forma autónoma según demanda, el oxígeno es disuelto y suministrado mediante dispositivos de dispersión pasiva instalados en el área de tratamiento del fondo.

Un sistema customizado, con un modelo de cálculo para estimar lo fundamental

Uno de los factores fundamentales en el proceso de degradación del carbono bentónico y la recuperación del lecho marino es la disponibilidad de oxígeno en el medio, al formar parte directa de las reacciones bioquímicas que transforman los compuestos orgánicos.

Por esto, el sistema autónomo de OXZO® va generando un proceso a la medida de diferentes variables del proceso, monitoreando los índices de:

  • El carbono depositado total
  • La demanda bioquímica de oxígeno
  • El tiempo necesario para la mineralización tanto en condiciones aeróbicas como anaeróbicas

“La implementación de este modelo, sumado al análisis DEPOMOD de cada centro en particular, nos permite determinar la cantidad de oxígeno que debe ser suministrado por nuestra unidad de tratamiento y planificar un posicionamiento estratégico de los dispositivos desplegados en el fondo marino, ajustándonos a las necesidades de cada área a tratar, maximizando resultados”, explica Benjamín Del Curto, analista de Mercado y Estrategia de OXZO®.

Los dispositivos de tratamiento de OXZO® desplegados en el fondo marino cuentan con dispersión en 360° y una estructura en acero inoxidable de calidad marino. Además, estos son diseñados para incorporar importantes cantidades de oxígeno en base a dos principios de aplicación:

  • Suministrar el oxígeno de forma disuelta e inmediatamente disponible como promotor de las reacciones de degradación natural.
  • Incorporar la cuota de oxígeno necesaria en función de su demanda bioquímica, calculada para la superficie a tratar. Esto se efectúa mediante una inyección eficiente que no genera turbulencia, cubriendo las capas adyacentes al lecho y alcanzando zonas intersticiales con bajo recambio natural de agua.

De esta forma, se eleva la concentración de oxígeno disuelto que favorece la mantención de las condiciones aeróbicas, promoviendo la degradación de la materia orgánica depositada y acelerando el proceso completo de remediación biológica y reducción bacteriana.

Este mecanismo ha permitido conservar condiciones biológicas óptimas para el desarrollo de la actividad acuícola en diferentes regiones del país.