Gustav-Erik Blaalid, editor en jefe de Salmonview Media Group. 

El mundo no será el mismo, afortunadamente

*Columna de opinión de Gustav-Erik Blaalid, editor en jefe de Salmonview Media Group. 

Covid-19 probablemente habrá golpeado a un mundo entero antes de que todo termine, con suerte, en unos meses. Pero nos quedaremos con los efectos durante mucho tiempo, pero no negativamente.

Para todos nuestros lectores, clientes, contactos y colegas, las medidas contra el coronavirus se perciben como desafiantes. En particular, resulta difícil lidiar con la incertidumbre que se genera. ¿Cuánto durará todo esto? ¿Qué implicaciones tendrá para nuestra industria? ¿Para nuestra empresa? ¿Para mi familia? Algunos sostienen que la situación empeorará aún más, antes de comenzar a mejorar. Esto posiblemente sea cierto. Por eso, querido cliente, lector y colega, estamos en el mismo barco y lo lograremos juntos.

La crisis del coronavirus ha golpeado más a aquellos con menos recursos para resistir. En la mayoría de los países afectados, el aislamiento ha sido el arma más importante del gobierno para frenar la propagación de la infección y limitar la pandemia. Esto ha tenido una serie de graves consecuencias. Cuando se implementan diversas formas de aislamiento, donde el toque de queda y el cierre completo de regiones se encuentran entre las más dramáticas, no hace falta decir que las empresas se ven afectadas. Las líneas aéreas, los hoteles, el transporte y todo lo relacionado con los viajes de vacaciones están cerrados. Cuando los jardines infantiles y las escuelas están cerradas, los padres deben estar en casa. Esto afecta en gran medida al empleo y la economía. La incertidumbre es enorme. En este momento lo peor lo viven los afectados por la enfermedad.

A pesar de todo lo negativo, estamos convencidos de que las cosas volverán a una vida cotidiana más normal. Cuando los niños pueden ir a la escuela y nosotros podamos ir a trabajar y estar con nuestros colegas. Ese momento se acerca.

Al mismo tiempo, lo que sin duda no echamos de menos, son las consecuencias climáticas negativas de la actividad humana. Actualmente hay informes de que los residentes de Beijing por fin pueden ver cielos azules durante varios días seguidos, que hay peces nadando en los canales de Venecia y que las imágenes satelitales de la atmósfera muestran una reducción significativa en los gases de efecto invernadero no deseados. Entonces hay razones para preguntarse si los humanos deberíamos calmarnos un poco más. Un investigador afirma que "la pandemia del coronavirus ha dado al mundo un respiro", porque la gente se queda en casa.

Es hora de evaluar el concepto mismo de "crecimiento". El crecimiento en sí mismo no es positivo, pero a menudo se presenta como una medida de política económica exitosa. Debemos distinguir entre el crecimiento deseado y el crecimiento indeseable. No es un crecimiento deseable que el turismo mundial haya aumentado en más del 10% anual durante muchos años. Este tipo de crecimiento no debe confundirse con el crecimiento, por ejemplo, en el consumo de alimentos del mar, que tiene un efecto positivo en la salud de los humanos.

Deseo que las autoridades y la población aprendan de esta pandemia y estimulen el crecimiento sostenible. Por ahora, solo nos resta aguantar y ayudar a frenar los contagios, obedeciendo las regulaciones y consejos oficiales, y esforzándonos por superar esto juntos.

Un cordial saludo.