Imagen referencial de buzo. Foto: Pixabay.

Avanza protocolo de buceo seguro para la industria del salmón

Chile: Desde SalmonChile afirman que los estándares en la actividad de buceo han ido mejorando en estrategias operacionales, turnos, dotaciones de seguridad y nuevas tecnologías de robótica submarina.

Publicado Actualizado

Luego de que a fin de año se produjera un accidente que costó la vida a un buzo que realizaba faenas en un centro de cultivo de Invermar, muchas han sido las críticas dirigidas hacia los estándares con que trabajan las empresas prestadoras de este tipo de servicio.

Para contar la visión a nivel del gremio sobre esta problemática, el director territorial de SalmonChile, Tomás Monge, detalló a Salmonexpert como han ido abordando este sensible tema junto a empresas y trabajadores, donde se destaca la elaboración de un protocolo de buceo seguro.

¿Por qué, a nivel general, la seguridad de los buzos se ha visto tan precarizada, llegando incluso a casos de muertes?

La seguridad laboral es un tema que involucra a distintos actores y que contempla diferentes factores dependiendo de la actividad. En el caso del buceo, existen cuatro dimensiones importantes de abordar.

Primero, es imperioso que las empresas proveedoras de servicios de buceo logren desarrollar los mejores estándares en materia de seguridad. En segundo lugar, el rol fiscalizador de las autoridades debe ser preponderante, tanto de la compañía mandante como de la que entrega el servicio.

Tercero, el autocuidado es clave para que exista un buceo seguro. Nadie conoce mejor que los buzos el desarrollo de esa actividad, sus limitaciones físicas, la cantidad de horas que han pasado bajo el mar, descansos, actividades previas y posteriores al buceo, y cómo podrían afectarlos.

Finalmente, las empresas contratantes deben procurar que sus protocolos estén ajustados constantemente, no sólo a la normativa, sino que también a la realidad de esta actividad, y encargarse de que sus proveedores tengan un estándar acorde a los mismos.

Dicho lo anterior, es importante resaltar que los estándares en esta actividad han ido mejorando en materias de estrategias operacionales, turnos, dotaciones de seguridad, nuevas tecnologías de robótica submarina, capacitación, exámenes pre y ocupacionales, entre otros, que demuestran una evolución importante, pero se debe seguir mejorando y fiscalizando con mayor eficiencia.

Tomás Monge, director Territorial de SalmonChile. Foto: Archivo Salmonexpert.

¿Cuál es fiscalización existente para las empresas que prestan estos servicios a las productoras?

Existen fiscalizaciones por parte de la Dirección del Trabajo (DT), la Autoridad Marítima y Autoridad Sanitaria. Además, internamente, las empresas realizan auditorías periódicas tanto documentales como de equipos y procedimientos. La autorregulación y la búsqueda de las mejores prácticas son fundamentales.

¿Cuáles son las propuestas desde SalmonChile para enfrentar esta situación?

Hemos ido a terreno a conversar y recabar información valiosa para entender de mejor manera las problemáticas del buceo, donde hemos recibido todo tipo de comentarios respecto a buenos y malos estándares.

Estas medidas nos han impulsado para realizar un protocolo de buceo seguro como gremio, el cual está muy avanzado. Este documento, lo hemos trabajado en conjunto con las empresas y trabajadores, cuyo objetivo será nivelar y mejorar los estándares de los diversos servicios de buceo que trabajan para la industria. Una vez validado por las empresas, se validará con los trabajadores, para definir la manera de auditar por un ente externo y asegurar el cumplimiento del mismo.

¿Cuáles fueron las principales conclusiones de la mesa de trabajo que establecieron y cómo esperan seguir trabajando esta instancia durante 2020?

Es importante señalar que pese a que el buceo es un tema que siempre ha estado presente en los diálogos con los trabajadores, llevamos un año de trabajo específico con el Sindicato Nacional de Buzos (Sinabu), la Coordinadora Nacional de Trabajadores y Multisindical. Las principales conclusiones radican en la necesidad de profundizar y fortalecer el diálogo y el trabajo con los buzos y prestadores de servicio, para que a través de un trabajo articulado se avance en mejoras continuas.

También, existe una visión común en cuanto a exigirle a las mutualidades un mejor servicio en materias de prevención y educación a los trabajadores, y a la urgencia de mejorar sus horarios de atención y calidad en las prestaciones médicas.

Es importante destacar que hay empresas prestadoras de servicios de primer nivel, que han demostrado altos estándares de trabajo en este tipo de faenas, y que sin duda deberían ser referentes importantes, para la difusión de nuevas tecnologías y estándares, que permitan contar con un buceo cada vez más seguro.