Ricardo Bosshard, director de WWF Chile. Foto: WWF Chile.

¿Cumplen los ambientalistas un rol constructivo para la salmonicultura?

Chile: El director de WWF Chile, Ricardo Bosshard, afirmó a Salmonexpert que los avances de la industria del salmón en sustentabilidad no son suficientes “y es necesario seguir trabajando y generando espacios de comunicación con acuerdos en conjunto para mejorar”.

Publicado Actualizado

Aunque siempre es un tema sensible para la industria chilena del salmón, las ONGs ambientalistas han tomado un mayor protagonismo en el último tiempo, rechazando la instalación de Nova Austral en el canal Beagle y la expansión del sector en la región de Magallanes, argumentando que esta zona prístina podría ser afectada por el crecimiento planificado para la actividad.

Por eso encuestamos a nuestros lectores preguntándoles “¿Cumplen las ONGs ambientalistas un rol constructivo para la salmonicultura?”, donde un 27% de las personas respondieron que sí, y un 73% afirmó lo contrario: que las acciones de las organizaciones conservacionistas son destructivas.

Para profundizar en esto, Salmonexpert entrevistó al director de WWF Chile, Ricardo Bosshard.

¿Las ONGs ambientalistas cumplen un rol constructivo o destructivo para la salmonicultura?

Cada ONG se guía por los principios a los que adscribe, y en general creemos que en lo que respecta al ámbito ambiental, por la multiplicidad de variables que este tema involucra, cada actor tiene un rol importante que cumplir y suma a la discusión.

En el caso particular de WWF, somos una ONG creada en 1961, bajo principios tales como estar basados en ciencia, ser apolíticos (no partidistas), buscar el diálogo con todos los sectores sociales y evitar los conflictos innecesarios. Esto implica, además, ofrecer soluciones concretas de conservación y trabajar en alianzas con otras organizaciones como gobiernos, ONGs, comunidades locales y sector privado, con el fin de lograr mejores impactos. Todo esto, con una mirada independiente y bajo estándares de transparencia.

Ustedes han sellado acuerdos con la salmonicultura para su sustentabilidad, ¿por qué decidieron ser parte de la solución y no sólo de la crítica?

Hace unos 20 años, WWF decidió utilizar herramientas de mercado para impulsar de forma más rápida y efectiva los cambios que el planeta necesita. A nivel global se ha trabajado con el aceite de palma, el sector forestal y las pesquerías, entre otros. Hace unos 15 años se incluyó también a la acuicultura a nivel global, donde se trabajó con tilapia, camarón y salmón, entre otros. En Chile nos sumamos a este trabajo global ya que identificamos a las malas prácticas acuícolas como una amenaza para ecosistemas claves del sur de Chile.

Luego de un largo proceso, se generó el estándar ASC para salmón, certificación dentro de la cual hemos desarrollado acuerdos con las empresas que efectivamente quieren transformarse, mejorando sus prácticas y reduciendo sus impactos, esto a través de acuerdos públicos para avanzar en metas concretas. En esta línea, todos los años generamos un reporte de relaciones corporativas en la que se reportan los avances, reportes disponibles en nuestra web desde el 2014.

¿Han visto avances en términos de sustentabilidad del sector?

Hemos visto avances significativos por parte de algunas empresas del sector, en el sentido de tomar conciencia respecto a las consecuencias ambientales de su producción y la intención de disminuir el nivel de amenaza que representa la industria en el ecosistema marino. Un ejemplo de esto es el compromiso con el término de producción en sistemas lacustres (lagos) de dos de las empresas más grandes en Chile. Sin embargo, a pesar de reconocer el tremendo avance, insistimos en que no es suficiente y es necesario seguir trabajando y generando espacios de comunicación con acuerdos en conjunto para avanzar en otros aspectos ambientales.

¿Qué desafíos quedan para continuar avanzando en la sustentabilidad salmonicultora?

Los desafíos pendientes son muchos, tales como la disminución del uso de químicos (fármacos, antiparasitarios y antibióticos) durante los procesos de producción; la garantía de que el alimento utilizado debe tener un origen sustentable (lo que implica disminuir la presión sobre pesquerías y contar con otras materias primas sustentables, que no generen impactos negativos, como el caso de soya y la deforestación en Brasil); medidas para reducir la contaminación en la columna de agua y en sitios cercanos a los centros de cultivo (plásticos); disminuir impactos a la biodiversidad local, y evitar y actuar de manera oportuna frente a episodios de escapes de salmones. Además, para nosotros es sumamente importante el relacionamiento y respeto que debe tener la industria con las comunidades locales del área donde está instalada, ya que deben entender y asegurar la no alteración de las formas de vida y acceso a recursos por parte de las personas en los territorios.

¿La salmonicultura debe ampliarse a lugares como el canal Beagle o no es sustentable?

Sobre este tema, WWF Chile ha desarrollado una posición muy clara en el contexto de la expansión salmonicultora a Magallanes, lo que incluye el canal Beagle. En general, como WWF Chile llamamos a restablecer la moratoria de hace 10 años y a evitar la expansión a esa región, dadas las condiciones actuales, donde existe un conocimiento insuficiente respecto al impacto de la producción en los ecosistemas únicos y prístinos de Magallanes, y  atendiendo también a que la normativa existente no asegura que se esté respetando la capacidad de carga ambiental de dichos ecosistemas.