Caligus no sería vector biológico ni mecánico de Piscirickettsia. Foto: UACH.

“La coinfección entre Caligus y SRS es clásica”

Chile: La Dra. Sandra Bravo sostiene que ambos patógenos tienen mecanismos de adaptación a condiciones desfavorables, por lo que es fundamental minimizar el estrés de los peces en coinfecciones.

Recientemente fueron publicados los resultados de un estudio realizado por investigadores chilenos el cual determina que Caligus no actuaría como vector biológico ni mecánico de Piscirickettsia salmonis.

Este estudio duró aproximadamente ocho meses y se desarrolló en el marco el proyecto FIPA 2015-12 “Investigación en factores epidemiológicos, de patogenicidad, desarrollo, validación y control de técnicas de diagnóstico para la Anemia Infecciosa del Salmón y Piscirickettsiosis”, liderado por el Dr. Sergio Marshall.

En entrevista con Salmonexpert, la Dra. Sandra Bravo, académica e investigadora de la Universidad Austral de Chile, quien participó en el estudio, explica los desafíos que implicó la investigación, la importancia de los resultados y las consideraciones que se deben tener en coinfecciones.

El trabajo plantea que Caligus no sería un vector ni biológico ni mecánico de la bacteria, ¿Cuál es la importancia para la industria de este descubrimiento y cómo cambiarían los paradigmas con respecto al control de ambos patógenos?

Los resultados arrojados  del estudio despejan las dudas que había con respecto a que si C. rogercresseyi actuaba como vector de  P. salmonis, considerando que había trabajos que indicaban haber registrado esta bacteria en Caligus adultos colectados desde peces infectados con SRS.

Caligus no es un vector, ¿pero podría ser un factor predisponente a la infección y enfermedad con P. salmonis debido a la depresión del sistema inmune y daño en al piel?

Efectivamente, el rol que tiene Caligus en los brotes de SRS está relacionado principalmente con el daño que genera este parásito en la piel de los peces infestados y en la forma de penetración que tiene P. salmonis en el hospedador. Los estudios reportados  por Smith y col. en 1999  señalan que las principales vías de ingreso de P. salmonis al pez es a través de la piel y de las branquias.

El piojo de mar es un copépodo  que genera daño mecánico en los peces con sus apéndices bucales y también con la corrida de afilados dientes localizados en el cono bucal que utiliza para su alimentación, generando abundantes petequias en la superficie corporal, pero además durante su proceso de alimentación libera una saliva con compuestos inmunomoduladores (tripsinas y prostaglandina E2, entre otros) que impiden que los mecanismos de defensa se activen en la zona dañada, permitiendo el ingreso de otros microorganismos patógenos, como en este caso P. salmonis.

¿Qué recomendaciones podría entregar a la industria cuando las empresas se vean enfrentadas a casos de coinfección con Caligus y P. salmonis

Pez con Caligus. Foto: Sandra Bravo.

La coinfección entre Caligus y SRS es clásica y se ha registrado prácticamente desde los inicios del cultivo de salmón en jaulas en Chile, situación que se ha visto agravada posterior a altas cargas de Caligus que se han registrado por problemas de pérdida de efectividad de algún producto farmacológico, debido al desarrollo de resistencia por parte del parásito, como ocurrió con el benzoato de emamectina y posteriormente con los piretroides deltametrina y cypermetrina.

La recomendación, que la industria la tiene completamente asumida, es tratar de someter a los peces al mínimo estrés posible, considerando que ambos patógenos tienen mecanismos de adaptación a condiciones desfavorables. Frente a un brote de SRS, los productores saben que no pueden priorizar tratamientos contra Caligus que generen un estrés adicional, como son los tratamientos aplicados por baños y métodos mecánicos que signifiquen un manejo severo.

¿Cuáles fueron los mayores desafíos a los que se vieron enfrentados durante el transcurso del estudio?

El mayor desafío fue el diseño del protocolo de toma de muestras para detección de P. salmonis por qPCR. Inicialmente, se siguió la metodología aplicada por Oelckers y col. (2014) para demostrar el rol de C. rogercresseyi en la transmisión del virus ISA, donde se demostró que es capaz de actuar como vector mecánico y que después de 48 horas postinfección es capaz de transmitir el virus a salmones sanos.

En nuestro estudio se observó que sólo fue posible detectar a P. salmonis en Caligus, inmediatamente analizados después de ser colectados desde peces severamente infectados con P. salmonis. Después de una hora mantenidos los parásitos en agua de mar con aireación, no fue posible detectar la bacteria por qPCR, por lo que se presume que fue eliminada al medio.