Columna de Opinión
Efecto Tornado: No da lo mismo

"Si bien este fenómeno es inusual para nuestra zona, al investigar se encuentra que en las últimas décadas ha dejado de ser tan aislado, con cerca de 50 eventos en el sur", alerta Benjamín González.
*Columna de opinión para Salmonexpert de Benjamín González, Consultor en Sostenibilidad, y Director Corporación Patagonia Sostenible.
“…estoy en el supermercado, hay mucho viento y se están rompiendo los vidrios, estamos asustados…”, la frase con la que abre el llamado que recibí el telefónico el domingo 25 de mayo después de almuerzo.
Puerto Varas vivió un evento que parecía impensable: un tornado categoría EF-1, con vientos de hasta 178 km/h, arrasó sectores residenciales y céntricos de la ciudad. Contando más de 250 viviendas resultaron dañadas, dejando a más de 300 personas damnificadas, mas de 17 mil hogares sin electricidad, suspensión de clases e infraestructura múltiple dañada, junto con una comunidad que incrédula comienza labores de despeje y reconstrucción.
Si bien este fenómeno es inusual para nuestra zona, al investigar un poco uno se encuentra que en las últimas décadas ha dejado de ser tan aislado. Se cuentan cerca de 50 eventos de este tipo en el Sur desde 1934, todos concentrados en los meses de Otoño (para las regiones entre Biobío y Los Lagos).
A estas alturas evolutivas, cuesta entender que la reducción de glaciares de varios metros por año, aumento de temperaturas promedio, reducción de índices de pluviométricos, aumento en el nivel del mar y otros efectos científicamente documentados no sea en sí mismo una “alerta roja” para toda la Comunidad, Industria y Academia, encontrando líderes de opinión que siguen negando su existencia. Podremos convenir que la data es elocuente y los efectos sobre los ecosistemas evidentes.
No es necesario se científico o estudioso en la materia para saber que si aumenta la temperatura, se afecta la evaporación de agua generando condiciones propicias para formación de tormentas intensas.
Ante esta realidad, es urgente replantear nuestras estrategias de desarrollo y adaptación. Aquí es donde se nos abre un oportunidad única e irrepetible, para que acuicultura sostenible emerja como una alternativa ícono, viable y mas vigente que nunca. Incorporando prácticas cada vez más responsables en el cultivo de especies marinas pueden contribuir a la mitigación del cambio climático, al reducir la presión sobre los ecosistemas terrestres y promover la captura de carbono en cultivos marinos.
A su vez incorporando energías renovables en la mayor parte de su matriz productiva, incorporando Economía Circular en el corazón de su negocio y planificación estratégica, fomentando políticas de re-habilitación, re-acondicionamiento, reúso, impulsando proveedores basados en soluciones sostenibles desde ingredientes en dietas de alimentación hasta el packing, y muchas otras prácticas que solo requieren de criterio más que de exceso de técnica o ciencia. Hay un sinfín de quick-wins donde la Industria puede y seguir aportando más y mejor.
Estos eventos ya no son anomalías, y el que en las proyecciones de la ONU y toda institución científica seria, indiquen que las temperaturas seguirán subiendo deben motivarnos a hacer mas y mejor. Señales claras de un sistema climático en transformación.
Aunque ya estamos tarde, es momento de actuar con decisión, integrando la sostenibilidad en nuestras políticas y prácticas locales. Sólo así podremos construir comunidades resilientes y proteger nuestro entorno para las futuras generaciones.
Un ejemplo más que “No da lo mismo”, la decisión de accionar no depende de otros, depende de cada uno de nosotros desde decisiones personales “menores” como no comprar fruta plastificada en el supermercado, decisiones Industriales relevantes como elegir proveedores basados con soluciones sostenibles y decisiones políticas, evitando a negacionistas del cambio climático.
Para mí no es opción quedarme de brazos cruzados, por eso la articulación de iniciativas sostenibles es necesaria, contingente y apasionante.
Tú eliges si te quedas mirando desde la vereda o aportas desde tu propio alcance.
Yo tengo clara mi elección.