Imagen referencial de buceo. Foto: Archivo Salmonexpert.

Nuevo protocolo eleva estándares para cautelar seguridad en labores de buceo

Chile: El documento del Consejo del Salmón sostiene que en los centros se deberá garantizar que estén disponibles para el personal de buceo todos los insumos necesarios como suministro de oxígeno normobárico.

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El Consejo del Salmón de Chile (CDS) -asociación que reúne a AquaChile, Cermaq, Mowi y Salmones Aysén–, da a conocer un protocolo que busca elevar el estándar de las operaciones submarinas de los buzos con el fin de asegurar la seguridad en este tipo de labores.

Esta iniciativa del Consejo del Salmón fija lineamientos generales que buscan resguardar las operaciones submarinas antes, durante y luego de las actividades buceo. La implementación quedará a cargo de cada empresa y se establecerá un seguimiento a la puesta en marcha de cada medida, según comunicado de prensa.

“Estamos comprometidos con cuidar la salud y seguridad en la salmonicultura. Las labores submarinas -que son fundamentales en el desarrollo de esta actividad productiva- presentan riesgos, que a través de acciones responsables y protocolos de operación queremos reducir”, sostuvo la directora ejecutiva del Consejo del Salmón, Joanna Davidovich.

El subgerente de Operaciones Regional de la Asociación Chilena de Seguridad, Christian Cáceres, destacó la iniciativa señalando que es necesario reforzar el marco de protección para que la realización de las laborales bajo el agua. “El buceo es actualmente la actividad más riesgosa en la salmonicultura y requiere resguardos especiales dado los altos índices de accidentabilidad y eventos fatales ligados, por eso creemos que este protocolo va en la dirección correcta y que es necesario seguir trabajando en conjunto para poder asegurar y dar continuidad a la implementación de este trabajo”, indica Cáceres, quien agrega que en lo que va de 2021, según las cifras de Directemar, se han registrado 27 accidentes de buzos, de esos 13 corresponden a la salmonicultura y tres han implicado muertes.

Detalles 

El protocolo de buceo del Consejo del Salmón establece líneas de acción para proteger a los trabajadores que realizan funciones de inmersión, prevenir accidentes y enfermedades profesionales. Las cuatro empresas asumen un compromiso con el cumplimiento de una serie de medidas complementarias a la normativa vigente, en materias de seguridad, salud e higiene ocupacional, en faenas de buceo en centros de producción de salmones.

Respecto de las acciones para abordar la contratación de servicios de buceo, se establece que será necesario seguir un alto estándar independiente de si se realiza a nivel central, regional o por cada centro de cultivo.

Otra exigencia es la certificación por escrito de las condiciones climáticas y el estado del mar en los centros de engorda para el desarrollo de faenas de buceo. Será el jefe de centro, en conjunto con el supervisor de buceo, los encargados de chequear que las condiciones sean las óptimas según la información climática de la Capitanía de Puerto y de su potencial capacidad de respuesta ante posibles accidentes.

También se considera la obligación de informar todos los riesgos laborales antes de que el buzo realice su primer servicio de inmersión y la disposición de programas de capacitación y nivelación de los proveedores, donde se entreguen las herramientas necesarias para que los servicios de los buzos sean seguros y resguarden ante todo la salud y la vida de los trabajadores.

Asimismo, en los centros de engorda donde se realicen faenas de buceo, se deberá garantizar que estén disponibles para el personal de buceo todos los insumos necesarios como suministro de oxígeno normobárico, computadores de buceo, bandera de buceo y la tabla de descompresión. Además, antes de realizar la inmersión el supervisor deberá chequear la disponibilidad, el buen estado y la mantención al día de los equipos e insumos de apoyo y registrarlo en una bitácora.

Sobre las medidas durante el buceo, el protocolo aborda garantías para un buceo seguro, como la conformación de cuadrillas, la incorporación de más tecnología y recomendaciones ante eventuales imprevistos bajo el agua. Por ejemplo, el jefe de centro deberá chequear que el personal que compone las cuadrillas de buceo se ajuste a lo exigido por la normativa y que cada uno de ellos cuente con sus matrículas vigentes. Adicionalmente, las empresas socias del Consejo del Salmón se comprometen a que toda actividad de extracción de mortalidad que requiera ascensos y descensos sucesivos será realizada con la ayuda de robots submarinos.

La iniciativa consiste en aplicar pautas y controles adicionales a los protocolos que ya tiene cada empresa, que van más allá del Reglamento de Buceo para Buzos dependiente de la Armada de Chile. Sobre este último punto, Consejo del Salmón ha tenido una participación activa en la elaboración del reglamento de buzos de la Directemar y cooperando a construir una mejor regulación proponiendo perfeccionamientos en los niveles de seguridad y resguardos a la salud de los buzos.

“Confiamos en que el trabajo que está haciendo la Directemar va en la dirección correcta, pero como sabemos que los cambios reglamentarios toman más tiempo, con nuestro protocolo desde el sector privado buscamos acelerar el paso en las medidas que se requieren para cautelar las labores que se realizan los buzos”, puntualiza Davidovich.