Riesgos asociados al uso de antibióticos en acuicultura

*Columna de opinión para Salmonexpert de Alejandro Buschmann, investigador del Centro i-mar & CeBiB, académico de la Universidad de Los Lagos, Puerto Montt.

El aumento de la resistencia bacteriana es hoy considerado una gran amenaza para la salud pública, la cual generará una crisis en el funcionamiento de los sistemas de salud mundial si no se toman medidas prontamente. Se prevé que para el 2050 las enfermedades infecciosas vuelvan a ser la principal causa de mortalidad para el hombre tal como era hace más de un siglo atrás. Hoy en día se discute diariamente esta situación en gobiernos, parlamentos, instituciones globales de salud, fundaciones benéficas, científicas y de profesionales de la salud. Esta discusión ya está siendo también tratada por múltiples medios de comunicación poniendo en alerta al público en general y así también a consumidores de productos animales.

En cada uno de los países de nuestro planeta se han identificado diferentes agentes antimicrobianos usados tanto directamente por el hombre como en la producción animal, como fuentes relevantes la selección de esta resistencia. En Chile, con el diseño y aprobación del Plan Nacional Contra la Resistencia a los Antimicrobianos, se han tomado algunas medidas y en este contexto en esta breve columna, deseo contextualizar algunos resultados sobre el uso de antimicrobianos en la acuicultura y de su potencial impacto en el ambiente y la salud humana y animal.

Varios estudios señalan que un 95% de tres grupos de antimicrobianos importados al país, que incluyen tetraciclinas, fenicoles y quinolonas, son usados en medicina veterinaria y en gran medida en la acuicultura de salmones. Estos estudios muestran que el excesivo uso de estos antimicrobianos genera la presencia de residuos en el ambiente marino hasta 8 kilómetros de los sitios de acuicultura, los que seleccionan a bacterias con resistencia múltiple en dicho ambiente, ya que ellas contienen variados genes de resistencia a estos antimicrobianos.

Estos genes de resistencia están contenidos en elementos genéticos móviles tales como plásmidos e integrones, los que pueden ser transmitidos horizontalmente a otras bacterias permitiendo su potencial diseminación epidémica entre poblaciones bacterianas. Importante es aquí destacar que bacterias presentes en el ambiente marino contienen los mismos genes de resistencia que los encontrados en bacterias patógenos de humanos.

Ello señala que la transferencia genética entre bacterias presentes en diferentes tipos de ecosistemas es posible. Más todavía, experimentos han demostrado que esta transferencia de genes entre bacterias que habitan ambientes diferentes es posible. Por ello el uso indiscriminado de antibióticos en acuicultura ha cobrado gran relevancia en Chile por la alta utilización de ellos.  

En general, los peces tratados con antibióticos y otros medicamentos deben pasar por un período de cuarentena y por ello el riesgo no es necesariamente por tener una exposición a dosis de antibióticos en nuestra dieta. Sin embargo, debemos recordar que peces nativos que también consumen alimento medicado con antibióticos pueden tener trazas de antibióticos. Debemos recordar que una subdosis de antibióticos no es peligrosa en sí misma, pero éstos son también importantes para incrementar la resistencia de agentes microbianos. El consumo de estos productos tiene por ello el potencial para seleccionar bacterias resistentes en el microbioma humano y facilita también el intercambio genético entre bacterias del ambiente acuático y la flora comensal y patógena del ser humano.

El paso de productos antimicrobianos al ambiente marino también tiene el potencial de disminuir la diversidad microbiana y facilitar la infección de peces nativos y cultivados por patógenos piscícolas resistentes a los antimicrobianos. La aparición de patógenos zoonóticos resistentes, es un hallazgo necesario de analizar en este contexto, pues sugiere que la prevención de infecciones en peces y la disminución del uso de antimicrobianos en su crianza, será en Chile un factor determinante en la prevención de infecciones humanas y animales con resistencia múltiple a los antimicrobianos de acuerdo con el paradigma moderno e integral de “Una-Salud”. Este concepto introducido a comienzos de la década del 2000 resume en muy pocas palabras algo que el hombre conoce por más de un siglo: “la salud humana y la sanidad animal son interdependientes y están vinculadas a los ecosistemas en los cuales coexisten”.

Las interacciones de los organismos, aunque estén separados en apariencia para nuestros ojos, tienen elementos que estamos recién comenzando a visualizar y esto parece tener una tremenda implicancia para nuestra propia supervivencia por lo cual tenemos hoy una demanda por entender que estamos haciendo en nuestros ambientes costeros y encontrar soluciones al uso inadecuado de estos compuestos.