“La resistencia es inevitable, usemos o no usemos antibióticos”

El día martes 26 de junio el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) realizó un taller para difundir los resultados de la IV etapa del programa “Vigilancia de la resistencia de los agentes patógenos que afectan a la salmonicultura nacional a los antimicrobianos de uso habitual” ejecutado por la misma entidad.

Dentro de los distintos expositores, el Dr. Claudio Miranda, académico de la Universidad Católica del Norte (UCN), presentó la charla “Resistencia Antibiótica en la Salmonicultura Chilena, Conocimiento Actual y Perspectivas”, en la cual abordó esta problemática asociada principalmente a los patógenos de mayor importancia en Chile: Piscirickettsia salmonis y Flavobacterium psychrophilum​.

Los efectos negativos del uso de antibióticos se pueden dividir en dos, explicó: la acumulación de residuos tanto en los salmones como en el medio ambiente, y la generación de resistencia en genes que componen el resistoma y mobiloma bacteriano.

Entendiendo por mobiloma como la parte de los genes que son capaces de ser transferidos de manera horizontal y que por lo tanto se pueden diseminar con mayor eficiencia, el experto comentó que es aquí donde surge la problemática de la salud humana y animal con respecto al uso de antimicrobianos, ya que es el mobiloma el responsable de que la resistencia llegue a los patógenos que estamos tratando.

Junto con esto, el académico de la UCN aseguró que, “nunca se ha comprobado en el mundo que la acuicultura tenga una incidencia relevante en la aparición de resistencia en patógenos humanos. No existe evidencia científica que sustente esa información”.

A lo anterior, también agregó que es importante tener claro que, “la resistencia es inevitable, usemos o no usemos antibióticos”, pero que el ritmo o las tasas de emergencia de resistencia varían y no son predecibles.

Mecanismos de resistencia

De los cuatro mecanismos de resistencia que tienen las bacterias, el mas importante según el Dr. Miranda es el “eflujo” que le permite al microorganismo bombear activamente el antibiótico fuera de la célula.

Sin embargo, el estudio de los genes es una parte de la resistencia, ya que “en medicina humana y animal la detección de un gen no es suficiente, uno tiene que verla expresada para tomar una decisión terapéutica”, expresó Miranda.

El método mas utilizado para estos fines es la Concentración Mínima Inhibitoria (CMI), ya que esta determina los puntos de corte epidemiológico (CO_WT) para clasificar un agente bacteriano en wild-type (completamente susceptible) (WT) o no wild-type (algún tipo de resistencia) (NWT), lo que finalmente determinará el éxito terapéutico.

Resumiendo, el número de estudios a nivel nacional que aborda la problemática de la resistencia en patógenos de peces (Tabla), el Dr. Miranda informó que en Chile se han detectado genes de resistencia a florfenicol (florR), tetraciclina (tet) y sulfonamidas (sul) y genes de transferencia.

Con respecto a P. salmonis mencionó un reciente estudio donde se encontró un plasmidio que contiene múltiples genes de resistencia y del cual se confirmó su transmisibilidad, sin embargo, tiene baja frecuencia de transferencia y bajo numero de copias lo que afortunadamente evita su rápida diseminación.

Así también recalcó la importancia de no tomar una decisión terapéutica en base a un análisis genético, ya que los genes pueden estar presentes en el patógeno, pero no expresarse, haciéndolo vulnerable a la acción de los fármacos y que no necesariamente tiene que existir el uso de antibióticos en una población para tener resistencia.

Estudios de resistencia antibiótica en la salmonicultura chilena.

Conclusiones

Para el investgador, se ha detectado importante incidencia de genes que codifican para resistencia a florfenicol (florR), tetraciclina (tet) y sulfonamidas (sul) en bacterias asociadas a cultivos de salmones.

Además, fue enfático en expresar que, se observa una alta concordacia entre los antibióticos utilizados y la incidencia de genes de resistencia asociados al cultivo de salmones.

Además, “se requiere con urgencia una armonización de protocolos y valores de CO_WT para categorizar de manera similar los aislamientos de patógenos en los laboratorios de diagnóstico”.

“Las variaciones de los CO_WT son indicativas de cambios en la susceptibilidad antibiótica de poblaciones bacterianas”, agregó.