El rol protagónico de las proteínas vegetales

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Por Karla Faúndez Leal

Desde hace unos 15 años, diversas empresas productoras de alimento para salmónidos comenzaron a ocupar nuevas fuentes nutricionales que cumplieran con el objetivo de reemplazar a los ingredientes clásicos en la formulación de dietas para estos peces: harina de pescado y aceite de pescado. Esto, debido al paulatino descenso en las capturas de las pesquerías a nivel global, desde donde se extraía la materia prima para elaborar estos productos. Teniendo en cuenta esta realidad, las empresas tuvieron que ingeniárselas para poder encontrar reemplazos a las proteínas de origen marino, hallándolas en proteínas de origen vegetal. De esta forma, nuevos productos vinieron a sustituir, en un alto porcentaje, a la harina de pescado: gluten de maíz, gluten de trigo, girasol, canola y proteína de soya, pasaron a ser parte fundamental en la elaboración de las dietas; mientras que en el reemplazo para el aceite de pescado se ocupa fundamentalmente canola, aceites de lino y soya. En este camino de encontrar nuevos ingredientes para la alimentación del salmón, también ocupan un lugar importante las proteínas de origen animal, por lo que, en la formulación de una dieta específica, se deben ir combinando todos estos ingredientes -proteínas vegetales, animales y marinas- para llegar al resultado esperado. “Cuando uno formula, lo que hace es usar diferentes fuentes de proteínas, vegetales o animales, de manera de acercarse al requerimiento del salmón, donde la base está en la harina de pescado, pero en la medida en que uno enfrenta el reemplazo de ésta como una necesidad de sustentabilidad del negocio, hay que buscar fuentes vegetales o animales, de manera de encontrar un perfil de aminoácidos que se acerque al del requerimiento específico de los peces”, explicó el gerente técnico de Skretting, Ronald Barlow.

Materias primas “top” Dentro de las principales materias primas bajo el grupo de proteínas vegetales, el gerente técnico de Skretting explicó que ellos clasifican en tres grandes líneas los grupos de fuentes proteicas, siendo los más importantes los llamados concentrados proteicos: gluten de trigo, concentrado de soya y gluten de maíz. “Éstas son interesantes, porque aportan alto nivel de proteínas, sobre el 60% y con una digestibilidad bastante buena”, detalló el profesional. “Con estas proteínas existe un paradigma -agregó Barlow- ya que la creencia pública es que estas materias primas son más pobres que la harina de pescado y no es así, la digestibilidad de éstas es tan buena, o incluso mejor, que la digestibilidad que aporta la harina de pescado”. Ronald Barlow especificó que, luego de los concentrados proteicos, Skretting trabaja con un segundo grupo al que llaman de aporte medio, donde se encuentra la soya high-pro, o soyas que cuentan con un 44% a 45% de proteínas y la maravilla (girasol), que tiene niveles similares. A este grupo le siguen la canola y el lupino, que tienen un aporte del 32% al 42% de proteínas. “Entonces, cuando nosotros tenemos que formular dietas, probablemente nuestra prioridad va a ir en ese mismo orden: en tratar de utilizar concentrados proteicos, materias primas de aporte medio y, al final, materias primas de aporte bajo”, precisó Barlow. El gerente técnico de Skretting explicó que, a pesar del aporte que estas proteínas entregan a la alimentación del salmón, “la debilidad de los vegetales es que no proveen un perfil ideal para el salmón por sí solos. Por ejemplo, yo no puedo formular con puro concentrado de soya, necesito ir combinando, de manera de construir lo que el pez requiere”. Desde Ewos, en tanto, explicaron que a nivel general, y en términos de volumen, si se suman los aceites y las proteínas vegetales, estos pueden llegar a representar desde un 35% a un 50% de la fórmula para una dieta. Es así como dentro de las proteínas vegetales que más se utilizan en esta compañía, se cuentan la proteína concentrada de soya (SPC), el gluten de maíz y harinas de girasol con alto contenido proteico. El trigo también es un componente básico de la dieta, debido a sus propiedades como aglutinante, el cual debe ser cuidadosamente seleccionado, ya que no todos los trigos presentan el mismo comportamiento. “Como toda dieta de salmones, cubrimos una amplia gama nutricional en términos de energía, aminoácidos esenciales y eso se va balanceando con distintas materias primas de la más alta calidad que se encuentren disponibles. Dentro de las alternativas de soya, ocupamos una que se llama concentrado proteico de soya, que tiene por lo menos 60% de proteína y que no posee factores antinutricionales, éste producto se produce principalmente en Brasil”, explicó el gerente de Compras de Ewos, Cristian Vera. Actualmente, el único productor a nivel sudamericano de concentrado proteico de soya es Brasil, el cual, a través de tres empresas: Caramurú, Selecta (del grupo Corpesca), e Imcopa, produce en conjunto más de 600 mil toneladas al año. “De este total, gran parte se va al mercado salmonicultor europeo, aquí en Chile creo que nosotros somos los mayores consumidores y lo demás se va a Asia. Éste es un producto muy valorado por nosotros dentro de lo que son las proteínas vegetales”, puntualizó Vera. Siguiendo con la soya, en un segundo lugar se encuentra la