Gerardo Balbontím, copresidente del GSI y gerente general de Blumar. Foto: Salmonexpert.

“En momentos de pandemia es necesario mantener la sustentabilidad salmonicultora”

Chile: El copresidente del GSI y gerente general de Blumar, Gerardo Balbontín, afirma que es posible usar cero antibióticos en la salmonicultura chilena, pero “sólo cuando se logre desarrollar una vacuna 100% efectiva contra SRS”.

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Recientemente, Global Salmon Initiative (GSI) lanzó la edición 2019 de su Informe de Sostenibilidad que, de acuerdo con su copresidente, Gerardo Balbontín, “tiene como propósito dar a conocer en forma transparente, abierta y accesible para todos las principales variables productivas que son de interés, datos que han sido auditados de forma independiente y son un complemento a los Informes de Sostenibilidad que las compañías presentan en forma independiente”.

En entrevista con Salmonexpert, el también gerente general de Blumar manifiesta que, en línea con este recién presentado Informe de Sostenibilidad, en momentos de pandemia por covid-19, “es posible y necesario mantener la sustentabilidad en nuestra actividad salmonicultora, y todas las compañías miembros del GSI estamos haciendo esfuerzos adicionales para lograrlo”. 

En los últimos años, el uso de antibióticos en la salmonicultura mundial ha bajado 50%. ¿Cómo se ha logrado esta disminución importante?
Reducir el uso de antibióticos en el cultivo de salmones es una prioridad clave de las compañías miembros del GSI, especialmente de Chile, y donde el GSI ha tenido un rol muy importante como coordinador de un grupo de trabajo dedicado a la transferencia de las mejores prácticas, revisando nuevos enfoques de gestión y garantizando los niveles más altos de administración de antibióticos. También ha contribuido entre otros factores, el avance efectuado en materia de genética, alimentos funcionales y desarrollo de vacunas más eficaces.
 
¿Cuál es el compromiso de baja de uso de antibióticos de cara a los próximos años?
El objetivo es seguir trabajando en reducir aún más el uso de antibióticos y ojalá llegar en el menor plazo posible a no usar antibióticos en el cultivo de salmón, que son usados solamente con fines terapéuticos para el tratamiento de enfermedades. Sin embargo, creo que llegaremos a cero uso de antibióticos, sólo cuando se logre desarrollar una vacuna que sea 100% efectiva contra SRS, que es una enfermedad bacteriana que ha sido muy difícil de combatir y que está presente nada más que en Chile.

El uso de harina de pescado como ingrediente para dietas de salmones ha bajado, al menos en los productores de salmón chileno, ¿cómo se ha logrado este avance?
Esto es ha sido gracias al gran esfuerzo en investigación y desarrollo que efectúan los productores de alimentos, que han logrado altos niveles de sustitución de la harina de pescado, por otras fuentes de proteína tanto vegetal como animal.

Por el contrario, el uso de aceite de pescado se ha incrementado, ¿por qué ha sucedido esto?
Sin duda, el aceite de pescado es la mejor fuente de omega 3 para la fabricación de alimentos de salmón, y no obstante, la industria de alimento ha logrado un gran nivel de sustitución de aceite de pescado por aceite vegetal; es difícil bajar más sin sacrificar los beneficios que produce el aceite de pescado en la salud del salmón. Existen grandes esfuerzos por desarrollar sustitutos del aceite de pescado, pero éstos aún son relativamente más caros y no presentan los mismos beneficios, por lo que no compensan el reemplazo.   

En tanto, ¿el desafío del piojo de mar es algo controlado en la industria del salmón o todavía es un problema relevante?
El piojo de mar o Caligus es uno de los principales desafíos de la industria a nivel mundial, y en el caso de Chile, el tratamiento de baños con Azametifos tuvo alta eficacia por varios años hasta el 2019, donde dicho tratamiento perdió eficacia y comenzamos con el uso de baños con peróxido de hidrógeno, lo que nos ha permitido un buen control del parásito. A su vez, como industria chilena y en un esfuerzo común de varias de las empresas del GSI, estamos realizando pruebas con tratamientos mecánicos no farmacológicos como Optilice, que están dando sus primeros resultados y que permiten pensar sobre que su uso se irá expandiendo cada vez más.