Vilma Cavieres. Foto: Mowi Chile.

Trabajando por el desarrollo de proveedores acuícolas en la región de Aysén

*Columna de opinión para Salmonexpert de Vilma Cavieres, Asistente Social Universidad de Chile; Magíster en Dirección Estratégica de Recursos Humanos, Universidad Católica de Chile; Coach Ejecutivo, Universidad Católica de Chile; Ex gerente de Recursos Humanos Mowi Chile (Retirada el 31 diciembre 2020); Presidenta del Directorio PTI Aysén.

Cerca del 45% de la producción acuícola nacional se concentra en la región de Aysén. Ese porcentaje equivale a unas 425 mil toneladas de salmón que se cultiva en alrededor de 155 centros en los Fiordos y Canales de Aysén. Entre todos ellos, se estima que se invierte aproximadamente US$500 millones por ciclo productivo bajo concepto de servicios (esta cifra no considera el alimento para peces). De esa cantidad de dinero, alrededor del 17% queda dentro de la región de Aysén y el resto se reparte entre empresas que provienen de otras regiones.

Pero estas cifras pueden cambiar, porque las posibilidades de desarrollo de proveedores que pertenezcan a Aysén existen. Sin embargo, esto no se hace solo, sino que se logra gracias a esfuerzos mancomunados de los distintos actores del territorio que armen redes colaborativas para impulsar proyectos que contribuyan al desarrollo local. 

Es así como en agosto del 2019 la industria, (empresas pertenecientes a SalmonChile, más Mowi y Salmones Antártica), junto al Ministro de Economía de la época (Juan Andrés Fontaine) e Intendenta de Aysén (Geoconda Navarrete), firmaron un compromiso para potenciar el desarrollo de proveedores de servicios en la XI región.  Y es así como, en términos muy simples, nace el Programa Territorial Integrado (PTI), que tiene como objetivo primordial contribuir al fortalecimiento y desarrollo del clúster de la industria del salmón en la región de Aysén. 

En noviembre del mismo año, me correspondió participar en un taller – conversatorio, en el que estuvieron presentes representantes de 25 empresas proveedoras de la región que prestan servicios a Mowi. En la ocasión, Corfo Aysén presentó el levantamiento de los requerimientos de servicios que tiene la industria, los costos involucrados, las oportunidades de negocio, entre otras cosas. En este taller, la mayoría microempresarios de la región tuvieron la opción de plantear sus demandas, para poder fortalecerse como proveedores de la industria.

Pensábamos que una de las mayores quejas de parte de los proveedores sería el tiempo de espera para el pago, pero no fue así. Ese plazo era razonable y también respetado.  Sin embargo, uno de los principales problemas era la formalidad y estabilidad de los contratos, que les permitieran desarrollarse e invertir en innovación, capacitación y tecnología.

Con toda esa información en la mano, sumado a la confianza y motivación que luego de un año de trabajo, se ha establecido con los proveedores, nos encontramos ante una oportunidad única en la que convergen varios factores valiosos:

1. La disposición de la autoridad para apoyar con recursos a emprendedores y pequeños empresarios en materia de innovación y desarrollo de competencias.

2. El indiscutible portal que ha abierto la pandemia para poder capacitar vía remota. 

3. La amplia oferta de trabajo que ofrece la salmonicultura.

4. El interés de la industria de avanzar en la sostenibilidad de su modelo productivo, a través del fortalecimiento de los proveedores locales, priorizando su contratación. 

Es así que, en su AÑO 1, la iniciativa impulsada por el PTI ha avanzado significativamente en el cumplimiento de sus objetivos y, sin lugar a dudas, que contribuye a que la industria avance a paso firme por el camino de la sustentabilidad social y ambiental. La disposición está sobre la mesa y pienso que solamente necesitamos que los proveedores se motiven y tomen conciencia de esta oportunidad de desarrollo que se les presenta.

Cada punto porcentual que podamos mejorar de ese 17% que mencioné anteriormente, significa un ingreso de alrededor de $3.800 millones “anuales” o “por ciclo” a la región de Aysén. Es por esto por lo que cualquier inversión pública o privada que esté en revisión o análisis, según mi opinión, debe considerarse, ya que la visión del PTI es aumentar en al menos cinco puntos porcentuales ese indicador. 

Por otra parte, necesitamos que las empresas salmonicultoras sean coherentes y consecuentes con este compromiso y que la autoridad cumpla con los recursos y posibilidades ofrecidas. 

Finalmente, una de las grandes dificultades que existe es el poder retener y atraer profesionales especializados a la región. Esta dificultad se debe, entre otras cosas, al limitado sistema de salud y educación que existe en Aysén, que no es comparable a lo que un profesional o técnico puede encontrar en Puerto Montt o Punta Arenas, por ejemplo. 

Esta problemática disminuye el atractivo de las ofertas de trabajo en la región, lo que es válido tanto para los proveedores más especializados, como también para la captación de profesionales de la propia industria. Por tanto, creo sería muy conveniente enfocar esfuerzos para que Aysén pueda también proporcionar condiciones más interesantes en estos aspectos, que contribuyan en la captación de nueva fuerza de trabajo.

Es así que, si logramos mezclar bien todos estos ingredientes, puedo imaginar un esplendoroso 2021 para los proveedores acuícolas de Aysén.