Perfil de proteínas de distintos componentes del aislado chileno R. salmoninarum H-2. Imagen: Dr. Ruben Avendaño.

Descubren vínculo entre proteínas expresadas diferencialmente y virulencia de Renibacterium

Chile: Producción de sideróforos y utilización de compuestos hemo clasificarían a la cepa chilena H-2 de la bacteria que afecta a la salmonicultura nacional como de alta virulencia.

Recientemente, científicos de la Universidad Andrés Bello (UNAB), el Centro Incar y el Instituto Melisa descubrieron que la cepa chilena virulenta de Renibacterium salmoninarum H-2 crece y se adapta de mejor manera a condiciones limitantes de hierro, expresando factores clave de virulencia como la proteína p57.

La importancia de la patogenia de esta bacteria guarda relación en que existen algunas diferencias entre distintos aislados, y que dichas diferencias se expresan o son notorias cuando el microorganismo se cultiva bajo condiciones similares a lo que encontraría en el interior del pez, como por ejemplo, condiciones limitantes de hierro.

Estas diferencias llevaron al Dr. Ruben Avendaño, investigador de la UNAB y el Centro Incar, a proponer que la virulencia de R. salmoninarum no estaría determinada sólo por la presencia del factor de virulencia más conocido, una proteína de 57 kDa que puede secretarse al medio y que tiene actividad de hemaglutinación, inmunosupresión, hemólisis, entre otras cosas.

“Por tanto, el reciente descubrimiento realizado respecto de que R. salmoninarum puede producir sideróforos y usar compuestos hemo nos permitió clasificar los aislados entre baja y alta virulencia. En este sentido, la cepa chilena H-2 fue clasificada como de alta producción de sideróforos y la cepa tipo de la especie (ATCC 33209T) de baja.”, comenta a Salmonexpert el Dr. Avendaño, quien además es uno de los autores de la reciente publicación.

Proteínas únicas

Específicamente, el estudio mencionado evidenció la expresión diferenciada de 24 proteínas entre ambas cepas bajo condiciones limitadas de hierro, indicando que no existe una homogeneidad dentro de R. salmoninarum, sino que existen variantes y podrían determinar la virulencia de un aislado por sobre otro.

Dr. Ruben Avendaño. Foto: Salmonexpert.

“A modo de ejemplo, hubo una mayor expresión negativa de proteínas en la cepa tipo que en la cepa chilena H-2, lo que indica que el metabolismo de la primera se vio más afectado en condiciones de limitación de hierro que la cepa nacional”, explica el científico de la UNAB. 

Además de esta diferencia, los expertos descubrieron que la cepa H-2 expresó 10 proteínas únicas, que no fueron detectadas mediante espectrometría de masas en la cepa ATCC 33209T.

Al respecto, el Dr. Mauricio Hernández, investigador del Instituto Melisa y otro de los autores del trabajo, aclara que de igual forma estas proteínas pudieran estar expresándose, pero en cantidades muy bajas. “En ese sentido, podemos decir a ciencia cierta que en la cepa H-2 vemos la presencia de estas proteínas y en una cantidad detectable”.

“Desde el punto de vista biológico, una explicación a esta reducción de la expresión podría estar dada por algún mecanismo de regulación tanto positivo o negativo que daría este resultado”, plantea Hernández.

Aplicaciones en prevención

Dr. Mauricio Hernández. Foto: Instituto Melisa.

Los especialistas mencionan que una de las múltiples aplicaciones prácticas de estos resultados, se encuentra la generación de herramientas de prevención y/o control, basadas en el bloqueo de algunos receptores como aquellos que reconocen a los sideróforos.

No obstante, como se plantea en este estudio, es relevante conocer en profundidad las características y propiedades de los aislados nacionales, ya que no todos podrían responder de la misma forma.

“Las propuestas futuras de prevención no pueden ser sólo sustentadas en un par de aislados, se requiere de un análisis de aislados representativos de la situación sanitaria en Chile y más aún, de distintos años. Precisamente, con este artículo y otros que hemos publicado en R. salmoninarum, estamos en condiciones de proponer marcadores moleculares mas apropiados para asociar a la virulencia del agente del BKD de futuros aislados”, concluyen los expertos.