soya high-pro tradicional, que es un producto que posee entre un 46% a 47% de proteína, el que se importa principalmente desde Argentina, por un tema de logística. Los principales productores en Sudamérica son Argentina, Brasil y, en menor medida, Paraguay y Bolivia, produciéndose más de 150 millones de toneladas de soya en Sudamérica al año. Otras de las materias primas vegetales que utiliza Ewos son las proteínas de maíz, con un aporte proteico que va de un 60% hasta un 75% en el caso de un concentrado de maíz importando desde los Estados Unidos. También están las harinas de girasol, que son concentrados proteicos del orden de 40-45% de proteína, el que se produce principalmente en Bolivia y también en Argentina, aunque en este último país es de menor contenido proteico. “A nivel local, compramos principalmente trigo, luego están las proteínas de raps (canola), que es un producto muy parecido al girasol argentino, con un 32% o 33% de proteína, pero muy alto en fibra. Nosotros en Ewos no utilizamos este producto, sólo lo ocupamos como aceite, pero no como proteína”, detalló Vera. El profesional explicó que a menor escala está el lupino “que es un producto bastante interesante en cuanto a la proteína y grasa que contiene, pero lamentablemente no logra ser competitivo con los precios de la soya que se trae desde Argentina, lo cual ha dificultado su masificación a nivel productivo”. En cuanto a los aceites vegetales, Vera puntualizó que más del 50% del aceite que ocupa la industria hoy en día es de origen vegetal y, dentro de éstos, los que mayoritariamente utiliza Ewos son la canola, que compran en el mercado local y también importándola desde Canadá y los Estados Unidos; en menor medida, el aceite de lino, que principalmente se importa desde los Estados Unidos. “Ewos no utiliza aceite de soya”, puntualizó Cristian Vera. “La industria acuícola a nivel global va a seguir creciendo, por lo que la demanda de materias primas para acuicultura cada vez será más alta. Además, la oferta de harina y aceite de pescado es limitada y las capturas no van a crecer, más bien es probable que sigan disminuyendo, por lo que, necesariamente, tenemos que buscar nuevas fuentes de materias primas tanto de origen vegetal como animal. Ya hay ensayos con concentrados proteicos de raps, entre otros que no puedo comentar por ahora. Si uno proyecta esta industria en los próximos 10 ó 20 años, no tengo dudas que veremos una dieta muy diferente a la actual. Deberíamos estar hablando de una inclusión de harina de pescado en la dieta de salmones muy por debajo del 10%”, concluyó el gerente de Compras de Ewos.

Los intermediarios Las grandes compañías de alimentos para salmones en Chile se abastecen de materias primas, principalmente, a través de grandes traders (intermediarios), como Graneles de Chile, Soprodi, ADM o Cargill. También, obtienen ciertas materias primas como la canola, el lupino y el trigo, de compañías nacionales ubicadas en la región de La Araucanía, lugar en que se encuentran emplazados los cultivos para estas especies. Uno de los grandes traders con los que opera la industria, Graneles de Chile, cuenta con oficinas en la comuna de Llanquihue, donde, en las instalaciones en que antiguamente se emplazaba la fábrica de Iansa, hoy funciona el centro de acopio en el cual se almacenan las diversas materias primas que comercializan como gluten de maíz, harina de soya, girasol, trigo, entre otros. Graneles de Chile lleva más de diez años suministrando este tipo de productos a la industria del salmón y siete años con oficinas en la región de Los Lagos, donde también proveen de insumos a la industria lechera. Principalmente, esta compañía trae sus materias primas desde Argentina, Brasil, Paraguay y los Estados Unidos, “dependiendo de dónde estén más baratos, para poder llegar con un precio competitivo a Chile”, detalló Mauricio Donoso, gerente zona sur de Graneles de Chile. Donoso especificó que la demanda por estos productos depende del precio, ya que cuando está más bajo, las compañías productoras de alimento tratan de incluir las materias primas vegetales hasta el punto máximo que puedan. “También depende de cómo esté la situación productiva de la industria, si ésta baja un 10%, nosotros también deberíamos bajar un 10%, pero si las materias primas vegetales caen un 20%, puede ser que nosotros aumentemos nuestra participación, porque se van a ocupar más de ellas”, explicó Mauricio Donoso. El ejecutivo puntualizó que hoy estos productos están en un precio alto, debido a coyunturas de mercado como el invierno en los Estados Unidos, una logística cara y cosechas que todavía no parten. “Esta situación debería tender a bajar, pero va a depender del mercado. El precio lo marca la Bolsa de Chicago, por lo que si las cosechas vienen buenas en todo el mundo, va a tender a bajar el precio, todo depende de cómo lleguen las cosechas americanas y sudamericanas, que son los mayores productores”, manifestó el ejecutivo de Graneles de Chile. Otro de los principales traders con los que trabaja la industria es ADM, compañía que es uno de los mayores originadores de granos y oleaginosas del mundo, con más de 270 plantas procesadoras y operaciones en más de 140 países. En Chile, las principales proteínas vegetales que comercializan para la industria de alimentos de salmones son provenientes de dos grupos de cultivos: