Fiordo de Reloncaví. Foto: Dr. Jorge León Muñoz.

Investigación reveló la serie de fenómenos ambientales que produjeron la mortalidad de salmones en 2016

Chile: Un estudio realizado por investigadores chilenos identificó los eventos hidroclimáticos y oceanográficos de escala regional y global que propiciaron las Floraciones Algales Nocivas (FAN) del año 2016, las que generaron más de US$800 millones de pérdidas en la industria salmonicultora chilena.

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El 2016 se registró una de las Floraciones Algales Nocivas (FANs) más extensas de las que se tenga conocimiento en las costas sur-australes de Chile. La proliferación exponencial de una especie de fitoplancton (Pseudochatonella cf. verruculosa), causó en solo dos semanas una mortalidad de 40 mil toneladas de salmones, equivalente a la esperada en dos años completos de producción.

Un estudio liderado por investigadores chilenos y publicado recientemente en la revista Scientific Reports analizó cuáles fueron los eventos que gatillaron estos sucesos. La investigación fue realizada por los doctores Jorge Muñoz-León del Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (Incar) de la Universidad de Concepción, Mauricio Urbina, académico de Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la misma casa de estudio, René Garreaud del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 de la Universidad de Chile, y José Luis Iriarte, del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile.

“Estos resultados son claves en la construcción de modelos de simulación que permitirán responder y predecir desde la data actual, los potenciales futuros escenarios de mayor recurrencia de eventos nocivos”, asegura el Dr. Iriarte, quien además afirma que investigaciones que integren disciplinas como la climatología, la hidrología, la ecología y la oceanografía son escasas en la literatura científica de Chile.

“El estudio explora una novel e inesperada consecuencia del cambio climático sobre el sistema marino interior de la Patagonia, que sumada a variabilidad de origen natural (como eventos El Niño) generan anomalías a escala local y ponen en riesgo la seguridad alimentaria”, explica el Dr. Urbina.

Escenarios

Los científicos identificaron una serie de eventos climatológicos, hidrológicos, ecológicos y oceanográficos que finalmente propiciaron un escenario ideal para el evento FAN del verano del año 2016.

El primero de ellos ocurrió durante los años 2015 y 2016: de manera inesperada, un intenso evento de El Niño (de carácter natural) sumó sus fuerzas a la fase positiva de la Oscilación Antártica (tendencia antropogénica) resultando en altas presiones y el debilitamiento de los vientos del oeste sobre el norte de la Patagonia.

El segundo consistió en que, dada las condiciones anteriores, se produjo la mayor sequía de las últimas décadas en Patagonia, registrándose una reducción significativa en el aporte de agua dulce al sistema costero y un fuerte aumento de la radiación solar.

Por último, las anomalías en los niveles de radiación y en los aportes de agua dulce impulsaron cambios significativos en las condiciones del sistema costero, observándose en superficie aguas con salinidades, concentración de nutrientes, y valores de temperatura superiores a los registros habituales, escenario que favoreció la rápida proliferación de Pseudochatonella cf. verruculosa.

“Es importante contextualizar que las FANs ocurridas en el verano de 2016 coincidieron con uno de los períodos de menor ingreso de agua dulce al sistema costero de la Patagonia norte. De hecho, durante esos meses los ríos de la zona registraron probablemente los caudales más bajos de los últimos cuatro siglos”, explica el Dr. León-Muñoz

Por su parte, el Dr. Garreaud asevera que “la superposición de eventos de El Niño sobre el debilitamiento de los vientos del oeste debido al cambio climático aumentará la probabilidad de que ocurran sequías en Patagonia similares o mayores a la observadas en el verano y otoño del 2016”.

Tras la investigación realizada, los científicos concluyeron que, frente a la variabilidad climática, las FANs debiesen ser cada vez más recurrentes. “Es necesario avanzar en aproximaciones multidisciplinarias que permitan aumentar la comprensión de sistemas complejos y, por ende, mejorar la resiliencia de nuestras actividades productivas”, enfatiza el Dr. Urbina.

“La floración de Pseudochattonella cf. verruculosa comenzó hacia fines de febrero de 2016 y alcanzó su máximo en los primeros días de marzo, siendo la responsable de la gran mortalidad de salmones de cultivo que, en parte, fue vertida las dos últimas semanas de marzo de 2016. Este artículo no investigó sobre las causas de las floraciones acontecidas posterior a la segunda semana de marzo, las cuales fueron diferentes en cuanto a especies e impacto sobre los cultivos de salmones”, aclara el Dr. León-Muñoz, precisando que el estudio aborda lo que aconteció en forma previa al vertimiento de salmones en Chiloé.

Lea el estudio publicado en la revista Scientific Reports.