Exequiel González es Ingeniero Pesquero, Máster en Recursos Económicos y académico de la PUCV. Imagen: PUCV.

Diversificación acuícola: la apuesta de la nueva Política Nacional para Chile

Chile: La nueva Política Nacional busca que la acuicultura se transforme en una actividad económicamente viable, ambientalmente sostenible y socialmente equitativa e inclusiva, que contribuya al desarrollo en el país. 

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Durante el primer semestre de este año, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) sometió a consulta pública el documento que propone una nueva Política Nacional de Acuicultura (PNA) de Chile para las siguientes dos décadas.

La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) actuó como como unidad ejecutora principal del diseño de esta PNA, y en conversación con Salmonexpert, Exequiel González, director del proyecto y académico de la PUCV, se adentró en las principales conclusiones obtenidas en este proceso.

La propuesta de PNA para los próximos 20 años, fue un proyecto FIPA que ganó la PUCV y ejecutó con un equipo interdisciplinario de investigadores, liderados por la Escuela de Ciencias del Mar de la casa de estudios, en colaboración con un equipo de investigadores de la Universidad de Concepción y dos consultores independientes.

El proceso de diagnóstico de la situación y trayectoria de la acuicultura nacional y de propuesta de política, se basó en la interacción y discusión con actores nacionales y regionales, del sector público, académicos-investigadores, acuicultores y consultores, mediante una encuesta, cinco talleres/foros nacionales (66 participantes en total) y nueve talleres regionales (143 participantes en total) para consulta y validación de ambos el diagnóstico y la propuesta elaborada.

Además, los resultados intermedios y finales del proyecto fueron presentandos ante los miembros del Consejo Nacional de Acuicultura en dos oportunidades.

En el diseño: ¿qué rol cumple la salmonicultura, qué análisis realiza del sector y cuáles son las principales propuestas para éste?

Nadie puede negar la importancia de la salmonicutura en la actividad acuícola chilena y mundial, siendo una actividad económica que genera beneficios, pero también impactos negativos para los territorios en que se desarrolla y el país, en general.

Claramente, es una actividad económica con muchos desafíos respecto de la prevención y mitigación de sus impactos ambientales y sanitarios, pero también en la distribución de los beneficios que genera, incluyendo la descentralización de éstos.

La propuesta de PNA elaborada no entrega propuestas específicas para la salmonicultura u otras de las principales actvidades de este sector económico (mitilicultura, pectinicultura u ostricultura, por ejemplo), sino que son propuestas transversales para la actividad en su conjunto y en la que quienes la implementen a lo largo del país deberán dar la importancia relativa necesaria a uno u otro tipo de acuicultura.

Presupuesto

El presupuesto contempla un costo total estimado de $ 65.326 millones para los 10 primeros años, además de $ 28.400 millones para el establecimiento, operación y administración de un sistema de monitoreo ambiental”. 

Lo anterior, implica que la acuicultura se debe transformar en una actividad económicamente viable, ambientalmente sostenible y socialmente equitativa e inclusiva, que contribuya efectivamente al desarrollo sostenible en los territorios y el país.

Para ello es necesario considerar no sólo las aptitudes del territorio desde la capacidad y productividad ambiental, sino que también desde el potencial de las personas de participar de la actividad, del consumo-uso de los productos de la misma y de los beneficios que genera. Esto conlleva la necesidad de diversificar en términos de especies cultivadas, escalas de producción y tecnología (pequeña, mediana y/o grande) y de sus mercados (locales, regionales, nacionales y/o internacionales), entre otros aspectos.

Una de las principales conclusiones del documento es que de acuerdo a la situación actual y tendencias de la actividad a nivel regional y nacional “la acuicultura no es sostenible en el largo plazo”, donde la salmonicultura juega un rol clave y bastante representativo: ¿qué ha permitido llegar a esto y cómo revertirlo? 

Efectivamente, el diagnóstico realizado permite llegar a la conclusión que de acuerdo a la situación actual y tendencias observadas hasta el año 2019, la acuicultura nacional no es sostenible en el largo plazo, en base a la identificación de siete grandes problemas asociados a los ámbitos económico, social, ambiental y sanitario y de gobernanza (institucional, legal y capacidades).

Estos grandes problemas en el ámbito económico son una baja diversificación de la acuicultura nacional y débil estrategia comercial y dispar presencia en mercados.

En el ámbito social, el problema central es la baja aceptabilidad social de la acuicultura, lo que no sólo se da por los claros impactos ambientales y sanitarios que el país ha presenciado, sino que también por la baja participación de las comunidades locales en los beneficios de esta actividad.

En el ámbito de la gobernanza los tres problemas principales son una débil e insuficiente institucionalidad público-privada, una normativa no ajustada a requerimientos y oportunidades -de los distintos tipos de acuicultura y tamaños de producción- y, la insuficiencia de conocimientos y competencias adecuadas.

En cuánto a como revertirlo, dado lo complejo y dinámico del sector no existe un respuesta simple y por ello se ha elaborado esta propuesta de PNA para los próximos 20 años que consta de 36 acciones concretas, ordenadas bajo 9 programas y 4 lineamientos estratégicos. A saber, los lineamientos estratégicos y sus programas son:

  1. Acuicultura operando en un contexto de gobernanza eficaz, cuyos programas son: Programa para el fortalecimiento de la institucionalidad sectorial pública y privada (de maner transparente, eficaz, eficiente y oportuna); Programa de actualización la normativa sectorial de la acuicultura (clara, eficaz, eficiente, oprtuna y participativa); Programa de fortalecimiento de un sistema de I+D+i para la acuicultura; Programa para el fortalecimiento del capital humano.
  2. Acuicultura ambientalmente sostenible, con el Programa para la sostenibilidad ambiental y sanitaria de la acuicultuta nacional.
  3. Acuicultura económicamente viable, cuyos programas son: Programa para la diversificación y la innovación de la acuicultura y Programa para el establecimiento de una estrategia nacional de promoción de los productos de la acuicultura.
  4. Acuicultura socialmente aceptada, cuyos programas son: Programa de mejora de la imagen de la acuicultura y Programa de integración de la acuiculura con las economías locales y regionales.

Contexto país

El informe final del proyecto FIPA 2017-17 fue entregado en julio de 2019 y por tanto, en lo formal, no incluye las nuevas condiciones generadas por el estallido social de fines de 2019 y por la pandemia desde el año 2020.

González recalca que si bien la propuesta de PNA fue anterior a las demandas del estallido social, ésta involucra en su ADN conceptos y acciones centrales a las demandas del movimiento social y la discusión política actual del país y que se encuentra reflejadas en los cuatro lineamientos estratégicos establecidos.

“Igualmente, el diseño de la propuesta de PNA se haya basado en un proceso interactivo y participativo con los distintos actores a nivel nacional y regional de acuerdo a sus realidades particulares, lo que sin duda toma y rescata la demandas base de transparencia, participación y equidad del estallido social”, finaliza el académico.

Revise aquí la propuesta para una nueva PNA.