los granos y las oleaginosas. Estos dos grupos son procesados para extraer o dejar en los residuos la mayor cantidad de proteína posible. “Se extraen aceites, cáscaras, almidones y otros, con el fin de entregar un producto con la mayor pureza proteica posible. Dentro de las oleaginosas, comercializamos harina de girasol, harina de soya y concentrados proteicos de soya”, explicó Roland Kosche, gerente comercial alimentos ADM Chile. De los productos obtenidos a partir de granos comercializan “corn gluten meal”, que es un derivado del maíz donde sólo queda la parte proteica y alcanza un concentración de 60% mínimo de proteína y L-Lisina HCl, aminoácido sintético obtenido a partir de fermentación de subproductos de maíz. “La principal ventaja de las proteínas vegetales, respecto de las proteínas de origen animal, está en ser más sustentables. Las primeras están un paso antes en la cadena trófica frente a las proteínas animales, por lo que son bastante más amigables con el medio ambiente, permitiendo alimentar más biomasa con menos energía total”, puntualizó Kosche. El ejecutivo agregó que “el sector salmonicultor es una prioridad en nuestro plan de expansión en Chile y ha estado presente desde nuestra primera venta, incrementando año a año los volúmenes de nuestra participación. Es importante destacar que la oficina en Chile es sólo destino, es decir, sólo vendemos productos enviados desde nuestras operaciones en otros países, no procesamos localmente”. Los principales países de origen de los productos que comercializan en Chile son Brasil, Paraguay, Bolivia, los Estados Unidos, Canadá y Argentina. ADM en el mundo diariamente procesa 278.000 toneladas de granos y oleaginosas. Respecto de las proyecciones de la demanda por estos productos, Kosche comentó que “la industria del salmón viene recuperándose de una gran crisis, por lo que debiera comenzar a estabilizarse en este periodo, estamos esperando una demanda similar a la del año anterior, tal vez levemente al alza, empujada por los buenos precios actuales del salmón. Por sobre todo, creemos que Chile cuenta con una situación geográfica estructural que siempre le permitirá ser una plaza importante en la industria mundial del salmón y el potencial es casi ilimitado”, finalizó el ejecutivo. Otra compañía que aporta con proteínas vegetales a la industria del salmón es Natufeed, empresa que comercializa diversos insumos para éste sector, donde, en el rubro de la alimentación, importa y distribuye Profine, que es un concentrado proteico de soya premium con un contenido mínimo de 65% de proteína y totalmente libre de factores antinutricionales termolábiles y termoestables. La línea de productos Profine, concentrados de soya premium, es fabricado en los Estados Unidos por el grupo Dupont y es un producto que Natufeed comercializa hacia la industria chilena del salmón desde hace cuatro años. Existen varios tipos de subproductos de soya, todos los que pueden ser utilizados efectivamente en la producción acuícola, siempre y cuando se elija correctamente el subproducto de soya para cada especie. “Los formuladores deben considerar las características antinutricionales de cada tipo de subproducto de soya y su impacto para la especie de pez para la cual se está formulando la dieta o alimento balanceado. Por ejemplo, mientras la harina o afrecho de soya puede ser efectivo para dietas destinadas a tilapia, el concentrado proteico de soya debería ser la mejor elección para salmónidos o cobia”, explicó la sugerente de marketing de Natufeed, Paola Bertolini. La ejecutiva puntualizó que la mayor efectividad del concentrado proteico de soya en especies carnívoras está dada debido a la remoción de carbohidratos solubles que se realiza durante el proceso de fabricación de este producto. “Estos carbohidratos solubles, los oligosacáridos, pueden provocar problemas digestivos, razón que limita entonces la inclusión de productos que los contienen tales como el afrecho o harina de soya. Cuando ellos se remueven y se produce un concentrado proteico de soya, la inclusión puede aumentarse en las dietas sin provocar estos problemas digestivos”, explicó Bertolini. Por último, desde Natufeed detallaron que “la demanda por proteínas para alimentación animal sigue en alza, por lo que siempre es una buena etapa para este producto. Además, Profine destaca por sobre los otros concentrados de proteína de soya, dado que su proceso y materia prima a partir del cual se produce, aseguran una eliminación/ desactivación total de los factores antinutricionales”. De esta forma, un amplio mercado y desarrollo de nuevos productos a base de proteínas vegetales, y también de proteínas animales, se abre ante la escasez de materias primas de origen marino. En tal sentido, muchas son las investigaciones que están en curso para encontrar el mejor reemplazo ante la falta de harina y aceite de pescado. Es así como las dietas para salmónidos están experimentando rápidos y sustanciales cambios, por lo que en un futuro a mediano plazo, los ingredientes esenciales con los que actualmente se formulan las dietas cambiarán, con porcentajes cada vez más bajos de harina de pescado. De esta forma, las investigaciones que hoy en día llevan adelante las compañías elaboradoras de alimentos para peces, son elementales para el desarrollo futuro de este aspecto clave en la producción de salmónidos.