
Junio 2015: Harina y Aceite de Pescado
Durante el año 2014, la tendencia irreversible de la creciente demanda de harina de pescado y aceite de pescado, ejerció presión sobre oferta e hizo subir los precios de ambos productos. La producción en Estados Unidos, Europa, África y Asia se mantuvo neutral o incluso positiva, sin embargo, la producción mundial de harina de pescado sólo creció un 13,2% debido a la menor producción de Perú, el mayor productor de harina de pescado.
En Perú, se canceló la segunda temporada de pesca de anchoveta del 2014, lo que probablemente afectará negativamente las utilidades de las compañías procesadores de harina de pescado durante este año. Sin embargo, hay evidencia de que la biomasa de anchoveta se recuperará antes de la primera temporada del año 2015, y como resultado, el pronóstico de mercado para el año 2015 es optimista.
En tanto, el aceite de pescado todavía es consumido principalmente por la trucha y salmón de cultivo, sin embargo el consumo humano directo se está incrementando de manera drástica. La investigación científica sobre las alternativas a la harina de pescado y aceite de pescado en la industria de alimentos, ha presentado avances, aunque la escalabilidad sigue siendo un desafío.
Para este año, en Perú, se espera que las capturas de anchoveta se incrementen en un 30%. Mientras, acorde con estimaciones del Ministerio de Pesca de Perú, se esperan una captura mínima de nueve millones de toneladas. Sin embargo, los oceanógrafos manifiestan que otra corriente de El Niño podría golpear pronto.
En Chile, una encuesta reciente reveló que el recurso de la biomasa de la anchoveta y sardina se ha reducido en un 33% desde el año pasado. Para las sardinas, la biomasa se estimó en 1,9 millones de toneladas, mientras que para la anchoa, la estimación fue de sólo 120 mil toneladas. A nivel mundial, la producción total de harina de pescado es de 1.672.000 toneladas, con Perú y Chile representando el 54% de este total.
El aceite de pescado se enfrentó a más o menos la misma situación. La producción de este producto en Perú y Chile ascendió a 255 mil toneladas en el año 2014, un 40% más que en el 2013. Este volumen sigue siendo inferior a los rendimientos anuales registrados entre los años 2009 y 2011.
En Chile, el total de las exportaciones de aceite de pescado alcanzaron las 86.700 toneladas, el mayor volumen desde el año 2009. Estados Unidos exportó 77.800 toneladas en el año 2014, más que en cualquier otro año desde el 2009. La significativa demanda de aceite de pescado para la acuicultura, así como para el consumo humano directo, está impulsando el crecimiento del volumen de exportación.
Mercados
China ha sido el mayor cliente de las exportaciones de harina de pescado de Perú y Chile durante muchos años. Sin embargo, el país asiático redujo su participación del 75% en el año 2013, a menos del 60% en el 2014. En tanto, todos los mercados de harina de pescado tradicionales, como Alemania, el Reino Unido y Estados Unidos, lograron importar más durante el 2014. Estados Unidos importó más de la mitad de su harina de pescado de Chile, lo que es significativamente mayor en comparación con el año 2008, cuando Chile les suministraba menos del 17%.
Proyecciones
Según el más reciente informe sobre clima y biomasa de anchoveta, el 2015 no será otro mal año para la captura de esta especie. Sin embargo, sin ningún tipo de materias primas, debido al cierre de la segunda temporada de pesca en el 2014, los ingresos de los productores peruanos de harina de pescado definitivamente sufrirán efectos negativos durante este año.
Según la Organización de Ingredientes Marinos (IFFO, por sus siglas en inglés), la producción de harina de pescado interna en China se redujo en un 25% debido a una reciente consolidación, que llevó a la suspensión de licencias para las pequeñas empresas. En general, se puede esperar una mejor situación de la oferta teniendo en cuenta la producción de África y Europa.
Los esfuerzos para encontrar ingredientes alternativos para la elaboración de alimento para peces nunca cesará. Productos como algas, setas, sebo de vacuno, harina de semilla de algodón y gluten de trigo son alternativas prioritarias. Además, si los precios de harina de soya no demostraron una competitividad significativa en el 2013 y principios del año 2014, con una relación de precio entre harina de pescado y harina de soya situándose en 2,8:1 a 3,6:1, la relación registrada en marzo del 2015, de 4,2:1, debería ser mucho más convincente. La diversificación y las alternativas son las únicas soluciones a la creciente demanda por harina y aceite de pescado para el sector de la agricultura y el consumo humano directo.